BARILOCHE

Marcha

Acostumbrados por los medios "políticamente correctos" a todo lo contrario, saber de un grupo de vecinos que se congrega para apoyar a su policía en vez que para denostarla y decir cuánto la odia, obliga a leer dos veces la noticia (o a verle, o a escucharle, porque el virus de la corrección política va en tren de capturar los cinco sentidos completos de todos nosotros).
Pero usted leyó bien, y en el centro cívico de Bariloche tuvo, en efecto, lugar una cita de conciencias, de buena fe, de sinceridad. Hartos de que la policía no se atreva a reprimir a los delincuentes porque cuando lo hace se abaten sobre ella en tropel las acusaciones de gatillo fácil, hombres y mujeres de la zona dieron, con dos marchas consecutivas, su propia versión de lo que allí ha estado pasando en estos días.
No buscaban rebatir la versión en boga, y machaconamente difundida, de que el irresponsable, alevoso accionar de un agente del orden haya causado la muerte de un joven inocente, la cual urge desde luego esclarecer. Tal y como están las cosas, entrar en esa discusión habría sido entrar en una trampa.
En cambio, dejaron en claro que son más, muchísimas más, las veces en que a un inocente lo mata un malhechor que aquellas en que le mata la policía. Y que, en opinión de ellos, la del lugar cumple su cometido en proporción lo bastante abrumadora como para permitir, sin protestar, que una propaganda machacona nos haga creer a todos que el problema no son los delincuentes.