martes, 28 de diciembre de 2010
DISOLUCIÓN
La disolución y cambios en el gabinete
Entre otros, sería reemplazado Alak en Justicia, por el titular formal de la SIDE. Correo cibernético anónimo, de fuente policial. El país sin rumbo, deberá enfrentar nuevas “protestas sociales”. “Tanteo” en el Rosedal. FILMUS, el hombre de FLACSO, quiere reemplazarlo a Macri e intervino en el escándalo del Parque Indoamericano, con apoyo de la Tendencia Nacional y Popular, de extrema izquierda. Se prepara la difusión de las memorias del almirante E. E. Massera, con intimidades de los contactos políticos previos y posteriores al 24 Marzo. El apoyo de los radicales y otros sectores partidarios. Hay nombres y apellidos.
por Carlos Manuel Acuña para el Informador Público
A pesar del descanso navideño, en el gobierno continuaron las gestiones para tratar de superar la crisis fenomenal en que se encuentra empantanado. Sin definiciones a la vista respecto de los problemas de fondo que esperan soluciones para parecernos a un país más o menos coherente, las movilizaciones callejeras y las amenazas por nuevos cortes se tomaron un breve descanso pero se mantienen latentes y como si fuera algo así como un tanteo para medir lo que sucederá cuando aumenten las manifestaciones con cualquier argumento o con argumentos imposibles de entender -y atender-, ayer un solitario activista, vestido normalmente y acompañado de un menor, se instaló con una costosa carpa redonda y elegante, clásica de los campamentos turísticos, en el porteño Rosedal, amenazado desde días atrás por una ocupación de los energúmenos que virtualmente son dueños parciales de distintos sectores de la otrora orgullosa ciudad de Buenos Aires, hoy sumida en una democratización que altera los ánimos y la paciencia. Cuando fue interpelado suave y educadamente por un agente del orden, el ocupante de la carpa respondió que con su hijo sólo quería tomar contacto con la naturaleza y cuando se le informó que debía retirarse, respondió que lo haría al caer la tarde. Dadas las instrucciones vigentes, la policía se limitó a estacionar en las inmediaciones un patrullero -eso sí, atento y vigilante- para cerciorarse que el único problema era la voluntad del naturista por permanecer en el lugar hasta que se le acabaran las ganas, es decir, una forma civilizada y responsable de respetar sus derechos humanos. Los de los paseantes y sus familias eran otro tema y se convirtieron en todo un símbolo de la decadente Argentina actual.
Ya veremos si el tanteo satisfizo a quienes evaluaban desde lejos el desarrollo de este tema, en tanto en la Quinta de Olivos se evaluaba un enroque de funcionarios. El santacruceño M. Icazuriaga dejaría la titularidad -más formal que efectiva- de la Secretaría de Inteligencia de Estado (ex SIDE) para asumir el ministerio de Justicia, cuyo titular, Julio Alak, pasaría a su casa o a un destino aún indeterminado, en tanto el verdadero conductor del organismo -Sr. Larcher- pasaría a ejercer la conducción de la Secretaría con todos los títulos para hacerlo. El caso es que esta movida expresa algunos detalles de las intimidades del poder, pues Larcher fue contador del presidente de YPF, Enrique Eskenazi, un ingeniero químico relacionado con capitales y grupos de poder británicos, dueño de varios bancos provinciales y ex gerente de alguna importante empresa de plaza.
Este cambio sería el primero de otros, estudiados para descomprimir las presiones políticas y desencuentros -ideológicos y de otra clase- que convergen en el seno del gobierno con idas y venidas y complejos acuerdos que se elaboran y deshacen a un ritmo demostrativo de la inoperancia por un lado y el interés por mantener un esquema que preserve a los protagonistas lo más posible para demorar la mano de la justicia que, inexorablemente, los buscará por corrupción. Esto preocupa a todos, sobre todo a aquellos que planearon la reelección de Cristina como fórmula para ganar tiempo y arreglar sus cosas para capear el temporal, pero el caso es que la imagen de la Presidente “se cayó como un piano” y ahora las gestiones están dadas para encontrar una sucesión que pueda unificar a una fracción mayoritaria del peronismo que permita alentar esperanzas electorales.
Mientras tanto, las cosas tienden a complicarse. El notable caso del Parque Indoamericano -que en realidad y para ser justos debería llamarse Iberoamericano- desnuda a medida que transcurren los días, más y más, intimidades donde las aspiraciones a ocupar cargos políticos se mezclan con el avance del narcotráfico, que ya es un problema mayúsculo que nadie atiende. Respecto de los primeros, resulta claro que la intención de tamaño descalabro fue complicar a Mauricio Macri en su proyecto político y tratar de evitar su reelección al frente de la Ciudad de Buenos Aires, para abrirles el camino a varios aspirantes para ese cargo. Uno de ellos es Daniel Filmus, competidor pero amigo del ex jefe de la Ciudad, Aníbal Ibarra, un hombre proveniente del Partido Comunista del Paraguay pero dispuesto a formalizar alianzas que permitan el avance de una fuerza política con ese perfil pero con otro nombre, para disimular. Filmus pertenece a FLACSO -Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-, que es un invento pergeñado en las Naciones Unidas para la formación de sectores juveniles de extracción de izquierda que, en este caso local, no serían ajenos al Partido Comunista Revolucionario, un grupo pequeño pero muy activo, siempre dispuesto a dar cobertura a un activismo bien dinámico, como sucedió en los setenta y se prolonga hasta hoy, con vinculaciones europeas. Filmus, que como parte de su proyecto es partidario del desarme total de la población civil, tal como lo publicó hace tiempo en el diario La Nación, debió postergar esas intenciones por el avance del delito común, que transformó su idea en un disparate con perfiles suicidas. Esto fue o es así, porque un desarme de tamaña naturaleza incrementaría ese delito de manera vertical, tal como sucedió en Gran Bretaña y el Commonwealth, donde con la prohibición (las armas podían guardarse en los clubs especializados para que practicaran los aficionados) en pocos meses el delito ascendió a bastante más del 700 por ciento. Durante la presidencia del comunista Salvador Allende, en Chile, FLACSO causó estragos en el sistema de enseñanza, por lo que podemos hacernos una idea de lo que sucedería en nuestra Capital Federal si el ahora legislador lograra afirmarse para ser electo con el respaldo de sus punteros pertenecientes a la llamada “Tendencia Nacional y Popular” que trabaja en varios lugares, y particularmente en la UTE y la CTA. Además, buscarían modificar numerosos artículos del Código Penal que, entre otros planes, facilitaría la libertad de narcotraficantes -especialmente “mulas”- y sería una copia de lo que ocurre en España bajo el gobierno del socialista Zapatero. Por eso no llama la atención que la idea cuente con el apoyo de la “periodista” Myriam Lewyin -una ex detenida en la ESMA y ahora testigo contra quienes la ayudaron- que se muestra bastante interesada en estos asuntos.
Mientras estos temas flotan en el pesado ambiente del oficialismo, hay otros de una actualidad más visible, como surge de un correo originado obviamente en filas policiales, que acusa al comisario de la 11a. Leonardo Norberto Bogarin, de incumplimiento de sus deberes en oportunidad del asalto a mano armada de un conocido restaurante de comidas españolas, asalto que culminó en un tiroteo -algo a lo que deberemos acostumbrarnos- que hirió de muerte a un suboficial que no fue asistido por el superior jerárquico. Esto determinó una denuncia que sólo mereció un apercibimiento y una detención domiciliaria de sólo cinco días. Según parece, la levedad obedecería a sus contactos con Nilda Garré, que desde el escándalo de Constitución está bastante callada. El tema del parcial desarme policial se mantendría por el momento, pero la existencia de correos cibernéticos como el que comentamos da la pauta de un malestar que promete extenderse. Algo similar a lo ocurrido en el juicio al teniente general Videla y otros militares y policías de prestigio, donde un capitán quedó en libertad en medio de alternativas que no se corresponden al honor de quienes visten el uniforme.
Para concluir por hoy, vamos a anticipar que dentro de poco se publicarían las memorias del almirante Emilio Eduardo Massera, cuyo contenido promete aportar revelaciones algo más que significativas respecto de entretelones desconocidos de los preparativos del Proceso de Reorganización Nacional. Esto incluye carpetas y nombres y apellidos. Según parece, esta tarea estaría a cargo del periodista y analista político Edgardo Arrivillaga, quien cumpliría con una última voluntad del marino. De acuerdo con algunos adelantos, el extenso trabajo revelaría los contactos partidarios habidos antes y después del 24 de marzo de 1976, contactos que, como se sabe, comprenden al desaparecido jefe de la Unión Cívica Radical, Ricardo Balbín, a las conexiones del ex vicepresidente Carlos H. Perette, otras figuras del radicalismo y diversas agrupaciones -incluso del mismo Partido Comunista-, lo que mostraría un damero amplio y profuso de políticos argentinos, sin excluir, por supuesto, a varios peronistas, interesados en concluir con la grave anarquía que reinaba en ese entonces. Pero además, mostraría cómo las Fuerzas Armadas no querían hacerse cargo del poder e hicieron lo indecible para que se cumpliera la sucesión constitucional en la correspondiente figura del peronismo, hasta que los ataques, asesinatos y asaltos de las bandas terroristas cerraron el camino a una solución propuesta con insistencia. Ellas mismas querían un golpe pues consideraban que esto las beneficiaría al crear las condiciones objetivas que les permitirían hacerse del poder mediante la fuerza, es decir, a sangre y fuego.
ACUÑA
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