PROHIBIDO FUMAR

¡A ver!, Ud. me dice que estoy equivocado y que esta nueva medida, no incluye a los okupas. Bien, entiendo. Y dígame una cosa; si me tengo que encontrar con determinada persona en algún lugar público, y ambos somos fumadores, ¿qué debemos hacer?. ¡Claro, no fumar…que boludo, siquiera se me ocurrió pensar en lo más elemental. Disculpe. ¿Y qué pasa si esa persona y yo, igualmente decidimos fumar en ese espacio público?. Me dice que nos meten en cana, previo pago de una multa en pesos. ¿Y quién nos mete en cana?. Me dice, la policía. ¿La misma policía que por orden superior trata de llegar a “un acuerdo” con aquellos que han usurpado un predio?. Me dice que es la misma. ¿O sea que en más, no se me va a permitir fumar, pero sí usurpar, chorear, afanar o como prefiera llamarle?. Me dice que así viene la mano. ¡A ver, porque esto me interesa y me atañe!...¿a mi no me van a dar la posibilidad de llegar a un acuerdo mientras fumo?. Me dice que no la tiene clara pero todo indicaría que NO. ¿O sea que lo que consistiría….llamémosle una contravención no contemplada como delito, recibiría igualmente un tratamiento mucho más riguroso que éste?. Me dice que todo depende de “como lo mire”. ¿A quién tengo que mirar?. ¡Ah…entiendo; lo suyo es una “metáfora”. Bien; yo puedo entender que lo suyo sea una metáfora, eso sí, me siento en la obligación moral de decirle que con la metáfora, es poco y nada lo que me aclara. A ver si consigo interpretarlo. Digamos que yo soy un hombre que vive ajustado a derecho. ¿Tá bien?. Correcto. Se supone que entonces debería invitar a esa persona a mi casa o sugerirle que me invite a la suya, la de él o ella, para de ese modo poder fumar?. Me dice que “algo así”. ¿Y si no puedo o debo darme ese lujo, e igual circunstancia ocurre con esa otra persona, o debo anular la entrevista o evitar mi deseo irrefrenable de fumar?. Me dice que ahora nos empezamos a entender. ¡Ya veo, ya veo!. Y dígame una última cosa, así no le molesto más…¿a quién se le ocurrió semejante idea?. Me dice que a los legisladores porteños. ¿No se trata esto de un complot pergeñado para terminar de cagarme la existencia, verdad?. Me dice que no le consta que así sea. Entiendo. Pero me veo obligado a formularle una serie de preguntas más…¿Ud., fuma?. Me dice que no. Correcto, créame que lo envidio. ¿O sea que a Ud. la medida no le afecta?. Me dice que sí le afecta pero positivamente, porque ya se estaba convirtiendo en un fumador pasivo. ¿Qué es eso de fumador pasivo?...no, no espere, mejor déjelo ahí. De todas maneras creo haber encontrado la solución. ¡Cuál es la solución, me pregunta!. Simple. Toda cita la concretaré en el interior de la Villa 31; estoy a unas pocas cuadras del Barrio de La Recoleta, y además por lo que tengo entendido, dentro de ella, ya se han construido unos “barcitos” bastante paquetes. Pero además, no quiero dejar pasar el momento para hacerle una cita; días pasados tuve la desdicha de tener que ir hasta el microcentro; caminando por Maipú, transpuesta la Avenida Córdoba, ahí donde se camina la vereda haciendo “equilibrio”, me comí no menos de cuatro cajas de cigarrillos en menos de 10 segundos, luego que pasara un transporte colectivo de pasajeros de gran porte, emanando monóxido de carbono a rolete a través de su caño de escape. Y entonces la medida me revela aún más, así sea un ciudadano que a lo largo de su vida, ha pretendido vivir ajustado a derecho. ¡Gracias por la nueva buena!, nos vemos en cualquier momento.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com