martes, 21 de diciembre de 2010

POLICIA SIN ARMAS


Policías argentinos no podrán llevar armas de fuego para controlar protestas

Agentes solo podrán acudir con escudos, porras y gas pimienta.

Los policías argentinos deberán acudir virtualmente desarmados para controlar las manifestaciones callejeras. Ello, después que la nueva ministra de Seguridad, Nilda Garré, dejara explícitamente prohibido que los miembros de la Policía Federal, la mayor fuerza de seguridad del país, participen en operativos de protestas sociales lleven armas de fuego de cualquier tipo, incluyendo las escopetas que son utilizadas para balas de goma y las pistolas lanzagases. De esta forma, solo podrán acudir con escudos, porras y gas pimienta.

Se trata de la respuesta a las tres muertes que se produjeron hace 10 días en el barrio Villa Soldati, en Buenos Aires, donde la policía se enfrentó a residentes, a causa de la ocupación de unos terrenos en el Parque Indoamericano. Los fallecidos fueron alcanzados por disparos que, según algunos, fueron realizados por agentes policiales mientras que las fuerzas de seguridad acusan a individuos armados con armas hechizas o "tumberas". La directiva aclara, sin embargo, que en las cercanías habrá un grupo policial con armas reglamentarias para intervenir en caso de necesidad.

De esta forma, el gobierno quiere evitar que se le responsabilice por las heridas o las muertes de manifestantes, causadas por armas de fuego. Incluso, la ministra ordenó que cada operativo sea supervisado por un funcionario civil designado por su repartición. Junto con las tomas en los parques de la capital, en el recuerdo del gobierno y de los argentinos aún están muy presente las muertes que se produjeron en diciembre de 2001, durante las protestas contra el gobierno de Fernando de la Rúa y que determinaron su abrupta renuncia.

La actual medida levantó controversia de inmediato, y mientras algunos policías citados por el diario Clarín expresaban que será difícil trabajar en la calle enfrentando sin armas a eventuales manifestantes que sí podrían tenerlas, otros se mostraban de acuerdo.

Así, la diputada de la Coalición Cívica, Elisa Carrió consideró la disposición como "un despropósito" ya que esto "va a generar indefensión en la policía y también en la gente". De igual forma el diputado peronista disidente Eduardo Amadeo sostuvo que la medida "supone que la policía es siempre mala y los manifestantes son siempre buenos y pacíficos". El jefe del Gabinete argentino, Aníbal Fernández, defendió a la ministra Garré y aseguró que la decisión ya había comenzado a instaurarse en 2004.

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