domingo, 19 de diciembre de 2010

MOYANO TOMATODO Y EL GOBIERNO

MOYANO: La inestable relación política con el Gobierno





De Total News





El gremialista tensó sus lazos oficiales



La relación del Gobierno con Hugo Moyano cambió desde la muerte de Néstor Kirchner. La relación directa del jefe de la CGT con el ex presidente viró de repente hacia un delicado equilibrio con la Casa Rosada, que se debate entre la seducción y la distancia.





El camionero empezó a desconfiar de algunos movimientos oficiales, en especial, los relacionados con el avance de las causas judiciales en su contra. Moyano sospecha que hay integrantes del Gobierno, con aval de Cristina Kirchner, que permiten el acoso desde Tribunales.



En las últimas semanas, incluso, le puso nombre y apellido al enojo: Aníbal Fernández. Acusa al jefe de Gabinete de ser amigo de Claudio Bonadio, uno de los dos jueces que investigan la obra social del sindicato de los camioneros, por el cobro de reintegros indebidos de medicamentos oncológicos. Enojado, el líder gremial amenazó con romper el avance del Pacto Social.



El Gobierno asegura que no hay impulso de las causas contra el camionero, pero que tampoco intercederá ante los jueces para defenderlo. "Es orden de la Presidenta", sostienen,



La propia Cristina Kirchner ensayó un distanciamiento cuando le pidió públicamente a Moyano moderación en sus reclamos. Con el pretexto de una mejor relación entre trabajadores y empresarios, la mandataria nacional exigió "racionalidad institucional" a la hora de protestar.



En el camino, Moyano intenta hacerse fuerte, encolumnado detrás del poder renovado del ministro de Infraestructura, Julio De Vido. La última foto juntos fue hace tres días, en la provincia de Santa Fe, donde lanzaron en conjunto con el vicepresidente de YPF, Sebastián Ezkenazi, el Camión Club Argentino.
La pelea en el PJ



La relación con De Vido es la máxima apuesta para intentar equilibrar la pelea con sus adversarios internos.



Los más decididos los tiene dentro del PJ bonaerense, que empezó a liderar por orden de Kirchner después de la enfermedad del vicegobernador Alberto Balestrini. El núcleo duro de ese combate fue y seguirá siendo con los intendentes del conurbano, temerosos de su "voracidad" de poder.



De hecho, fueron ellos, junto con algunos funcionarios del gobierno de Daniel Scioli, los que le vaciaron la última reunión del peronismo provincial antes de la muerte de Kirchner, la noche del 26 de octubre. Por aquel encuentro fallido, Moyano y Kirchner hablaron con un leve tono de reproche horas antes del fallecimiento del ex presidente. El camionero no entendía por qué algunos ministros nacionales se empecinaban en no ir a las reuniones del partido.



Al final, la despedida del año del PJ bonaerense hubo que hacerla en la gobernación provincial, con Scioli a la cabeza. Fue la herramienta de negociación para evitar otro vaciamiento del encuentro. Hubo una tregua momentánea. Terminará cuando Moyano, finalmente, avance en público con la imposición de la ley de paritarias que los "caciques" rechazan furiosamente. Una guerra planificada para sólo dentro de dos meses.

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