martes, 4 de diciembre de 2007

NUESTRO PURGATORIO....................

EDITORIAL : NUESTRO PURGATORIO, SIN GARANTÍAS
(Por el Lic Gustavo Adolfo Bunse) (4/12/2007)


En pocas horas, el presidente va a poner “todo” a nombre de su esposa.

Por ser la primera transferencia de alcoba (en vida) de la historia argentina, se supone que asistiremos a un inédito elogio hacia la que se da en llamar “la gestión anterior” y también una llamativa ausencia total de reproches.

Inédito además, será el hecho inexorable, según el cual, deberían quedar fulminadas las culpas a la famosa “ herencia recibida”, unas excusas tan gastadas en los últimos 60 años en la República Argentina que ya casi se refrendan por inventario firmado.

La promesa del ingreso al “purgatorio”, autorizada (sin que nadie sepa) por el Papa Benedicto XVI, seguramente ha de ser uno de los tantos anuncios importantes de la mujer que ahora llega, tan apegada a fugar de la realidad y a declamar por doquier una retórica tan vacía como inasequible.

Pero esa promesa contiene, como todos sabemos muy bien, unos cuantos gatos encerrados, por cuanto la primera señal inequívoca y obligatoria de seriedad purgatorial, debería haber sido la voluntad de colapsar de inmediato la Ley de Emergencia Económica, y no la orden de sostenerla desesperadamente, como se ha hecho.

“Emergencia Económica en el purgatorio”, es, ni más ni menos que la viva muestra identificatoria de este gobierno de entelequias y sofismas, todos los cuales anidan en el genoma o en el ADN de una familia criada y educada en la mayor hipocresía política.

Ya está entre nosotros, un síndrome de violencia gremial que era bastante previsible, que permite advertir signos y síntomas de enorme preocupación

“Intra muros”, el purgatorio tampoco permite en absoluto, por definición, esas demasías, por lo que, si algún episodio sangriento, no resultare del entero agrado del espectador, es preciso ir avisándoles a todos que no se admiten reclamos.




Fue todo, como queda dicho, una encíclica papal secreta, y , en tal carácter deberá ser admitida con esos pequeños detalles, como que, modernamente, muchas cosas han cambiado en este mundo.

Un purgatorio que ha sido adaptado a la “globalización” y viene a la oferta pública con algunos tiroteos aislados, cadáveres de sindicalistas y personas desaparecidas. Todos los cuales deberán ser hechos aceptados y disimuladamente digeridos por los nuevos socios del club.

Un purgatorio, como lugar de paso a la gloria eterna, es lugar para purgar pecados veniales (los que se oponen muy levemente a la ley de Dios) por lo que sólo ha de bastar con algunos rezos, plegarias y silencio.
No mucho mas que eso.

Tanto es así que no existe en la puerta del purgatorio un cartel como el que pusieron en el frontispicio del infierno :

“Lasciate ogni speranza voi ch’entrate”

“que pierda toda esperanza el que aquí entre”

Antes bien, salir del infierno y pasar al purgatorio es un invento de algunos filibusteros que pasaron por alto el antiguo y el nuevo testamento.

Y ni se ocuparon tampoco de leer al Dante.

El propio Papa Benedicto XVI ha dicho hace algunos días (30 nov 2007) su nueva encíclica “Spe salvi facti sumus” (en esperanza fuimos salvados) en la que deja muy claro que : del infierno no se sale jamás.

De tal modo, el purgatorio kirchnerista, viene a resultar modificatorio de las reglas, pues, como se ha dicho, se halla avalado por una encíclica secreta, que acaso fue formulada “ ad hoc” sólo para ellos, por el Papa Benedicto.

Por lo tanto, si ocurriere algún sobresalto fuerte, en la inexorable corrección de las tarifas o acaso con los precios que fueron puestos 4 años y medio en la olla a presión, eso no debe alarmar a nadie.
Con la Ley de Emergencia y con la mafia sindical, ambas en plena vigencia, seguramente casi todo, se ha de poder corregir o maquillar lo suficiente como para que ninguno se queje diciendo, por ejemplo, que quiere regresar al infierno porque este paisaje nuevo… no lo convence.


En verdad, según los intérpretes de los libros sagrados, uno podría tal vez, salir del purgatorio por la puerta de servicio. Y ser enviado a conocer el infierno tranquilamente, sin ticket de regreso.
Basta con no dejarse purificar o con armar alguna batahola en ese ámbito.

Es interesante señalar que en la Biblia no aparece en ningún lado la palabra purgatorio y tampoco la palabra “trinidad”, de modo que, si uno no leyó la letra chica de este asunto, debe saber, además, que el nuevo escenario virtual conocido con el nombre de “purgatorio”, no tiene ventanillas para formular quejas

Entonces, si uno anda a los saltos o agachándose por los tiros, no es cosa para endilgarle culpas a este pasadizo de purgas, aun cuando, en algún momento, empiece a quemarnos a todos… mucho peor que en el infierno.

Los desencantos implicados en este novedoso purgatorio, no parecen dejar margen a esta mujer para que nos prometa algún día el paraíso. Parecería más lógico, por todo lo dicho, que en breve nos amenace con el infierno.

Mentir, amenazar, extorsionar o actuar con un resentimiento enfermizo podrían ser conductas súbitas, fortuitas e impensadas que tranquilamente pueden afectar a esta familia, si examinamos el genoma su vida.
Y sin dudas, lo mejor que puede hacerse frente a eso, es aplicar el remedio democrático, como ese clásico vaso de agua… que cura cualquier mareo.

Esperar a que termine su mandato y votar a otro. Así de simple.

O peor quizás : Tener un poco más de paciencia y sumarse a la impavidez de la sociedad a la que ya poco o nada le importa si se usa el poder para cometer delitos, para prometer el purgatorio o para convertir la emergencia en una marca registrada en todo el mundo, atrayendo así a los inversores.

Esperar mansos hasta que estos vicarios de la promesa vaticana, toquen el límite de la tolerancia social y, sin quererlo, zamarreen aquella impavidez.
O todavía mucho peor :

Esperar que pase este “purgatorio” para que, el desdén colectivo, papando moscas otra vez, los vote de nuevo, tanto si los amenazan con el infierno como si, inversamente, les prometen el cielo.

Lic. Gustavo Adolfo Bunse
gabunse@yahoo.com.ar

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