martes, 24 de febrero de 2009

KIRCHNER EL HIJO DE PU.......TIN


Putin, el modelo que sigue Kirchner
Luis Majul está escribiendo un libro sobre los empresarios de la era K. Hoy en una excelente columna anticipa el modelo de Néstor Kirchner para quedarse con las principales empresas del país. Una idea que originalmente era de firmas como Techint o Pérez Companc y Kirchner reformuló.

Luis Majul editó en los 90 dos libros que retrataban a la clase empresaria que se estaba beneficiando con el ciclo de privatizaciones menemistas -el primero de ellos, muy superior al segundo-, que se llamaron "Los dueños de la Argentina".

Ahora, con la decadencia del kirchnerismo regresa al género, esta vez investigando a la proliferación de testaferros y empresarios amigos de Néstor Kirchner que se están quedando con las principales empresas del país. Con el título provisorio de "El dueño de la Argentina", el trabajo ya inquieta a poderosos como Cristóbal López, Lázaro Báez, Rudy Ulloa y tantos otros de fortuna ascendente en el actual ciclo.

En un vibrante anticipo de ese libro que saldría a la venta a mediados de año -en plena campaña electoral-, Majul publica hoy una excelente columna en El Cronista Comercial. Vale la pena leerla para entender la lógica profunda que anima la voracidad del ex presidente.

Por Luis Majul

El empresario, uno de los hombres políticos más importantes de la Argentina, tomó lápiz y papel, dividió a la hoja con tres líneas y sentenció:

“Néstor Kirchner es un hombre cada vez con menos poder, y el kirchnerismo está perdiendo miles de votos todos los días. Primero perdió el voto de la clase media urbana, después perdió el voto del campo y todos los que viven directamente de él y a partir de marzo empezará a perder el voto del primer y segundo cordón de la provincia de Buenos Aires, porque el aumento del desempleo en las fábricas y las industrias será muy fuerte e inevitable”.

El hombre siempre tuvo línea directa con este gobierno. Y la sigue manteniendo. También recibió, como la mayoría, su cuota de maltrato y humillación, aunque él considera que no fue nada, comparada con lo que soportaron otros colegas. Integra el selecto grupo de hombres de negocios que ni bien asumió Néstor Kirchner, le propuso a su administración un plan hasta ahora secreto y por demás ambicioso: la nacionalización de grandes empresas como YPF, Telefónica, Telecom, Edenor, Edesur y Aerolíneas Argentinas. Ahora lo recuerda con nostalgia:

“La crisis de entonces nos ponía frente a una gran oportunidad. El plan era que grupos con suficiente ‘espalda’ como Pérez Companc, Techint, Arcor, Roggio o Clarín comprarían a buen precio, y con ayuda del gobierno, los activos que, a esa altura, para los socios extranjeros, no resultaban tan atractivos por la devaluación y el congelamiento de tarifas. La propuesta era brillante. Y hasta el Presidente la escuchó con mucho entusiasmo: era funcional para su proyecto político y muy bueno para la economía argentina”.

- ¿Y por qué no la ‘compraron’? - le pregunté.

- ¡Si, la compraron! Pero con una pequeña modificación en la idea original: en vez de permitir el ingreso de los grandes grupos nacionales facilitaron la entrada a sus amigos. O para ser más preciso: a los amigos de Néstor.

El CEO volvió a subrayar las tres categorías de votantes en las que dividió el padrón y agregó:

“Al voto de la clase media urbana, el kirchnerismo ya lo había perdido en las últimas presidenciales. El campo no lo va a votar ni aunque le devuelvan todas las retenciones mañana. Y tengo encuestas cualitativas en el primer y segundo cordón que son muy críticas hacia Néstor y Cristina. Los intendentes lo saben: por eso no quieren sacarse fotos ni mostrarse en público con ninguno de los dos”.

El empresario ve a Kirchner sin ninguna alternativa de pelear el 2011 y con muy pocas posibilidades de salir airoso en las próximas legislativas.

“Solo lo puede salvar una pelea de último momento entre Macri, De Narváez y Solá y otro conflicto que le impida a Margarita Stolbizer terminar de arreglar con el aparato de la UCR”, sentenció.

Lector empedernido, analista estratégico, la fuente comparó a Néstor Kirchner con Vladimir Putin cuando le mencioné la hipótesis de que el ex presidente aspiraría a transformarse en un integrante del poder permanente, un nuevo dueño de la Argentina.

Putin, ex miembro de la KGB, es la cabeza de un proyecto de poder permanente. Es uno de los exponentes más importantes de una vasta operación que implicó la distribución de los mejores negocios de la transición de la salida del comunismo al ingreso del capitalismo. Podríamos decir que Mendelev, el actual presidente de Rusia, sería la Cristina de Putin, la garantía de continuidad de los negocios del régimen. Es evidente que el proyecto de Kirchner era de por lo menos veinte años. Por eso es tan vasto y tan diverso. La gran pregunta es cuando comienza el principio del fin.

1 comentario:

Anónimo dijo...

excelente tu pagina! tengo 25 años y no quiero esta clase de de carroña para gobernar, espero que este proximo octubre la gente piense con la cabeza y no con el choripan y se comience a terminar con esta pseudo monarkia absolutista. Igual soy crellente de que este pais la unica solucion que le queda a sus ciudadanos es que algun dia empiecen a rodar cabezas alla como sucedio en la empobrecida francia de hace mas de 200 años.....asi se van a dejar de jooder, ROBARNOS Y ENRIQUECIENDOSE A COSTA DE TODOS... gracias y felicitaciones por la pagina