martes, 24 de febrero de 2009

ROSARIO: SE AGOTARON LOS HUEVOS


Cristina va a Rosario en medio de escraches y clima enrarecido
La presidenta pisará, por primera vez en su gestión, tal vez el terreno más hostil por el conflicto con el campo. Si hoy no hay buenas noticias en la cumbre de la Mesa de Enlace y el gobierno, la cosa sería aún más difícil. Castells ya adelantó un escrache con 2 mil personas. La nueva estrategia de exponerse en el rechazo, aunque presente obras que no financió el gobierno.

La Política Online
Si la semana pasada Cristina Kirchner había suspendido su visita a Rosario por cuestiones climáticas, el ambiente que la espera mañana no aparece a priori mejor a una lluvia torrencial. Allí, ya adelantaron que la espera un escrache de al menos dos mil personas, sin olvidar que quedará de cara a una de las ciudades símbolo del conflicto agropecuario y en una provincia donde, hoy, el sello K es mala palabra.

Hasta la “Chicago” argentina, como conocen a esta ciudad, llegará la presidenta por primera vez en su gestión. Irá acompañada del gobernador Hermes Binner, el mandatario más comprometido con el campo y que incluso ofició de mediador con la Mesa de Enlace, y con el intendente Miguel Lifschitz, intendente también socialista, que responde a Binner y es firme candidato para sucederlo en la gobernación.

Esto, en pocas palabras, se podría traducir en que si hubiese elegido guardaespaldas para una empresa tan complicado, seguramente hubiese optado por otros nombres. Es que los dos rosarinos –intendente y ex- son dos de los principales voces que piden a gritos la suspensión de las retenciones. Binner, además, demandará a Cristina en la Corte Suprema para reclamar por una deuda que de $4.000 millones que el gobierno nacional le debe a su provincia. Es el 15% de la coparticipación que no percibe porque el kirchnerismo financia a la Anses.


Escrache

Cristina tiene previsto visitar las obras del muelle del Parque de España, que se derrumbó en 2005, y después encabezar un acto en Villa Corrientes, ex La Lata, donde se terminó una etapa del plan Hábitat, que prevé un mejoramiento importante de ese sector del asentamiento. Hasta allí ya avisó que llegará Raúl Castells con un escrache de, al menos, dos mil personas.

El líder piquetero, instalado desde hace un tiempo en Rosario, opinó en la previa que "se dignó a visitarnos para hacer nuevas promesas y marcharemos junto a unos dos mil compañeros para protestar contra su presencia”.

“Nosotros estaremos en barrio La Lata para que se firme el convenio que efectivice lo que ya prometió cuatro veces y aún no cumplió”, dijo y cerró: “"Si nos pasa algo, será responsabilidad del Gobierno nacional. Queremos presentar un petitorio con reclamos".

Cambio de perfil

Rosario podría ser tranquilamente clasificada como el “corazón” del campo. Por eso, si el clima ya venía complicado para el kirchnerismo allí, ahora tendrá como atenuante lo que pueda pasar en la primera reunión entre el gobierno y la Mesa de Enlace que tiene lugar en el Ministerio de Hacienda. Si las primeras señales no son como mínimo neutras –ni hablar de si son negativas-, los ánimos podrían caldearse todavía más. De hecho, no descartan que puedan llegar a la ciudad más importante de Santa Fe desde pueblos agrícola ganaderos como Armstrong, Capitán Bermúdez o Cañada de Gómez.

Lo que deja esto de manifiesto es un cambio de estrategia en la Casa Rosada. Antes, los destinos de Cristina eran Nueva York, Madrid, París o el Magreb africano. Ahora, la jugada es exponerse en aquellos lugares donde existe un profundo rechazo al gobierno, tal vez en un intento desesperado por revertir una situación que asoma irreversible. Esto ya se verificó ayer cuando visitó Catamarca, la provincia de Eduardo Brizuela del Moral, un ex socio del gobierno que ya dejó hace meses su alineamiento kirchnerista.

De hecho, hay un dato excluyente para verificar esto. Es que ninguna de las obras que Cristina va a inaugurar a Rosario fueron financiadas por el gobierno nacional. La primera etapa de este proyecto de viviendas se financió con 71 millones de dólares, 43 de los cuales surgieron de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que llega a Rosario a través del Ministerio de Planificación. El resto, más de 28 millones de dólares, es solventado por el presupuesto municipal.

Es que incluso hasta hubo pequeñas trabas del gobierno. Según indica el diario La Capital, de Rosario, la Municipalidad no había logrado el financiamiento internacional del Hábitat II, luego de que se retirara este proyecto de las prioridades para obtener fondos de los organismos internacionales.

La visita que la presidenta iba a concretar la semana pasada, se había decidido a último momento, dos días antes, lo que es poco usual. En la Municipalidad, sorprendió el arribo a Rosario de los hombres de protocolo y seguridad, para definir dónde se iba a realizar el acto principal.

Lifschitz tuvo que movilizar un contacto con la Secretaría de Obras Públicas de la Nación, para insistir con que ese plan logre financiamiento externo.

El gobierno nacional tiene una histórica deuda con la provincia en materia de viviendas. En marzo de 2007, se anunció la construcción de 255.000, con el Plan Federal II, de las cuales Santa Fe erigiría 21.000. Aún no se empezó a fabricar ni una sola de esas unidades habitacionales. El Ministerio de Planificación Federal adeuda otras 4.000 viviendas de la primera versión del programa.

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