miércoles, 25 de febrero de 2009

LA DEBACLE


Apenas comienza febrero pero pareciera que fuese mayo...

La política se encuentra agitada. La economía se resquebaja. Los reclamos sociales ya han comenzado. El año 2009 no da tregua. Enero no fue un mes de descanso para las noticias. Febrero, mucho menos. Los Kirchner no tienen paz, pero es la intranquilidad que supieron conseguir: sembraron vientos y que ahora soporten sus tempestades. Aqui la visión de Claudio Chiaruttini en su editorial de Sin Saco y Sin Corbata, por AM América.

POR CLAUDIO M. CHIARUTTINI | 03/02/2009 | 00:21 CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata). Parece mayo. La cantidad de noticias, el fragor político que se lee detrás de ellas hacen creer que las vacaciones pasaron hace 3 meses.

Sin embargo, recién está comenzando febrero. Pero el panorama político está tan efervescente como si faltara 1 mes para las elecciones. Llama la atención que el responsable del clima es el propio gobierno, a causa de su monotema: octubre.

Mientras USA sobrelleva su peor crisis en 26 años, el Fondo Monetario Internacional augura crecimiento 0 (cero) para la economía global, la Organización Mundial del Trabajo dice que 51 millones de personas perderán su empleo en 2009, y en Davos abundaron los presagios negativos, el matrimonio Kirchner dedica todos sus recursos, energía, imaginación y esfuerzo a tratar de mantener vivo su proyecto político. Demasiado mezquino para ser trascendente. Demasiado pequeño para resultar importante...

Una encuesta TNS Gallup Argentina y otra de Mora y Araujo confirman que el temor a los efectos de la crisis ya están en los hogares argentinos. Que la mayoría de las familias esperan un rebrote inflacionario. Que el dinero no les alcanza para pagar sus cuentas. Que están preocupadas por sus empleos y consideran que si quedan desempleados no podrán encontrar otro trabajo. ¿Cuál es la respuesta del gobierno? Canje de calefones, termotanques y cocinas, además de heladeras perecederas.

Luego, los Kirchner se enfurecen (hasta entre ellos) porque no crece la confianza.

Los argentinos son invadidos por expectativas de incertidumbre e inseguridad cuando se confirma que Brasil levanta barreras al 70% de las exportaciones argentinos pero horas más tarde suspende la medida, confirmando que el peligro de una guerra proteccionista ha llegado al propio Mercosur.

Pero el matrimonio Kirchner no pareció comprender la amenaza y festejó el anuncio del canje de bonos garatizados -¿Quién no iba a canjear? Se consigue una tasa de interés más cara y, si bien no se cobra, ayuda a mejorar el maquillaje de la contabilidad propia- y festejó el 97% de adhesión, obtenido con amenazas a algunos de los participantes más renuentes.

Pero los Kirchner se enojan más y más porque no crece la confianza.

Hace una semana se decía que el canje de bonos produciría un ahorro de $3.000 millones, pero terminó siendo sólo de $300 millones. Pocos ciudadanos se dieron cuenta (la información diferente demuestra, objetivamente, que es una ficción eso de que todos somos iguales) de que se duplicó la tasa de interés de referencia que se usa para los papeles

Pero los Kirchner se enojan más y más porque no crece la confianza.

El gobierno sólo logró diferir 9% de los pagos de deuda del 2009 y despierta dudas en un mercado cambiario en donde ningún especialista sabe de dónde saldrán los US$26.000 millones que necesitan el Estado y los privados para cumplir con sus obligaciones internacionales o financiar la fuga de divisas.
En ese marco, que se toquen las reservas o que el dólar busque una senda empinada es una alternativa borgiana en el jardín de los senderos que se bifurcan.

Pero los Kirchner se enojan más y más porque no crece la confianza.

El gobierno se da cuenta tarde de sus errores. Cuando Barak Obama llamó por teléfono a Inácio Lula da Silva, en la Quinta de Olivos comenzaron a sospechar que fue un error viajar a Cuba y Venezuela la semana pasada ("La Presidente estaba en el lugar indicado", había sostenido con estúpida altanería Horacio Verbitsky, horas antes, en el panegírico kirchnerista llamado Página/12).

Hoy, la Casa Rosada trata de obtener una foto con el nuevo Presidente de USA. Han descubierto que no ayuda que la Presidente de la Nación compare a Barak Obama con Néstor Kirchner.

Pero los Kirchner se enojan más y más porque no crece la confianza.

En tanto, el matrimonio gobernante continuó funcionando en términos exclusivos de campaña proselitista. La Presidente se encargó de renovar sus promesas de viviendas y obras públicas mientras su marido negociaba en la Quinta de Olivos con una docena de gobernadores, tal como ocurrió en la primera mitad del mes con los intendentes del conurbano bonaerense. Promesas de votos contra promesas de bolsas de cal y arena.

Pero los Kirchner se enojan más y más porque no crece la confianza.

El gobierno festeja la foto de Cristina de Kirchner junto a Juan Carlos Schiaretti. Sin embargo, el cordobés y Carlos Alberto Reutemann siguen diferenciándose del kirchnerismo.

Después de 2 semanas de negociaciones, Néstor Kirchner no logró definir las listas oficiales en Santa Fe y Córdoba y existe la sensación de que el ex Presidente de la Nación no podrá imponer sus alfiles en el interior y que deberá discutir cada puesto con cada gobernador.

En tanto, amparados en su apoyo ciego a Néstor Kirchner, algunos gobernadores (los más genuflexos, a la vez los más ineficientes y, probablemente, los más corruptos) buscan perpetuarse en el cargo.

Ahora es el turno de José Alperovich, en Tucumán.

Pero los Kirchner se enojan más y más porque no crece la confianza.

Consolidar acuerdos con ciertos gobernadores es clave para que la Quinta de Olivos pueda desatar toda su furia contra los hombres de campo.

Desde la red de clientelismo agropecuario que negocia el secretario de Comercio Interior, el inefable Lassie Moreno, quien dice que se llama Guillermo, con un costo de $1.000 millones, hasta la quita de las cartas de porte a la Federación Agraria Argentina (algunos dicen para entregársela, en el futuro, al gremio de camioneros de Hugo Moyano), pasando por la insípida declaración de la Emergencia Agropecuaria, el resultado fue que la Mesa de Enlace unificó su decisión de frenar la comercialización de productos en el menor tiempo posible.

Los estrategas oficiales se siguen equivocando. Insisten en suponer que pueden acceder al precio de cada ciudadano, y que ese alquiler de voluntades se hace con dinero.

Es el motivo del anuncio del pago de todos los juicios pendientes a los jubilados. La medida puede resultar justa pero es criticable el uso electoral de los $2.243 millones a prorratear.

Pregunta: -¿Por qué esa medida se toma en 2009 y no sucedió en 2003, 2005 ó 2007, cuando el kirchnerismo se sentía fuerte y no necesitaba del voto de los jubilados?

Respuesta: -Porque las encuestas confirman que el sector que más perdió poder adquisitivo desde junio (cerca del 40%) fueron los jubilados y pensionados, una masa de 6 millones de potenciales votantes.

El tema también está vinculado a la dura batalla que se avecina con el sector sindical. Ya se intercambiaron amenazas y ofertas de negociación para acotar los reclamos que se llevarán a las convenciones colectivas.

Desde la Confederación General del Trabajo se ha sostenido que

> no se aceptarán congelamientos de salarios,

> es necesario mantener el poder adquisitivo de los sueldos, y

> los datos del INdEC no sirven como parámetro.

Desde el gobierno respondieron cediendo en el pago a jubilados, aumentando los aportes de los monotributistas a las obras sociales y prometiendo más poder sindical en la nueva Ley de ARTs.

Por ahora, las posiciones están equilibrada, pero cuando el gastronómico Luis Barrionuevo reconoce que la conflictividad gremial y electoral serán claves durante el año, confirma que en las filas sindicales hay espíritu para jaquear al Ejecutivo Nacional y, si es necesario, mantener la tensión social hasta las elecciones de octubre.

El sector más débil de la negociación salarial son los empresario, ignorados cuando propusieron congelar salarios por 6 meses a los efectos de evitar despidos.

Nadie en el gobierno ni en el sindicalismo aceptaría esa realidad. Los empresarios tampoco se demostrado eficiencia en acumular herramientas para enfrentar las presiones de los otros 2 sectores.

En un país donde

> los empresarios reconocen que se pagan sobornos para concretar negocios,

> el Gobierno fija la rentabilidad,

> el Gobierno define a quién se vende y a quién se compra,

> el Gobierno define las tasas de interés,

> el crédito está en manos de la ANSeS, y

> la inversión casi no existe,

tener que cerrar una empresa antes de fundirse es una opción aceptable.

Quienes pueden quedar atrapada en las negociaciones salariales del Estado Nacional son las provincias, que dependen de los valores de ajuste que obtengan los gremios de la Casa Rosada.

La mayoría de los gobiernos del interior tiene saldo negativo en sus cuentas, y si el gasto en personal aumenta más del 15%, deberán endeudarse, emitir bonos o reclamar más dinero a la Quinta de Olivos para pagar los sueldos. Ya ocurrió en días de Carlos Saúl Menem.

Pero esta vez el clima puede empeorar.

Cuando el gobierno anunció ela Emergencia Agropecuaria, le arrebató a las provincias casi $5.000 millones. Así, por menor recaudación y por aumento de masa salarial, la situación en las provincias tiende a ponerse complicada.

Y todo lo que negocia Néstor Kirchner con los gobernadores puede derrumbarse en junio o julio, cuando la plata en las provincias comience a faltar.

Sin embargo, nadie parece darse cuenta de esta encrucijada. Ni siquiera los serviles mandatarios provinciales.

Más allá de los innumerables anuncios de obras públicas que realiza la Presidente de la Nación frente a su coro estable de aplaudidores, los intereses de la Quinta de Olivos y de los gobernadores están en coalición: mientras el Ejecutivo Nacional necesita exhibir gestión, los Ejecutivos provinciales quieren plata.

Por eso el matrimonio Kirchner se equivoca cuando cree que con canjes de electrodomésticos, algo de prensa favorable y una oposición dividida, la elección está ganada.

No entienden que los canjes, la adhesión de gobernadores y sindicalistas, la imagen del gobierno en la opinión pública y el futuro de la oposición lo definirán los recursos monetarios que en octubre tengan los argentinos en sus bolsillos y los gobernadores en sus cajas.

> Si la crisis externa se profundiza, no llegarán los dólares que necesita el Ejecutivo Nacional para cumplir con las necesidades de financiación,

> si la gente no cree que pueda pagar las cuotas, los planes canjes son sólo anuncios vacíos;

> si los gremios no obtienen los aumentos que buscan, habrá olas de paros;

> si los gobernadores no tienen dinero para pagar los sueldos de sus empleados, la alianza gobernante será destrozada.

En este marco, no importa quién encabece la oposición, pero ganará en octubre.

Por eso, el matrimonio Kirchner se equivoca cuando organiza 3 actos por semana en la Quinta de Olivos.

Y vuelve a equivocarse cuando busca la foto forzada con Barak Obama (mejor ni hablemos de la foto con Fidel Castro, ¿no?).

O cuando supone que el malhumor del campo se calma con clientelismo y subsidios.

Pese a que pasaron casi 6 años, el matrimonio Kirchner todavía no aprendió que la clave es la confianza.

Cuando hay confianza, hay inversiones.

Cuando hay confianza, hay crédito.

Cuando hay confianza, las encuestas son favorables.

Cuando hay confianza, hay trabajo.

Cuando hay confianza, el dinero sobra.

Cuando el dinero sobra, se ganan elecciones.

Mientras el matrimonio Kirchner piensa en las elecciones de octubre, su falta de gestión destroza la confianza y en cada acto de marketing político magnifican su falta de gestión.

Entonces, cada fotografía de Néstor Kirchner con un intendente o un gobernador o cada anuncio vacío que realiza la Presidente de la Nación no hacen más que confirmar que el triunfo del oficialismo en octubre está cada vez más lejos.
FTE TABANO

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