sábado, 19 de septiembre de 2009

QUÉ VIEJA DE M.......


www.politicaydesarrollo.com.ar
Titulé: ¡Qué vieja de mierda! – Diario7
Para Carmen Argibay, juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina, desde el hartazgo.

Por Juan Carlos Sánchez Dodorico

La inatacable juez, desde su supremacía impúdica y sabiendo de sus privilegios que la hacen intocable, se asocia con homicidas y promueve el aborto. ¡Qué justicia tenemos, compatriotas! Pese a ello creo que me extralimité.

El título es grosero, una feroz falta de respeto que me obliga a reflexionar.
¿Quién sufre la ofensa? ¿La juez o la mierda?
La mierda es el feliz resultado de una buena comida. Cuanto más variada y nutriente es la alimentación, más fétida, flatulenta y deseada es. Todos los días nos sentamos sobre ella y si eso no ocurre acudimos al médico o a los publicitados yogures aceleradores del tránsito, toda una industria se mueve alrededor de la mierda. Las del papel higiénico, de los alimentos con fibra, de los desodorantes de inodoro, de las cremas para las hemorroides, de los yogures y muchas más. La mierda es una celebridad que mueve la economía.
Orinar se puede, de apuro, en cualquier yuyito (también la soja), en el árbol de la puerta de calle, en la rejilla del patio o en un portal oscuro. Bañarse es posible a manguerazos o baldazos. Pero es poco elegante evacuar fuera del inodoro. O sea que la mierda recibe un trato especial y casi reverente al punto que su ausencia tal como digo renglones arriba, provoca molestias, enfermedades, ingratos olores y ruidos llamativos, corridas al médico y a la farmacia y finalmente cuando acude, una explosión que nos hace suspirar como en los mejores momentos del noviazgo.
No la comparo con una bella aspirante a esposa pero novias puede haber muchas y mierda siempre hay una sola.
Con todo esto no me queda más remedio que reverenciarla.

Una juez en cambio, que desprecia la vida a cuya tutela fue convocada y para lo cual prestó juramento ante la Constitución de la Nación que la respeta desde la concepción hasta la muerte natural, de ser evacuada, también provocaría un suspiro... de alivio.
¿Qué es peor? ¿Sentarse todos los días sobre la mierda o vivir enterrado en ella hasta las narices?

La sublime Juez elegida por KK (¡Otra vez la mierda...!) por ser modelo judicial y social, en la nota que se publica en este medio, sostiene entre otras barbaridades que:

“...el aborto es algo que ocurre, que es parte de nuestra naturaleza humana”.
Y elude decir que:
1. La ley (la Constitución)que ella debe obedecer, respetar y aplicar considera la vida humana como tal desde la concepción.
2. Que el fetito adquiere derechos civiles desde los primeros instantes de su vida y por eso hay leyes de protección a la embarazada, a la familia y hereditarias que lo tienen por sujeto de derecho.
3. Que la sociedad a cuyo servicio se encuentra y que le paga su sueldo (y las indemnizaciones que habría cobrado y no devuelto por ser desaparecida durante la dictadura, hoy en acción, dicen...) desprecia el aborto al punto de que quienes matan de tal forma lo hacen con vergüenza y en lo oculto y que quienes se alaban o glorifican de haber abortado, o no tienen todos los caramelos en el frasco o son unas loquitas. Véase la realidad y no el slogan que nos invade.
4. Finalmente -y este listado es meramente enunciativo y no limitativo-, que la norma actual es producto de la sabiduría de legisladores que interpretaron el sentir de la comunidad histórica y vivencialmente considerada.
5. Y algo más que es antropológico: Las especies se reproducen, todas, las más amenazadas en abundancia porque son parte de la cadena alimentaria o como los pobres, gente de descarte. La especie humana como todas, salvo que la perturben sociológica y psíquicamente, busca y defiende la cría.

Argibay reclama la "libertad de la mujer para decidir", algo loable siempre y cuando no signifique la muerte traumática y no deseada de alguien indefenso.

Dijo: “A mí me han gritado muchas veces asesina, abortista. Ese no es un argumento. Somos prolibertad de decidir. No somos abortistas. Abortistas son los que no quieren que nazca ningún bebé.”
¿Es o no asesina y abortista quien promueve el aborto?
Doña Argibay sufre de un grave stress diccionarial. Propiciar un solo aborto ya es suficiente. Quizá por eso sus amigas pro abortistas y pro asesinato de bebés indefensos necesitan de 30.000 desaparecidos (porque Dios las cría y ellas se amontonan y para esto están juntas) y no les basta con uno sólo, que ya es suficiente para el escándalo porque una vida humana es invalorable e irrepetible.

Sostuvo equívocamente que "...no es lo mismo la vida antes del nacimiento que después". "Un feto no puede vivir sin la madre, no es independiente hasta que nace. Recién cuando nace puede ser considerado persona desde el punto de vista jurídico."
Es cierto que la vida antes del nacimiento no es la misma que después. ¿Y por qué razón humanitaria cree Argibay que antes de nacimiento es descartable?
Se contradice, si es vida debe protegerla, ella es Juez de la Nación y no un argumento para asesinas.
La independencia a la que alude no es justificación de la muerte de alguien. Si no sonados están los discapacitados, los ancianos, los niños pequeños, los enfermos y en general todos los argentinos que aún no nos libramos de Kirchner, el padre de esta criatura no abortada que es la sociedad neo progresista que instaló artificialmente en la Argentina.
Y la vida es la tutelada por la norma legal, sea o no considerada persona jurídicamente hablando. Esto último es un argumento de oportunidad, un sofisma. La ley es meramente el tímido intento del hombre por codificar la decencia y que yo sepa matar es indecente, una incompostura de la conducta.

Arguye ininteligiblemente a continuación que “...la dignidad de las mujeres pasa también por la igualdad de oportunidades que se nos niega (al obligarnos a continuar con un embarazo que no se quiere).”
¿Cuál es la desigualdad? ¿Acaso los hombres podemos abortar? ¿Somos tan machistas que queremos reservarnos para nosotros solos tal “derecho”?
Señora, lo único que los hombres conservamos panza adentro y expulsamos haciendo fuerza es la mierda, y lamentablemente retornamos a ella habiéndola ya olvidado renglones arriba. Y por favor, no compare en bebé no nacido con la KK.

Cuando Argibay alude a la violación como justificativo del homicidio de un nonato vuelve a ignorar el derecho y su función como juez de la Nación.
La violación es un delito y en lo posible y de descubrirse al delincuente, hay que penalizarlo. ¿Qué tiene que ver el niño en este asunto? ¿No hay alternativa a matarlo? El embarazo no es una enfermedad ni siquiera psíquica aunque en determinados casos la madre requiera de ayuda profesional. Con un buen sistema de salud casi ninguna mamá muere de embarazo o de parto. Ayudemos a la madre a dar vida, contengámosla, luego cuando nazca el niño podrá ser dado en adopción o en todo caso y para no poner en riesgo la vida de la madre o su psiquis con un aborto –que graves consecuencias apareja y se arrastran para toda la vida desequilibrando a la que aborta- matémoslo, así uno sólo sufrirá daño.

Pero lo extremadamente gracioso de su disertación es su ataque a las confesiones religiosas, especialmente a la Iglesia Católica, por su posición anti abortista. “Con una pandemia de SIDA, esa posición es criminal”, dijo.
Como si el SIDA se curara matando niños... ¡Qué abombada...!

Y la nota termina con una desopilante verdad de Perogrullo: “Cada mujer tiene que decidir lo que a ella le conviene” dijo.
Con lo cual me discrimina..., yo, hombre, también tengo derecho entonces a eliminar todo aquello que me incomoda: Mis acreedores, los ladrones, los inspectores de tránsito, los políticos del kirchnerismo, los colegas periodistas que ganan premios que no obtengo, los que le arrastran el ala a mi mujer y la lista es interminable. (Ayúdeme, mande balas).
Porque tengo el derecho a decidir lo que me conviene...

¿Qué no es lo mismo porque uno es chiquitito y el otro grande...?
¡Sonaron los petisos...!

Concluyo: Me extralimité en el título de la nota de Diario7 al poner “¡Qué vieja de mierda...!”

¡Perdón mierda...!

E-mail del autor zschez@yahoo.com.ar
18 Set 09



Contáctenos politicaydesarrollo@gmail.com

No hay comentarios: