YERBAS VARIAS

De Kirchner, Cobos, Duhalde, Reutemann, Macri, Carrió y otras yerbas

La política argentina sufre una pérdida de identidad muy grande, que hace que la clase dirigente haya dejado de tener el peso que alguna vez tuvo en nuestro país. Por qué los grandes nombres de la política pierden peso en la población y la delicada situación de un país que entre tantas peleas estériles naufraga a la deriva


La crisis en la que está sumergida la Argentina desde hace tiempo, no es sólo económica, sino también de representatividad de aquellos que tienen la responsabilidad de conducir los destinos de la Nación , que han prometido una cosa cuando estaban en campaña, y que una vez llegados al poder han hecho todo lo contrario a lo que se habían comprometido, dando paso a una sensación de descreimiento y de desconfianza por parte de la ciudadanía a la clase dirigente.



A pesar de los pronósticos desalentadores que caían sobre el oficialismo después del 28-J, la realidad marca que un Néstor Kirchner guerrero, ha logrado sacar al espacio po lítico que él conduce a flote y lo ha puesto nuevamente en lo más alto de la discusión política, al lograr que el Congreso nacional votara proyectos significativos para el Ejecutivo, como la prolongación de las facultades delegadas para el Ejecutivo y el veto a ley de emergencia de agropecuaria y que espera continuar ahora con la nueva ley de servicios audiovisuales.



Estas acciones exitosas del santacruceño lo han envalentonado de tal manera que ya ha hecho circular a través de sus voceros extraoficiales, que está pensando y armando su candidatura presidencial para el año 2011, como una manera de profundizar aún más el modelo iniciado en el 2003, y que para eso cuenta con más del 30 por ciento del electorado nacional que en junio le dio la derecha a un modelo de gestión que sacó a la Argentina de la crisis del 2001, algo que ningún otro partido político puede presentarle a la sociedad.



Al medir las fuerzas, el kirchnerismo le muestra a la sociedad, y principalmente a sus rivales internos del peronismo, que cuenta con el apoyo vital de los intendentes del conurbano bonaerense, esta especie de minigobernadores que manejan una Argentina aparte, y que ante la falta de propuestas serias por parte del antikirchnerismo, se refugian en la figura del patagónico como una manera de encontrar fondos y obras públicas para sus distritos.



Como una forma de demostración de fuerza al interior del PJ, cuentan los que conocen al santacruceño que el pasado viernes en Olivos el gobernador de Scioli le hizo notar al ex presidente Kirchner que la ultima vez que la Nación dejó de enviarle los fondos a la provincia de Buenos Aires ocurrió en septiembre del 2001 y trajo consigo al “Patacón” y las posteriores consecuencias que tan ingratamente se conocen.



Si bien el ex presidente prometió apagar el principio de incendio enviando la remesa correspondiente al mes en curso, queda otra vez de manifiesto el poder de fuego que posee el pingüino mayor y todavía nadie de la oposición haya podido responder a la pregunta que hace algunos largos meses formuló el presidente de CRA (Confederaciones Rurales Argentinas), el belgranense Mario Llambías quien se interrogó en ese momento sobre Néstor Kirchner diciéndose ¿quién es ese hombre y qué cargo ocupa para decidir por los fondos y reservas de todos los argentinos?. En aquel momento desde este portal se dijo que ahí estaba la traba principal que tenía el desenvolvimiento de la política nacional, en que una sola persona fuera de cualquier cargo público se arroga todo el poder a discreción.



Cada persona que sale de Olivos sale con explicaciones distintas y en su mayoría no son atendidos, ya que el personaje en cuestión no acepta preguntas, reproches y bajo ningún punto de vista consejo alguno para corregir el rumbo planteado. En estos días lo que se reclama es un “plan”, se acabó la política del día a día; la sociedad reclama de los actores políticos, un mapa que derive en certidumbres, porque sino lo único que se logra es agotar las paciencias de andar en penumbras chocándose con piedras a cada rato.



Dentro del propio Partido Justicialista, quien sin dudas intenta darle cabida a un proyecto superador al kirchnerismo, es el ex presidente Eduardo Duhalde, quien viene trabajando incesantemente en tratar de reparar lo que él considera el “gran error de su vida” al haber ayudado a poner en la Casa Rosada al matrimonio Kirchner.



Concienzudo y obsesivo como pocos, Duhalde ya ha establecido un par de jugadas políticas, tal cual hace habitualmente cuando realiza interminables partidas de ajedrez, para parar la intromisión del kirchnerismo en la parte profunda del conurbano y ha vuelto a comandar a su equipo en una serie de actividades, tanto públicas como privadas, tendientes a imponer la idea dentro del peronismo de que la renovación partidaria se hace urgente y que es imposible que se siga con los mismos nombres desde el regreso de la democracia allá por 1983.



El ex mandatario está convencido que le debe dar su último acto personal a la Nación , y que el mismo consiste en no dejar que el kirchnerismo esté en el poder más allá del 2011, y por lo tanto hará todo lo que esté a su alcance para no permitir la perpetuidad K, y ya piensa en los candidatos dentro del propio Partido Justicialista que pueden servirle para acabar con los sueños del patagónico de volver a la Casa Rosada dentro de dos años.



Con un Kirchner al que considera aislado políticamente al interior del PJ, con una crisis económica que no deja lugar a dobleces y que debe sincerarse si es que se quiere encontrar una salida a la misma, Duhalde está convencido de que será la pieza fundamental en la arquitectura de un armado opositor a l kirchnerismo, que acabe con él y que le dé a la Argentina una opción de cambio con respecto al 2011.



Pero si hay alguien que dentro del PJ resulta la alternativa más viable para pelearle cara a cara a Kirchner, es la del ex gobernador de la provincia de Santa Fe, Carlos Reutemann, que es uno de los tres políticos mejor vistos por la sociedad, y su experiencia manejando uno de los territorios más importantes de la Argentina , lo convierten en el candidato ideal para darle a la sociedad como prueba de cambio y de renovación dentro del PJ.



Consciente de que muchos dentro del peronismo, empezando por Duhalde y dirigentes como jorge Busti y Juan Schiaretti, lo están apurando para que se defina como el candidato anti-K dentro del PJ para la presidencia en el 2011. El “Lole” se ha definido en las últimas semanas como un político que tiene tiempos normales, y no como alguien que se deja llevar por las tempestades acelerando los mismos sin pensarlos con mucha antelación.



Esta actitud de Reutemann no es nueva, sino que ya lo ha hecho en otras ocasiones. Basta recordar los hechos acaecidos en 1999 y en 2003, cuando el ex mandatario santafesino rechazó las candidaturas presidenciales que le ofrecían primero Menem y luego el lomense. "Es una falta de respeto que recié n electo senador me ponga a hablar de ser presidente. El 2011 está muy lejos", aseguran desde alrededor del senador.



El ex corredor de Fórmula Uno sólo decidirá su hipotética candidatura a fines del año que viene a o a principios del 2011, y aseveran sus más cercanos colaboradores que mientras acompañará como pueda al gobierno de Cristina Fernández para que llegue sin problemas al final de su mandato, y que para eso espera contar con el apoyo de todo el peronismo democrático, que quiere que a la Argentina le vaya bien, más allá de quien esté en el poder en forma circunstancial.



Cuando hablábamos de Eduardo Duhalde anteriormente, es sabido que el lomense no pierde sus contactos con los demás partidos políticos de la Argentina , como la Unión Cívica Radical (UCR) por ejemplo, especialmente con el vicepresidente Julio Cobos, con quien mantiene fluidos contactos y charlas sobre la realidad del país, y suelen coincidir en las recetas de la enfermedad de nuestro país, así como también en los remedios que deben darse para sacar a la Argentina de la situación en la que se encuentra.



El caudillo bonaerense manifiesta en privado a quien lo quiera escuchar que el mendocino sería un buen presidente y que lo acompañaría para que haga una virtual buena presidencia, ya que s egún dicen, el ex presidente habría augurado un período donde el PJ fuera oposición, ya que el kirchnerismo desvirtuó totalmente al PJ hasta destruirlo y dejarlo en ruinas.



Sin embargo, los más incisivos, expresan que estas palabras de Duhalde no hacen más que reflejar la intención del bonaerense de querer volver a la Casa Rosada , y de querer convertir a Cobos en un nuevo De la Rúa , es decir, dejar que el mendocino pague los platos rotos del mandato K y luego tenga que venir él como el “gran salvador de la Nación ”, tal cual hizo en el año 2002, donde después del descalabro de la Alianza llegó a la presidencia argentina.



Pero Cobos no es el único nombre de la oposición que suena fuerte en estos días, sino que los del jefe de gobierno porteño Mauricio Macri y el de la chaqueña Elisa Carrió también hacen ruido. El primero por ocupar el lugar por eminencia de la centroderecha, que alguna vez supieron tener Álvaro Alsogaray, Domingo Cavallo o Ricardo López Murphy, y que siempre ha mantenido un buen caudal de votos, aunque nunca le han alcanzado para llegar al poder. La segunda mientras tanto, por ser la figura de la oposición más mediática y polémica, que con sus denuncias a la gestión K, hace mucho ruido en Tribunales y llega a un sector importante de la población.



Sin embargo, Macri se está viendo absorbido por las vicisitudes de una gestión que nunca termina de despegar, y que a la hora de hacer cambios, los mismos terminan perjudicando a los que menos tienen, como son el escaso presupuesto para viviendas populares, la baja en el presupuesto destinado a la educación y la salud; a la que se suma la denuncia de los últimos días de que por cada peso invertido para evitar que los chicos pobres caigan en situaciones de mayor deterioro, la ciudad invierte diez para internarlos y encerrarlos.



En la Capital Federal el 10% de los habitantes vive por debajo de la línea de pobreza, y un 3% son indigentes, entre los que se destaca el 3% de chicos menores de 18 años que son pobres y que transitan los años más crucia les de su crecimiento en condiciones de supervivencia inaceptables. En vez de trabajar para mejorar esta situación, el gobierno porteño le quita los fondos indispensable para subsistir, cuestión de prioridades de gestión le dicen.



Por su parte, la chaqueña está en un nivel muy bajo de popularidad en estos días, que según una encuesta de Managment & Fit tiene una valoración positiva del 30,4%, pero con una intención de voto del 4,7%, algo muy bajo para alguien que ya se está candidateando para el 2011, y trabaja para buscar acuerdos electorales que le sirvan para pelear por dicho objetivo.



Carrió sabe que su situación al interior del Acuerdo Cívico y Social está muy deteriorada, es por eso que muchos analistas insisten en que la actitud de la chaqueña se debe más que nada a la intención de no perder fuerza dentro del armado opositor, intentando de esa manera hacer predominar varios de sus planteos, a sabiendas de que si va a una interna opositora con julio Cobos, el mendocino le sacaría amplias ventajas, y por eso con sus declaraciones y actitudes poco conciliadoras busca tensar una relación para conseguir arreglos partidarios que la dejen bien parada ante sus seguidores.



En el panorama general de las instituciones se advierte una degradación de los valores que deberían apuntalar la República representativa y federal que adoptamos hace un siglo y medio. Se ha dicho que el dinero está mal distribuido, y podemos agregar que también el poder está cada día menos repartido y más concentrado en la figura presidencial y en sus singulares próximos.



El alto desempleo, la multiplicación de villas miseria, el declinante y desparejo servicio de salud, la deficiente calidad escolar brindada por el Estado, el desalentador desempeño de una parte no menor de la Justicia y la inseguridad creciente, son algunos de los temas inquietantes que no pueden ser excluidos de la atención prioritaria de los que gozan del poder.



La Argentina está pasando un período de crisis, tanto política, como económica y social, que involucra una ausencia total de financiamiento externo, presión por parte de los acreedores, provincias al borde de estallidos sociales, recrudecimiento de conflictos gremiales producto de la inflación que achica los salarios de los trabajadores y la vuelta después de una primaverita a la precarización del trabajo en general, con un fuerte aumento del trabajo en negro. Esto hace que el gobierno se vaya debilitando tanto en el frente interno como externo, y la confianza en una pronta recuperación de nuestra economía sea muy lejana, y se den pronósticos muy negros sobre el futuro económico de nuestro país.



El kirchnerismo tiene todavía los recursos que le permiten recuperar la confianza, cuya pérdida es su gran debilidad. Para esto es preciso realizar una profunda transformación: los principios de la moral y de la justicia social deben ser auténtica y no decorativamente afirmados con hechos, y no con meros discursos de atractiva oratoria pero mínima solidez ni con proyectos con dudosas posibilidades de cumplimiento.



Al Gobierno lo sostienen la legitimidad de origen, la "inexperiencia" de los opositores y la incertidumbre personal y colectiva sobre el incierto futuro: está debilitada la esperanza y se teme el agotamiento de la paz. Sin duda, será necesario mirarse al espejo para ver nuestra auténtica imagen y abrir el cauce al restablecimiento de los valores quebrados, que apenas mantienen lo que nos queda de unión y solidaridad entre los argentinos. Es decir: el camino hacia la recuperación debe ser otro. Ni la política, ni la economía, ni la Justicia , ni las relaciones con el mundo se estabilizarán si persistimos en el mismo rumbo.



Después de todo lo sucedido y de un momento tan abrumador como el que estamos viviendo hoy en día, ¿será posible que la sabiduría reemplace a la necedad?. Sólo el tiempo dirá que postura triunfe en la política argentina, y si la misma servirá para sacar al país adelante.


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