domingo, 10 de enero de 2010

HASTA CUANDO ???


¿Hasta cuándo debemos aguantar tantas trasgresiones?


Desde el comienzo de la gestión de Kirchner en el ya lejano 2003, se notaba el escaso apego a las leyes y a la Constitución Nacional.

A los pocos meses de su asunción a la primera magistratura, los argentinos tomamos conocimiento de la biografía no autorizada de Néstor Kirchner, escrita por Daniel Osvaldo Gatti, en donde se confirmaba su desprecio a las leyes y reglamentaciones a lo largo de todo su mandato como gobernador de la provincia de Santa Cruz.

Lo guiaba en su accionar, exclusivamente su voluntad omnímoda, para lo cual no reparaba en cualquier medio o recurso para lograr sus propósitos.

Con el correr de su mandato como presidente se hacía cada vez más evidente esta grave falencia hasta que en el recambio presidencial en el 2008, su consorte consciente de estas trasgresiones al sistema democrático, se vio obligada a comprometerse en que uno de los principales y prioritarios objetivos en su gobierno, sería el respeto y fortalecimiento de las instituciones del país.

Pronto, pero muy pronto, se pudo comprobar que el matrimonio real estaba cortado por la misma tijera y que las mentiras, manipulación, engaños, y que el fin justificaba cualquier medio, era una constante en la gestión presidencial.

Las trampas, trapisondas y trasgresiones se convirtieron en procederes diarios en la política kirchnerista. Y que estos lamentables “atributos” presidenciales se van potenciando cada vez más.

El conflicto de la reina Cristina con el presidente del Banco Central ya traspone todos los límites de la sensatez y la cordura.

No es el propósito de esta nota exponer este nuevo gravísimo conflicto, sino simplemente exponer algunos aspectos del mismo.

Desde el mismo momento que se originó, las explicaciones y aclaraciones del gobierno fueron confusas, contradictorias y parecía que ensayaban algunas que pudieran parecer más creíbles.

Los comentarios del Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández y del senador Pichetto fueron realmente lastimosos y lamentables. Estos dos personajes son cada vez más patéticos. La “ayuda” recibida por las declaraciones del piquetero D’Elía sólo reforzó una situación que entre personas normales podría haberse arreglado civilizadamente, en una grave crisis institucional.

Una simple diferencia de opinión totalmente manejable se convirtió, siguiendo el clásico estilo Kirchner de emplear la prepotencia y el atropello para una producir una confrontación, en una crisis de consecuencias incalculables y comprometiendo de paso, a todos sus ministros y también al prestigio y la economía del país.

¿No habrá tenido razón Valenzuela en decir que no había seguridad jurídica en nuestro país? Habría que preguntárselo nuevamente a Cristina.

Pero yendo al fondo de este conflicto tan absurdo y despejándolo de la hojarasca mediática, subyace el origen del problema: para el año 2010 el gobierno necesitaría tres Fondos del Bicentenario, es decir la friolera de casi 20.000 millones de dólares.

Parte los fondos que se le está requiriendo al Banco Central para pagar deuda externa ya está prevista en el presupuesto para este año para el mismo fin. ¿Otra chicana de los Kirchner?

Un esclarecedor artículo del economista Carlos Melconian (ref.1) atribuye el origen del conflicto al dramático deterioro del déficit fiscal de más de 5 puntos del PBI en un solo año.

Sintetizando la administración de la pareja real necesita imperiosamente esos fondos para pagar los servicios de la deuda externa, solucionar el tema los tenedores de deuda en default, sostener el inaudito nivel de aumento del gasto público en un año preelectoral y mantener el conocido “liderazgo del estilo K” de comprar voluntades, extorsionar y las consabidas prebendas y obras públicas para los amigos del poder.

Paralelamente el conflicto está tan torpemente llevado por el gobierno que tiene otros ingredientes no deseados que groseramente potencian: la expresiones descalificantes de la reina Cristina: “Que Cobos aprenda el rol del vicepresidente” no hacen más que volverlo al centro de la escena y de la opinión pública.

Por su parte precipitó que el diputado nacional Pino Solanas denunciara penalmente a la presidente y a miembros del gabinete nacional por “abuso de autoridad y administración fraudulenta de bienes públicos”, a raíz del DNU referentes al uso de las reservas.

Hay un consenso casi generalizado en los medios, en los analistas y en la opinión pública de indignación, severas críticas y preocupación referente a la torpe y arbitraria actuación del gobierno en esta nueva tragicomedia kirchnerista.

Nuestro país vive un escándalo institucional por el atolladero al cual nos llevó la acción del gobierno y terminó dándole la razón a Arturo Valenzuela sobre la débil seguridad jurídica nacional que ahora queda más evidenciada que nunca.

Y para terminar esta pregunta para nuestros conciudadanos: ¿Hasta cuándo debemos aguantar tantas trasgresiones y atropellos del gobierno?

07-01-10

Dr. Alfredo Raúl Weinstabl

alfredo@weinstabl.com.ar

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