CRISIS OLIVOS - LA PLATA

NUEVA CRISIS EN MARCHA ENTRE OLIVOS Y LA PLATA

Un posible pacto Kirchner-Massa pone en alerta a Scioli

Por Carlos Tórtora

El idilio de los últimos meses entre Néstor Kirchner y Daniel Scioli parece no tener futuro. Las relaciones entre ambos volvieron a deteriorarse en las últimas semanas, justamente cuando está por cumplirse un año del episodio más crítico. Fue horas después de que Kirchner mordiera el polvo de la derrota el 28-J ante Francisco De Narváez. Scioli, con gesto triunfante, apareció entonces en la Sociedad Rural con el senador Juan José Pampuro, fotografiándose junto a Luis Biolcati, Mario Llambías y otros dirigentes que se habían movilizado para que el campo votara contra el kirchnerismo. La reacción del ex presidente fue inmediata y durante varios meses corrió la versión de que terminaría renunciando a la gobernación para asumir como Diputado Nacional. Ahora la crisis está volviendo, pero las cosas son distintas. Kirchner se puso en estado de alerta cuando días atrás Clarín expuso que Scioli no aceptaría ser nuevamente su vice, porque consideraba inviable su triunfo. Esta fue la punta del iceberg de la nueva trama de acusaciones recíprocas. En Olivos están convencidos de que Scioli cocina, a fuego lento, un acuerdo con José Luis Gioja, Jorge Capitanich y Juan Manuel Urtubey, entre otros, para plantear -cuando sea oportuno- que la candidatura presidencial de Kirchner es una garantía de derrota en la segunda vuelta y que hay que buscar una alternativa que no lleve al oficialismo al abismo.

En La Plata se defienden argumentando que el ex motonauta no está buscando la candidatura presidencial sino la reelección, pero que teme ser arrastrado por la caída electoral del kirchnerismo.

Tercero en discordia

La obsesión por la posibilidad de que Scioli traicione habría impulsado a Kirchner a mover sus hilos. Es así que el repudiado Sergio Massa ya no lo sería tanto y Aníbal Fernández habría pasado por Tigre recientemente. Ya alarmado por la posibilidad de una aproximación entre Kirchner y Francisco De Narváez, el entorno de Scioli habría entrado en emergencia ante el nuevo peligro. Una de las versiones apunta a que Kirchner terminaría impulsando a Massa para la gobernación y obligando a Scioli a que acepte, como premio consuelo, la Senaduría Nacional. Las encuestas coinciden en que el intendente está abajo de las mediciones del gobernador en lo que hace a la intención de voto. Pero la encuesta de Management & Fit difundida este último fin de semana marca que Massa tiene una imagen positiva del 38% frente al 45% de Scioli, lo que indicaría que aquél puede empezar a crecer en intención de voto.

La onda naranja

En este clima nuevamente enrarecido, Scioli impartió la semana pasada instrucciones para activar su reelección y, además, para tratar de cerrar un cerco alrededor de Massa. Esto es, evitar que varios intendentes de la Primera Sección se encolumnen detrás de la candidatura a gobernador del tigrense. A todo esto, el marketing electoral del gobernador sería asumido por la Consultora Savaglio, que también asesora a De Narváez. Scioli estaría convencido de que el amarillo que identifica al PRO es un éxito, así que los consultores le habrían recomendado el naranja, que pasaría a ser el llamativo color de fondo de Scioli 2011.