sábado, 19 de junio de 2010

TRISTEZA


Es una inmensa tristeza, pensar en los años que hemos desperdiciado. Desde el principio, siempre hemos tenido cosas que con el tiempo, lo lamentamos. Durante años, poco a poco, hemos ido perdiendo la fe y confianza en los que hemos puesto en el gobierno. Entonces, pensamos que somos masoquistas. Solamente es culpa nuestra y no podemos descargarla en otras personas, grupos o elites.

Desde que comenzamos la vida laboral, hemos cumplido con las leyes. Pero cuando nos decían "Solo puedo pagar en negro", pensábamos que "de aquí a que lleguemos a 30 años de aportes, falta tantísimo tiempo" y aceptábamos. La urgencia de procurar un ingreso, nos presionaba. Sabíamos lo mal que hacíamos, pero "la necesidad tiene cara de hereje"

Pero cuando menos lo esperamos, los años nos estaban "golpeando" a la puerta. Ahí nos damos cuenta de que rápido se va la vida. En el momento de recibir las "migajas" que nos tira el administrador de nuestros fondos, levantamos presión. Es que han creído que ese dinero lo deben invertir en cosas productivas. Entonces, compran computadoras para regalar, sacan dinero para asignaciones para los hijos, quienes no han cumplido con las leyes, también reciben una jubilación. ¿Se la merecen? Por supuesto, pero que no salga de los dineros privados. Los políticos se asignaron sueldos de privilegio por ¿trabajar? 4 días por mes.

Que empiecen a separar lo que es una dadiva de lo que es un derecho. Hemos aportado, hemos juntado nuestros ahorros y se lo gastaron, como se han gastado todo lo que han tenido a mano. Pero eso fue... ¿un robo? Ni más ni menos.



Gracias

Mariela Sarmiento

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