jueves, 3 de junio de 2010
UN ASUNTO REPUGNANTE
Por Cosme Beccar Varela (*)
El tema es tan repugante que casi me rehuso a tratarlo. No puedo creer que alguien en su sano juicio, por más que tenga la desgracia de ser homosexual, sostenga de buena fe que puede admitirse legalmente el mal llamado "matrimonio" entre personas del mismo sexo.
Sin embargo, tan bajo ha caído esta argentina irreconocible en que vivimos, que el asunto ha sido aprobado por la Cámara de Diputados y se espera que la de Senadores haga lo mismo. Ahora bien, como la ficción constitucional dice que los diputados son "representantes del pueblo" y los senadores, de las provincias, resultaría que sería el pueblo argentino entero el que se estaría sublevando contra Dios, el sentido común y la decencia más elemental si llegara a aprobarse semejante aberración. Entonces me veo obligado a decir algo para dejar sentado que a mí no me representan ni en ese ni en ningún otro asunto semejantes animales.
Seré breve, casi telegráfico.
* * *
1) Dios Creador ha establecido como ley natural que el matrimonio sólo puede existir entre un hombre y una mujer y, por lo tanto, esa ley es inviolable por la ley positiva. Basten las siguientes citas de la Sagrada Escritura:
"Ellos (los romanos) que habían colocado la mentira en lugar de la verdad de Dios, dando culto a las criaturas en lugar de adorar al Creador, el cual es bendito por todos los siglos.Amen.
"Por eso los entregó Dios a pasiones infames.Pues sus mismas mujeres invirtieron el uso natural en el que es contrario a la naturaleza.
"Del mismo modo también los varones, desechando el uso natural de la hembra, se abrasaron en amores brutales de unos con otros, cometiendo torpezas nefandas varones con varones y recibiendo en sí mismos la paga merecida de su obcecación" (San Pablo, Epístola a los Romanos, cap. 1, vers.25,26 y 27)"
Ya estaba dicho en la Sagrada Escrtura, que cuando Dios creó a la mujer, le dijo a Adán: "Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y estará unido a su mujer y los dos vendrán a ser una sola carne" (Génesis, Cap. 2, vers. 24). De cuya aunión nacieron todos sus hijos y la Humanidad creció en número, porque esa unión de hombre y mujer era fecunda por su propia naturaleza.
Después del Diluvio Universal en el cual habían muerto todos los seres humanos quedando sólo Noé y su familia, "bendijo Dios a Noé y a sus hijos y díjoles: Creced y multiplicaos y poblad la tierra" (Génesis cap. 9, vers. 1).
Como puede verse la Revelación divina contenida en las Sagradas Escrituras, en la cual se expresa la voluntad del Creador que es ley para la creaturas, nos enseña que Él jamás permitió la penetración antinatural de un hombre por otro hombre a través de lugares excusos e infructíferos, acto que San Pablo califica como "torpeza nefanda" e inspirado por "una pasión infame", juicio que coincide enteramente con el de toda la Humanidad de todos los tiempos, salvo en los tiempos degenerados y decadentes como lo fueron los de la Roma Imperial.
2) Ningún legislador puede convertir en ley un disparate. Supongamos que el Congreso Nacional aprobara una ley que dijera: "Dos más dos son cinco y el que diga lo contrario será condenado a 25 años de prisión por discriminación contra el cinco".
¿A Ud. le parece que eso es posible? No, responderían todos. Entonces yo pregunto: si el absurdo es imposible de legalizar en asuntos matemáticos, ¿por qué se cree posible legalizarlo en anatomía y moral (porque en el asunto también está implicada la anatomía: una oreja no es una nariz ni una nariz una oreja, para decirlo del modo más fino posible)?
3) El 31 de Mayo, los protestantes hcieron una manifestación frente al Congreso para repudiar el absurdo en cuestión. ¡Bien por los protestantes! Pero eso no quiere decir que el protestantismo tenga razón frente a la única religión verdadera, que es la católica. Los dirigentes protestantes deberían haber reconocido que de los 8.000 que asistieron ("La Nación", 1/6/2010, pag. 13) una grandísima parte eran católicos, huérfanos de una convocatoria de sus Pastores. No lo hicieron y es de lamentar. Pero eso no quita que organizaron muy bien la marcha, con poderosos parlantes y citas bíblicas irrefutables.
El éxito del acto enfureció a los homosexuales que recurrieron a su permanente estilo amenazador. Invocando la ley contra la "discriminación" de De la Rúa (23.592) (el más insípido, miedoso y falluto de los últimos presidentes democráticos y ¡¡vea que esto es mucho decir!!) amenazaron a los jefes protestantes con denunciarlos. Esta ley se ha convertido en el "caballito de batalla" de la tiranía contra los opositores indeseables, pero nunca se usa para reprimir la discriminación efectiva y brutal contra los católicos.
Como esa ley tiene sanciones penales, es evidente que la comunidad homosexual pretende silenciar a los opositores del nefasto proyecto mediante la amenaza. Eso prueba que no tienen razón y lo saben.
4) Moyano, el jefe del gremialismo peronista, dijo ayer: " Yo estoy de acuerdo con el matrimonio gay. No tiene sentido negarle derechos a una persona". ("La Nación", 2/6/2010, pag. 6). Eso demuestra que el peronismo, lejos de ser como dice la "falsa derecha", una fuerza "moralmente conservadora" es una banda de oportunistas unidos por el resentimiento contra todo lo bueno y la codicia del lucro indebido.
5) Tratando de huir por la tangente, sin conseguirlo, cuando el asunto se "debatió" en la Cámara de Diputados el inefable Pinedo, jefe de la bancada del archi-inútil Macri que ya aceptó estas monstruosidades en Buenos Aires, dijo que el no quería el "matrimonio" pero sí la "unión civil" de los homosexuales.
Lo mismo (¡créase o no!) están propiciando como "plan B" los obispos, como informa "Clarin" el 1/6/2010 (pag. 33). Sólo que con hipocresía inaudita "aspiran" a que no se permita la adopción de niños. En esa está el Obispo Marino (con la anuencia de los otros) secundado por el dirigente laico Guillermo Cartasso que se reúnen con la senadora (¡) Sra. de Duhalde y otros para conseguir ese "objetivo B" ("Clarin", ibidem).
La cosa es tan burdamente inmoral que en nada se distingue del pseudo-matrimonio que proponen los homosexuales y sus sirvientes. En efecto, la "union civil" incluye derechos hereditarios, de pensión jubilatoria, de atención médica pero TAMBIÉN de convivencia física.
Ahora bien, dos homosexuales que conviven amparados por la ley están en ocasión próxima de cometer el acto nefando en el que consiste la homosexualidad. Luego, los obispos no pueden, no deben JAMÁS propiciar semejante aberración.
Es claro que no se le puede pedir al inefable Pinedo que entienda esto, aunque debería entenderlo si fuera católico y medianamente culto. Pero nos respondería: "Primum vivere deinde philosophari", o sea, primero está "el queso" y después la moral...
Conclusión: todo el asunto es una porquería porque la argentina de esta tiranía lo es. Incluyendo a los "buenos patriotas" que no están dispuestos a dar batalla contra la tirania, "causa causarum" de todos nuestros males, y no apenas contra esta aberración disparatada que nos quieren meter por las narices....
(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo de Cosme Beccar Varela por gentileza de su autor.
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