domingo, 5 de diciembre de 2010
CHISME Y NOTICIA
CUANDO EL CHISME TAPA LA NOTICIA
“Lo que pasa es que este chisme
Ya me está gustando a mi”. Celia Cruz*
Por Malú Kikuchi (4/12/10)
¡Éramos pocos… y apareció Wikileaks! No nos faltaba nada, estábamos completos, ahítos, asqueados con exceso de información, sin tiempo para procesarla, cuando llegó Julian Assange y nos terminó de patear el tablero. ¡Socorro!
El pedido de socorro no se debe a las seudo terribles informaciones puestas al descubierto por el australiano Assange. El pedido de socorro se basa en el absoluto desconcierto que depara el hecho de tomarse en serio, y como si fueran revelaciones divinas, simples chismes conocidos por todos.
De los 250.000 correos electrónicos “destapados” por Wikileaks, ¿quien no sabe que a Berlusconi le gustan las chicas, que Merkel nunca pierde la calma, que Puttin es el que gobierna Rusia y que hace ya años, la revista Noticias le dedicó una nota de tapa a la salud de Cristina?
De los correos conocidos hasta ahora, salvo el del rey de Arabia Saudita pidiendo que se haga algo con el régimen iraní porque lo considera un peligro (¡lo es!) y que China trabaja con Corea del Sur para detener la locura de Corea del Norte, todo lo demás, son sólo chismes que ni siquiera son novedosos.
Que los habitantes del planeta se desayunen con Wikileaks que los diplomáticos son chismosos de alto nivel, es difícil de digerir. ¿Qué cree la gente que hace un diplomático? Su trabajo consiste en obtener la mayor y más detallada información sobre los miembros del gobierno y la sociedad del país al que está destinado, y pasar esa información a su cancillería.
Ese es el trabajo de un diplomático, para eso se le paga y está bien que así sea. Ha sido de este modo desde que el hombre se civilizó y mandó emisarios de un país a otro. La información es indispensable para las relaciones humanas. Ese es el deber de la diplomacia: informar mucho y con precisión.
Primer desconcierto, la gente no sabe a qué se dedican los diplomáticos. ¿Creían que se les pagaba un sueldo para asistir a cócteles, ser amables y hacer conocer las maravillas de sus respectivos países?
Segundo desconcierto, si las filtraciones de Wikileaks son toda la información que reciben los EEUU de sus diplomáticos acreditados en el exterior, que los echen, no sirven. Les saldría mucho más barato leer todos los diarios y revistas de cada país por Internet y obtendrían los mismos resultados.
Salvo que todo este fárrago de seudo novedosa información sea para tapar algún mensaje que sí aparece en los correos, como los dos comentados anteriormente. En ese caso habría por lo menos dos posibles explicaciones, las dos provenientes de los EEUU.
Pudiera ser que los halcones republicanos con una sola jugada lograran dos objetivos: 1) dejar mal parado al gobierno de Obama/Hillary ya que no protegen sus redes de información, 2) si se entra en guerra con Irán en un futuro, es porque lo pidieron los mismos países árabes, no una decisión unilateral. Los fabricantes de armas, felices.
2) Pudiera ser que el mismo gobierno de Obama/Hillary, después de perder las elecciones de medio término y comprobar que su política exterior de buena voluntad en Medio Oriente no sirve, inventen todo este escándalo, para filtrar una posible guerra con Irán, a pedido de los gobiernos árabes. Los fabricantes de armas, felices.
Mientras discutimos si son veraces las filtraciones, -parece que lo son-, mientras preguntamos de dónde se obtiene la información, mientras nos preocupamos por el posible “hackeo” a las redes de la nación más importante del planeta, que debieran ser las más seguras y protegidas del mundo, nos olvidamos de lo esencial.
El chisme, porque lo de Wikileaks hasta ahora es sólo chisme, a nosotros los argentinos, nos hace olvidar y dejar de lado LA noticia, en este caso los modestos 20.000 correos electrónicos del Señor Vázquez.
La semana anterior al escándalo Wikileaks, se le encontraron al Dr. Manuel Vázquez, asesor “ad honorem” del ex secretario de transporte de la nación, Ricardo Jaime, en 11 computadoras, 20.000 correos electrónicos muy explícitos y comprometedores, casi una confesión de corruptela muy seria y en los más altos niveles.
Solamente los correos entre Vázquez y su socio español Manuel Lorente, sobre la compra de vagones y locomotoras fuera de uso a España, por parte del gobierno Argentino, avergüenzan a quien los lee.
El negociado es visible, descarado y ultrajante. Pagamos sobre precios por material que en un 70% es inutilizable, y sobre esa compra se pagaron jugosísimas comisiones a la empresa de Vázquez/Lorente.
En uno de los correos sobran unos cientos de miles de euros que magnánimamente deciden entre los socios, dejarlos para LA BANDA. Así, con mayúscula. Si usted es muy ingenuo, o bien pensado, puede creer que LA BANDA se refiere a un grupo musical, hasta es posible que lo sea, recordemos la cumbia villera “Somo los pibes chorros”. Pero es difícil de aceptar.
En varios otros correos se habla del Nº 1, misterioso personaje que se pone muy nervioso porque el negocio no cierra lo suficientemente rápido y presiona a los lobistas. Si Usted es muy ingenuo o bien pensado puede creer que el Nº 1 es cualquier personaje del gobierno. Pero es difícil de aceptar.
Escuchamos de boca del Dr. Pampuro, senador nacional y 3º en la línea de sucesión presidencial (2/12/10, Código Político, TN), que el ex presidente Kirchner era un hombre excepcional, que estaba todo el tiempo al tanto de todo lo que sucedía, en todas las áreas de su gobierno.
De ser así, y suena a verdad, ¿cómo hubiera sido posible que no estuviera al tanto de lo que sucedía en la secretaría de transporte de su gobierno y el de Cristina? ¿Que no supiera de los negocios que hacía Jaime y en compañía de quienes los hacía? ¡Fue amigo de Jaime durante 27 años! En serio, de verdad, con una mano en el corazón, ¿Kirchner no sabía lo que pasaba en transporte? Difícil de aceptar.
Por supuesto que el chisme que viene de afuera es más divertido pero no lo compre, preocúpese por la noticia local, que es terrible. Si la corrupción es lo se deduce de los correos Vázquez/Lorente, quizá se empiece a explicar porqué tenemos chicos muertos de hambre y mala salud y escasa escolaridad y un casi 30% de pobres, en un país rico.
Exija que se esclarezca, que el poder judicial indague y haga justicia, llegando hasta quien realmente debe llegar. Y tampoco compre el refrán que dice que “no hay muerto malo, ni niño feo”. Hay niños feos y hay muertos malos.
*Celia Cruz y Ray Barretto, El Chisme, 1988.
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