viernes, 27 de mayo de 2011
VIOLACIONES
LA QUINTA EN 18 DÍAS
Otra violación enciende la alarma (esta vez, en Chacarita)
El martes pasado fue a una joven de 14 años en la estación de tren Belgrano R, ahora, Una joven de 18 años denunció haber sido abusada sexualmente por un hombre que la interceptó cuando regresaba a su casa del barrio porteño de Chacarita, tras salir a comprar cigarrillos en un kiosco cercano.
Una joven de 18 años denunció haber sido abusada sexualmente por un hombre que la interceptó cuando regresaba a su casa del barrio porteño de Chacarita, tras salir a comprar cigarrillos en un kiosco cercano.
El hecho denunciado ante la comisaría 29 y la Fiscalía de Instrucción 19 ocurrió el miércoles pasado a la medianoche y fue caratulado como "delito a la integridad sexual", según informaron hoy fuentes policiales.
La joven había salido hasta una estación de servicio ubicada en Dorrego y Córdoba para comprar cigarrillos y, cuando regresaba a su casa, fue interceptada por un hombre que la amenazó con un cuchillo.
De acuerdo a la denuncia de la víctima, el hombre la llevó hasta un predio de Concepción Arenal al 3.500 y allí la sometió a abuso sexual.
Ayer se conoció la denuncia de una adolescente de 14 años que dijo haber sido violada cerca de la estación de trenes, el cuarto episodio en 18 días
El caso conocido ayer (26/5) ocurrió el martes pasado, alrededor de las 17, cuando la adolescente -cuyo nombre se preserva- salió de la Escuela Media N° 5, situada en Cramer 2136, en Belgrano, con uno de sus compañeros de clase, también de 14 años.
"Acompáñenme y tengan cuidado que hay un cómplice mío detrás", les dijo un hombre a la pareja de adolescentes, apuntándolos con una tijera, según dijeron fuentes policiales a los medios.
El delincuente llevó a los jóvenes hasta la estación Belgrano C, donde circula el tren Mitre, en Juramento y Virrey Vertiz, a pocas cuadras de la escuela, y allí amenazó al compañero de la adolescente: "Vos quedate acá; si haces algo o decís algo, la mato."
Al instante se alejó con la chica hacia un terreno lindante de la estación y, según la denuncia policial, abusó de ella, pero no hubo penetración.
Posteriormente, el delincuente les robó a los dos adolescentes sus mochilas, zapatillas y teléfonos celulares, y se fugó. Hasta el cierre de esta edición no había ningún detenido, aunque la policía tendría un identikit del posible abusador, aportado por la denunciante y los vecinos de la zona.
Según publica hoy una nota en La Nación, el acusado "sería un vendedor ambulante, tendría entre 17 y 19 años, 1,70 metros de altura y una cicatriz en la cara".
Tras el abuso, y cuando los adolescentes volvieron a reencontrarse, fueron auxiliados por el chofer de un colectivo de la línea 44 que circulaba cerca de la estación, que les prestó su celular para llamar a las familias.
Estos casos vuelven a instalar el tema sobre qué hacer con los violadores. En Mendoza, por ejemplo, en silencio y sin insistir con el método de la castración química , el gobierno mendocino sigue adelante con su plan para evitar la reincidencia en los violadores. La experiencia, inédita en el país, tiene a 52 condenados bajo un tratamiento psiquiátrico que apunta a neutralizar su conducta sexual.
¿Qué pasó con el anuncio del gobernador Celso Jaque (PJ) para aplicar la castración química? Lo explica el coordinador del “Programa para la prevención de la reincidencia de autores de delitos de índole sexual”, el decano de la facultad de Psicología del Aconcagua, Hugo Lupiañez en una nota a Clarin: “El problema del violador no reside en el mayor o menor nivel de testosterona en sangre. Pensar esto es un reduccionismo . Hay que detectar y tratar aquellos factores síquicos y sociales que llevan al individuo a cometer una violación”.
En esa línea de pensamiento coincidió un comité de expertos médicos, que evaluó la propuesta del gobernador. Pero nadie se atrevía a decirle a Jaque que su teoría de la castración estaba errada, hasta que el propio gobierno consultó a la experta española Eva María Jiménez González. “No sirve. Podemos evitar la agresión sexual, pero no la agresión violenta que puede llevar a una víctima a la muerte”. Y recomendó tratar todas las patologías a nivel psicológico.
El tratamiento a violadores incluye a los presos condenados que transitan los últimos tres años de pena. La mitad de los que están en tratamiento son solteros. El 80 por ciento terminó la escuela primaria. El 46 por ciento tiene entre 23 y 34 años. El tratamiento dura dos años y es voluntario. Según el equipo de terapeutas, “todos los consultados aceptaron ingresar al plan”. Esto es porque podrán recibir beneficios en la etapa de libertad condicional.
Se trabaja en grupo de 8 internos. Los terapeutas aplican estrategias para que el preso adquiera habilidades de relación social y conyugal, y dominen su impulsividad e ira.
ANTECEDENTES
El viernes 6 de mayo, una joven estudiante de 17 años denunció que abusaron sexualmente de ella en una plaza cercana a la estación porteña de Villa Pueyrredón, cuando iba a tomar un colectivo para ir al colegio. La policía concluyó en su investigación que no hubo acceso carnal.
El 17 de mayo, una mujer de 35 años denunció haber sufrido abuso en la estación de trenes de Colegiales, pero logró escapar tras morderle el pene al abusador y darle una trompada en la cara. La víctima fue hospitalizada por lesiones de arma blanca.
El martes pasado, una joven de 17 años dijo haber sido violada, a las 2 de la madrugada, cerca de la estación de Boulogne, en el partido de San Isidro, por un delincuente que poco después del ultraje fue detenido por un policía que custodiaba la zona.
Ayer se conoció la denuncia de una adolescente de 14 años, que denunció haber sido asaltada y abusada el martes pasado, en un terreno lindante a la estación de trenes Belgrano C, tras salir del colegio junto con un compañero.
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