ENTRE OBAMA Y EL DÓLAR

Cristina, entre Obama y el dólar





Por Rosendo Fraga





Fuente: Centro de Estudios Nueva Mayoría







El encuentro Cristina-Obama ha sido tema político central en los últimos días. Desde la perspectiva de los EE.UU, se trata de un gesto realista, dada la categórica reelección de la Presidente argentina y que gobernará durante cuatro años con la mayor acumulación de poder político desde el reestablecimiento de la democracia en 1983.


La afirmación del Presidente de los EE.UU. a su colega francés de que hay que aprender de la reelección de Cristina -los dos enfrentan reelecciones difíciles- tuvo impacto en la política argentina aunque poco eco en la prensa internacional.

Quienes sostienen que la profundización del modelo es sólo un discurso de campaña y que en este segundo mandato la Presidente girará hacia posiciones más moderadas tanto en lo ideológico como en lo económico, ven en este encuentro el punto de inflexión de este camino. Pero la lectura del discurso y las declaraciones de la Presidente en Francia muestran que no ha cedido posiciones en lo ideológico.

La idea de un capitalismo de estado sigue siendo dominante en sus propuestas, que con inteligencia plantea como un capitalismo en serio contra el anarco-capitalismo. La reducción en 600 millones de pesos de los subsidios a empresas de servicios públicos en la Argentina , que tuvo lugar al mismo tiempo, y las crecientes diferencias con Moyano completan el argumento de quienes ven el inicio del giro hacia la moderación.

A su vez la política cambiaria y nuevas medidas en el camino iniciado con ella, son el argumento central de quienes creen que la Presidente no sólo no cambiará el rumbo, sino que va a profundizarlo.

En su exposición ante Carta Abierta -grupo de intelectuales kirchneristas-, la Presidente del Banco Central (Marcó del Pont) dijo que no se descarta ampliar los controles a la remisión de utilidades de las empresas multinacionales, como tampoco lo descartó un día antes el secretario de Financiamiento (Lorenzzino). La ampliación de los controles a la compra de bonos en dólares que se estudia va en la misma dirección.

Pero también hay hechos políticos en ella. El oficialismo se niega a aceptar cambios en el presupuesto incluida la partida de subsidios; La Cámpora y otras agrupaciones cristinistas conmemoraron el sexto aniversario del enfrentamiento de Kirchner con Bush en la Cumbre de Presidentes de Las Américas de Mar del Plata, seis años atrás; para el 17 de noviembre -día de la Militancia que conmemora el regreso de Perón en 1972- todos los gobernadores han sido convocados a un acto en el Mausoleo de Kirchner en Río Gallegos; las Madres de Plaza de Mayo retoman sus planes de viviendas.

Mientras tanto el cambio de gabinete de va diluyendo, el Congreso muestra las prioridades del oficialismo, donde se va imponiendo la idea de postergar el tratamiento de sus leyes claves hasta el 10 de diciembre.

En esa fecha entrarán en funciones los nuevos legisladores y entonces el cristinismo ampliará la mayoría que ya tiene en el Senado y la logrará en Diputados. Las dos leyes claves que impulsa para el campo (ley de tierras y modificación del estatuto del peón rural), las que prorrogan las medidas impositivas de excepción (prórroga de la emergencia económica y de impuestos) y la declaración de utilidad pública del papel de diario, serán impulsadas recién entonces, cuando se convoque a sesiones extraordinarias.

Si la oposición acepta aprobar sin ninguna modificación el proyecto de presupuesto con el Congreso que termina, el Ejecutivo avanza ahora; si no lo logra, lo postergará hasta el 10 de diciembre.

En cuanto al aborto -que finalmente se bloqueó en Diputados-, el oficialismo optó por no comprometerse, en una semana en la cual el Plenario de Obispos elige al sucesor de Monseñor Bergoglio como nuevo titular del Episcopado para los próximos tres años.

Por su parte, la Cámara Alta dio acuerdo para varias decenas de nuevos jueces, con lo cual ya más de la mitad de los que están en funciones han sido designados durante los últimos ocho años y medio que ha gobernado el kirchnerismo. Nunca en los 12 años de gobernación en Santa Cruz y en los ocho años y medio de gobierno nacional el kirchnerismo-cristinismo cambió el gabinete.

Siempre se fueron reemplazando los funcionarios de acuerdo a circunstancias particulares. Ahora parecen definidos los cambios en la Jefatura de Gabinete y el Ministerio de Economía por las nuevas funciones de Aníbal Fernández y Boudou, pero los demás cambios pueden postergarse.

En lo político, lo más relevante son los conflictos del oficialismo con el titular de la CGT y el gobernador de Buenos Aires.

Scioli es el actual Presidente del Partido Justicialista (PJ) y Moyano el Vicepresidente. La muerte del hijo mayor del líder sindical (Emiliano) mostró su relación con el poder, ya que asistieron al velorio el gobernador bonaerense y por el Ejecutivo el ministro de Planificación e Infraestructura (De Vido) y no las figuras del cristinismo.

Mientras la Presidente rechazaba el reclamo del dirigente camionero de implementar la participación en las ganancias de las empresas y elevar el piso del impuesto a las ganancias, optando por postergar la convocatoria del acuerdo social y resolviendo imponer un 18% como pauta salarial para 2012, el titular de la CGT redobló la apuesta. Insistió personalmente y a través de su hijo Pablo y uno de sus voceros sindicales (Paini) con sus reclamos.

En cuanto a Scioli, el Gobierno nacional le impondrá un nuevo mando en la policía bonaerense, elegido por la ministra de Seguridad de la Nación (Garré); el ministro de Economía (Boudou) no ha dado respuesta a los reclamos del gobernador de mayor financiamiento y el vicegobernador electo (Mariotto) va generando su propio espacio de poder, liderando los foros sociales sobre el déficit de gestión y asumiendo la representación política del gobierno nacional en la provincia.

Pero Scioli mantendrá la subordinación política, reuniendo el Consejo Nacional del PJ para ofrecerle a Cristina su Presidencia. A mediados del año próximo se renuevan las autoridades del peronismo y la CGT y a fines del mismo las del peronismo bonaerense.

A casi tres semanas de las elecciones, Obama y el dólar son las dos caras del gobierno que, sin esperar al 10 de diciembre, ya han comenzado.