EL MODELO

La Paradoja del Futuro,

la Incertidumbre del Presente

Por Juan Negri Rubino





La historia es siempre una fantasía sin base científica, y cuando se pretende levantar un tinglado invulnerable y colocar sobre él una consecuencia, se corre el peligro de que un dato cambie y se venga a bajo toda la armazón histórica.

-Pío Baroja y Nessi, escritor español,1872-1956











Pasaron las elecciones, y con sorpresa los festejos del Gobierno Nacional, fueron inusualmente moderados.

Luego de ello la Presidenta , en un tono casi creíble llamó al diálogo, a la unidad nacional, y hasta parecían tirarse flores con la única fuerza que no pudo derrotar: el PRO.

Pero pasados los días de llanto, como dice nuestro código civil, luego del recuerdo a Néstor, el pasado quedó en el pasado, y EL MODELO volvió a la carga.

Con la antítesis de sus slogan: “para todos”, decretaron: DOLARES PARA NADIE.

Es que como dije en mi nota pasada, si supuestamente es tan mal negocio tener la divisa americana, ¿por qué impiden que ciertas personas pierdan dinero apostando al mismo?

La respuesta es obvia. Al igual que la inflación, las reservas también están dibujadas, y pese a las restricciones, se siguen vendiendo dólares, se siguen vaciando las reservas.

Fue una total improvisación esa medida que causa pánico en la gente, pero como me propuse criticar constructivamente, sugiero que en lugar de PROHIBIR, se reglamente que las operaciones inmobiliarias, deberán concretarse únicamente en PESOS.

De esta manera, estimo que todos aquéllos que quisieran comprar inmuebles, deberían salir a vender sus dólares, y de esta manera, las arcas del Banco Central podrían redibujarse.

No conformes con la prohibición de la compra de divisa extranjera, en una clara mención de que NO QUEDA MUCHO en la CAJA , se suspendieron TODOS los subsidios.

Es obvio que sin subsidios, los prestadores de los servicios deberán subir sus tarifas, y hacer frente al reclamo de los trabajadores quienes exigirán aumentos, aunque las empresas estén imposibilitadas de dárselos.

Se acabaron las elecciones, no hacen falta promesas de NO AJUSTAR, ya ganaron por 4 años más, así que ya no es necesario quedar bien con nadie, el objetivo es simplemente recaudar.

Podrán desviar la atención con el encuentro de la Presidente con Obama en Francia, del cual mucho no se habló, ya que el Presidente americano, con mucho estilo y respeto por supuesto, felicitó a la Presidente por su éxito electoral y ella debió replicar con ponderaciones por la lucha norteamericana contra el terrorismo y agradecer las inversiones de empresas americanas en nuestro país.

Podrán pretender desviar la atención criticando al Gobierno de la Ciudad por el lamentable hecho en el microcentro donde un edificio entero debió ser evacuado, se derrumbó y hay una persona desaparecida.

Podrán pretender entretenernos con la pelea por el control de Boca Juniors, donde la política hará sus negociados como de costumbre.

Pero, ¿qué país se viene?

El de Quinquela Moreno, donde todo es color de rosa, ¿o el de la tensa realidad que siempre nos negamos a ver?

Dijo la Presidente en Cannes: “Volver a un capitalismo en serio”. Fueron sus palabras textuales, y en el mundo de la diplomacia internacional, sus palabras tendrían un riquísimo contenido, como definición de concepto en materia de política económica.

Claro está que esas palabras salieron de la misma boca que en septiembre del 2008 anunció la cancelación de la deuda con el Club de París, hecho que no se ha producido a más de tres años vista; de la misma boca de quien llama familiarmente al Presidente Chavez “..mi Comandante…”

Entonces reitero: ¿qué país se viene?

Hay olor a 2001, hay rumores de “Korralito”, hay certeza de que no hemos aprendido nada.

Por más de que yo no forme parte de ese 54% que legitimó a EL MODELO, no quiero que se repita lo del 2001, por eso es que lejos de alentar a la debacle, es que llamo, aunque sea en vano, a la reflexión, a la tranquilidad, y a que nos saquemos la mancha política que tengamos, nos pongamos todos la celeste y blanca, y despertemos del letargo.