Aníbal Fernández no corre la suerte del jefe de Gabinete, Alberto, ni la del secretario legal y técnico, Carlos Zannini, la del canciller, Jorge Taiana, y menos aún la de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. Puede decirse, incluso, que el ministro de Economía, Miguel Peirano, y de Planificación, Julio De Vido tienen aún más chances que el ministro del Interior de seguir en su cargo en la próxima gestión K.
Según algunas versiones, Aníbal podría alejarse del Ministerio del Interior y pasar a otro ministerio: Trabajo o Defensa. Aunque unos dicen que el lugar que dejará Carlos Tomada será para Héctor Cappacioli, superintendente de Servicios de Salud y delfín de tan aliado a Cristina Kirchner, Alberto Fernández, y otros, que Tomada quiere dejar en Trabajo a Noemí Rial, la número dos.
Mientras, Nilda Garré se aferra a la conducción del ministerio de Defensa y no tiene mayores intenciones de abandonar el cargo.
En tanto, Interior sería para el titular de la SIDE, Héctor Icazuriaga, el senador kirchnerista Nicolás Fernández, o para Eduardo Fellner a quien le fue muy bien en Jujuy este domingo.
Néstor y Cristina aún están evaluando cuál fue el mensaje de las urnas para testear cuántos cambios necesitarán para el futuro. Aunque difícilmente evadan el dato del asombro por el inusitado caos que se vivió en varios centros urbanos a la hora de votar el domingo. Una responsabilidad que sin dudas le cabe al ministerio del Interior que comanda Aníbal Fernández, jefe del Registro Nacional Electoral y del Registro Nacional de las Personas, o sea que jefe operativo del comicio.
Y aunque el caos puede ser mayor o menor, más o menos real, según las sensaciones que expresaron casi todos los votantes luego de horas de colas, más concreto aún es el dato que arrojaron las urnas de la derrota del ministro en su territorio.
En efecto, en Quilmes, Francisco 'El Barba' Gutiérrez le arrebató el municipio al actual jefe comunal, candidato del PJ y ex secretario privado de Fernández, Sergio Villordo, quién recibió un duro golpe por parte del candidato del Polo Social.
Por tanto Fernández se quedó sin un puesto asegurado en el futuro gobierno, sin ingresar a la lista de diputados nacionales por provincia, sin Quilmes, con el recuerdo de unas elecciones caóticas y, por sobre todo, sin la simpatía de Cristina K.
UR 24
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