GANA EL FRAUDE Y AFANAN BOLETAS

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Falta de boletas de oposición agita sospecha de fraude
A dos horas del cierre del comicio, miles de denuncias de falta de boletas de la oposición, combinadas con el sello anticipado del DNI, agigantan las sospechas de fraude con epicentro en el Conurbano .


| 15:07



Néstor Kirchner y Aníbal Fernández.
Un tremendo retroceso sufrió hoy la democracia argentina al confirmarse las sospechas de la concreción de un fraude notable en el Conurbano bonaerense, donde por la cantidad de habitantes -votan 10 millones de personas sobre un total de 27 millones de ciudadanos habilitados- se define el presidente.



La maniobra que se está desarrollando por estas horas consiste en eliminar del cuarto oscuro las boletas de los candidatos de la oposición, imposibilitando a los ciudadanos que así lo deseen elegirlos.



El artigulio se completa con la torpeza o directamente mala fe de algunas autoridades de mesa que firman y sellan de manera anticipada los DNI de los ciudadanos antes de que salgan del cuarto oscuro. De manera que cuando se expresa la queja por la falta de boletas, el documento ya esta sellado.



“Me dijeron que vote a cualquiera de los que había boletas”, fue uno de los miles de mensajes indignados que a esta hora emiten radios independientes como Continental. La gente que se comunica con las radios denunciaron también la renuencia de las autoridades a tomarles las denuncias que intentan labrar.



La cuestionada jueza electoral porteña María Servini de Cubría se desentendió esta mañana del asunto y dijo que “la falta de boletas es responsabilidad de los fiscales de los partidos”.



Desde el oficialismo algunos voceros derivan la responsabilidad en la propia oposición a quien endilgan no haber dispuesto con los necesarios fiscales en todas las mesas, para cuidar sus votos.



Como se sabe, el voto en blanco o anulado favorece al candidato que marcha primero. Esto es así porque la ley electoral en vigencia para calcular los porcentajes sólo toma en cuenta los votos positivos, de manera que aquel que encabeza la votación se acerca más rápidamente al 40 por ciento que exige la Constitución para evitar el ballotage. Se podría dar el caso así de que el candidato que alcance esa cifra sólo obtenga el 30 por ciento del padrón electoral general.