CRISTINA AL GOBIERNO, NÉSTOR AL PODER
Por Jorge Omar Alonso
El señor Kirchner ha llegado al final de su mandato de cuatro años habiendo marcado su gestión con una impronta intolerante y conflictiva según su idiosincrasia. Haciendo resurgir los fantasmas del pasado setentista que creímos aniquilados, comenzaron a pasearse por los laberintos del poder los acólitos de la subversión de aquellas épocas como así también ocupando altos cargos gubernamentales ex delincuentes terroristas redimidos y reciclados como demócratas, reunidos y premiados con altos cargos dentro del poder, en mérito a los importantes servicios prestados dentro de la insurgencia guerrillera. Derrotados militarmente y con sus secuelas de odio y herencia de revancha, esos cuadros que lograron salvar su vida o fueron beneficiados por una justicia complaciente que les abrió las puertas de las cárceles, hoy disfrutan de las mieles del poder y hasta se transformaron en fiscales de la República para descalificar y denostar.
Kirchner reconstruyó el pasado para hacer sangrar nuevamente las heridas dejadas por el terrorismo montoneril en el lacerado cuerpo de la República y de este modo comenzaron a instalarse los monumentos al terror. Cualquier guarida terrorista se convirtió en “museo a la memoria” y todo el País convertido en mausoleo recordatorio de “los jóvenes idealistas” caídos en la guerra de guerrillas.
La brutal crisis económica del 2001 dejó sus huellas en la sociedad que ahora disfruta esta especial bonanza con crecimiento y bajas tasas de desempleo que muestran las estadísticas, que vaya a saberse cuanto tienen de realidad si comparamos lo que sucede con el falso muestreo de la inflación. De todos modos en estas creencias una parte de la población votó por el kirchnerismo.
El kirchnerismo ha sido reelegido en la persona de Cristina Fernández de Kirchner quien profundizará el continuismo hasta el 2011 cuando sea relevada por su esposo, si no pasa nada en el camino; no olvidemos que éste sentenció tajantemente: “No me voy de la política”. Por ahora es solo un cambio “cosmético”.-
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