EL CAMPO SE SUBIRÁ
NUEVAMENTE A LAS RUTAS
Por Carlos Manuel Acuña
En coincidencia con el nuevo Congreso de la Federación Agraria Argentina, el sector agropecuario que fue el desencadenante de la crisis política integral que vive el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, reanudará las expresiones de queja por la falta de los innumerables problemas que soporta. A esto debe añadirse la sequía que azota a importantes sectores del país, incluyendo a la productiva Pampa Húmeda, lo que viene a suceder sin que las autoridades adopten medidas de ninguna clase, incluyendo las financieras que podrían ser un paliativo para todos aquellos que pasan por situaciones más graves, en particular los pequeños productores.
Desde hace varios días y por distintos medios, los dirigentes de la Mesa de Enlace intentaron hacer conocer al gobierno los alcances y gravedad de lo que ocurre, sobre todo lo que le sucederá al país y a la población el día de mañana. También indicaron a las autoridades que las medidas que limitan o impiden exportaciones - como ocurre con el maíz, cuya exportación acaba de prohibirse o con las carnes con lo que se logró que la Argentina perdiera mercados que se conquistaron tras muchos esfuerzos - inciden notablemente en la capacidad productiva, lo que resulta inexplicable por cuanto el secretario del área está considerado como un eficiente conocedor de estos problemas. Lo que también se sabe, es que Néstor Kirchner influye con tanta fuerza, que se ha convertido en un verdadero impedimento para la adopción de medidas aliviadores de lo que ya se proyecta como una crisis de alcances catastróficos. Su famosa frase acerca de que quiere ver a los productores "de rodillas", forma parte de los razonamientos que hacen los afectados, sin distinción de sector o capacidad económica.
A esta altura de los acontecimientos, las bases del campo amenazan con superar a sus dirigentes. Los llamados "autoconvocados" son los más irreductibles y partidarios de producir cortes de ruta como única forma posible de influir en este difícil panorama, donde el oficialismo sólo ofrece promesas que no se cumplen y desaira a quienes intentan establecer un diálogo coherente y constructivo. Tanto para las dirigencias tradicionales como para los autoconvados o espontáneos, lo que sucede es que "nos están tomando el pelo" y lo que es más grave, razonan junto con todos los observadores del escenario mundial y local, que la supresión de las exportaciones argentinas clausura el ingreso de una fuente de divisas indispensable para el país en está y todas las circunstancias.
Hay quienes razonan que todo esto es consecuencia de la demostrada incapacidad que demuestra la actual administración. Para otros es una cuestión ideológica tendiente a reducir y hasta sepultar la actividad agropecuaria como expresión social y política y finalmente, están quienes sospechan que todo esto se suma en una actitud de resentimiento que responde a una visión anquilosada de la realidad.
Cualquiera sean los factores determinantes de los momentos que se viven , lo cierto es que la indiferencia y falta de respuesta oficial a los innumerables problemas que se suman, añadirán un nuevo componente político que necesariamente afectará a los responsables de la vida pública del país. Quienes analizan con mayor detenimiento la evolución de los hechos aprecian que la Casa Rosada vive al margen de la realidad y que sus principales ocupantes ejercen un razonamiento tan cerrado que les impide comprender lo que realmente sucede en el mundo y en la República. "No es posible, sostienen quienes aprecian los hechos desde este ángulo, que se haya desperdiciado durante estos últimos meses la excelente situación internacional para nuestras exportaciones, sólo para pergeñar un esquema interno de bajos precios con la exclusiva mirada en las elecciones del año próximo, un asunto de corta vida y que ofrece como contrapartida una sólida visión parcializada de lo que debería significar aplicar una conducta de estadistas. "No pedimos tanto, dicen los hombres de campo, pero al menos, un poco de sentido común y no las monótonas palabras huecas que se suceden sin solución de continuidad. .."
Desde ayer, en distintos lugares del país se analizaba este panorama alarmante que no dejó de tomar en cuenta la opinión de los sectores urbanos que por primera vez en la historia apoyaron los reclamos del campo en simultáneo con el retroceso del gobierno en la opinión pública. Por eso, los primeros pasos de esta nueva protesta que se realizará "hasta el final" se limitarán a revisar el con tenido de los camiones de transporta y detener solamente a aquellos que transportan determinados productos. Lo que suceda más adelante ingresa en el terreno de la incógnita y hasta hay quienes evalúan que la cuestión del campo no será independiente de otras que incidirán negativamente sobre el gobierno. Como un dato elocuente de lo que sucede, hace unas horas importantes dirigentes del justicialismo bonaerense consideraban con alarmante el resultado de las últimas encuestas que le dan al Partido Justicialista solamente el 18 por ciento de los votos posibles. "Si no queremos que desaparezca el partido, acordaron, rápidamente deberemos adoptar medidas mal que les pese a los Kirchner. Estamos frente a circunstancias excepcionales de las que forman parte la alteración mental de quien fue presidente de la República - Néstor - el extremismo ideológico de unos pocos que rodean "la mesa chica de la Presidencia" y como si esto fuera poco, lo que ya es una demostrada incapacidad de Cristina..."
De allí, que el devenir se muestra brumoso, las contradicciones se suman a confusas medidas y afirmaciones provenientes del poder y sobre todo, a la ignorancia que muestran sus integrantes acerca de otros componentes que dibujan un futuro regional y mundial plagado de peligros y experiencias que nunca hubiéramos imaginado.
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