martes, 30 de septiembre de 2008

LESA HUMANIDAD

Lesa humanidad

Argentina se ha enamorado de los 70. De tanto mirar al pasado se esta perdiendo el futuro. Y tiene un presente deformado que busca verdad y justicia en un solo lado. Argentina necesita olvidar, y para olvidar hay que conocer toda la verdad, caiga quien caiga.

Por Malu Kikuchi
Según el diccionario, "humanidad" es el género humano, mientras que "lesa", significa agraviada, lastimada, ofendida.

Por lo tanto, lesa humanidad es todo aquello que agravia, lastima y ofende al género humano.

El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (17/7/1998 ONU), denomina crímenes contra la humanidad las conductas tipificadas como, asesinato, exterminio, deportación, encarcelación, tortura, violación, prostitución forzada, persecución por motivos políticos, religiosos, ideológicos, raciales, étnicos, desaparición forzada, secuestro o cualquiera acto inhumano.

Para la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina, los crímenes de lesa humanidad sólo pueden ser realizados desde el estado (caso del chileno Arancibia Clavel, si; y del etarra Lariz Iriondo, no).

Pero, según Luis Moreno Ocampo (argentino, ex fiscal durante el juicio a las juntas militares en tiempos de Alfonsín), hoy fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), "los crímenes de guerra o contra la humanidad pueden ser cometidos por grupos no estatales".

Y agrega, "en el Estatuto de Roma no hay nada que exija que sólo el Estado puede cometer tales crímenes que son violaciones sistemáticas y masivas de los DDHH en perjuicio de las poblaciones civiles" (Ginebra, Suiza, 7/9/08).

La diferencia fundamental entre un crimen de lesa humanidad y otro que no lo es, más allá de la gravedad del crimen en si, es que los delitos de lesa humanidad no prescriben.

Es decir que los delitos de lesa humanidad no "se extinguen por el transcurso del tiempo en las condiciones previstas por la ley". Los demás delitos si.

Es de competencia del poder judicial establecer si el asesinato de José Ignacio Rucci, puede ser considerado un delito de lesa humanidad, o no.

Es de competencia del poder judicial, que dio por cerrado el caso en 1988 por falta de pruebas, reabrirlo ahora que han aparecido nuevos datos y averiguar finalmente la verdad.

El caso lo amerita.

La familia lo necesita. Argentina lo exige.

¿Por qué el asesinato de Rucci es tan importante y moviliza la opinión pública? ¿Quien era Rucci? Nació en 1924, en Alcorta, Santa Fe. A los 20 años viajó a la capital en un camión del diario El Mundo.

Trabajó de lava copas en una pizzería de Flores, como cajero en una confitería de Belgrano y finalmente en una fábrica de cocinas como obrero metalúrgico, todo en 1944.

Peronista de la primera hora y para siempre, hizo carrera en la UOM. En 1970 Rucci fue elegido secretario general de la CGT.

A partir de entonces pasó a ser un personaje conocido, famoso por sus camperas con flecos, la camisa abierta y la eterna, amplia sonrisa.

Se autodefinía como "un soldado de Perón". El PJ estaba proscripto.

Al asumir dijo: "Que nadie se equivoque, nuestra lucha desde la CGT no se va a limitar a las reivindicaciones laborales y salariales. Esta lucha llega hasta la casa de gobierno, pero con Perón como presidente".

Eran tiempos muy difíciles; se enfrentaban la "patria peronista" con la "patria socialista". Perón, desde España, apañaba las dos.

El general Lanusse buscaba una salida electoral consensuada; la importancia de Rucci, crecía.

En 1971 hizo su primer viaje a Puerta de Hierro acompañado por Lorenzo Miguel.

En 1972 fue reelecto al frente de la CGT y ya era el hombre de confianza de Perón.

La lucha dentro del peronismo se agudizaba y mientras Rucci insistía en el lema "trabajador y peronista", la otra JP le contestaba "se va a acabar, se va a acabar la burocracia sindical".

La interna peronista, que deberá ser dirimida a nivel nacional, estaba planteada. Interna que continúa hoy. 11/3/1973, elecciones sin proscripciones. Ganó el PJ.

A partir del 25/5/1973 el gobierno se ve copado por los grupos de izquierda. 49 días después, Cámpora renuncia a la presidencia. Lo sucede Lastiri que llama a elecciones.

El domingo 23/9/1973, la fórmula Perón/Perón obtiene el 62% de los votos.

El lunes 24/9/1973, desde la CGT y en declaraciones periodísticas, Rucci dice; "Perón es de nuevo presidente, yo ya estoy hecho, ahora que sea lo que Dios quiera, yo sé que hay muchos que me quieren matar, allá ellos, yo ya estoy cumplido".

El martes 25/9/1973, a las 12,10 hrs., Rucci sale de su casa de Avellaneda 2953, barrio de Flores, y es acribillado por una lluvia de balas. Tenía 48 años. Lo asesinaron de 23 balazos.

De ahí el humor negro de llamar al hecho "operación Traviata" asociándolo a la publicidad de las galletitas Traviata, aireadas con 23 agujeritos.

El asesinato fue una declaración de guerra. Las dos patrias, desde la muerte de Rucci, pasaron a ser irreconciliables.

Perón se jugó por la patria peronista.

Al conocer la muerte de Rucci dijo: "me cortaron las patas".

El peronismo ortodoxo rompió relaciones con la patria socialista.

¿Quién mató a Rucci? Hay varias teorías, pero la historia necesita certezas. Quizás, como en las novelas policiales, hay que preguntar quienes necesitaban sacar del medio al responsable del poderoso movimiento obrero, amén de estrecho colaborador de Perón.

¿Crimen de lesa humanidad, magnicidio o "sólo" un asesinato político? No importa quienes hayan sido los autores materiales y los instigadores, no importa si hoy ocupan cargos en el gobierno o son los desconocidos de siempre, la verdad debe saberse. Es imperativo.

Argentina se ha enamorado de los 70. De tanto mirar al pasado se está perdiendo el futuro. Y tiene un presente deformado que busca verdad y justicia en un solo lado.

Argentina necesita olvidar, y para olvidar hay que conocer toda la verdad, caiga quien caiga.

En algún momento de la trágica historia que le tocó vivir, Rucci dijo: "no creo que exista un solo argentino que no aborrezca la indignidad que simbolizan los que asesinan para hacer valer sus razones".

Rucci se equivocaba. Hay argentinos que no aborrecen la indignidad de los que asesinan para hacer valer sus ideas, algunos hasta los califican de "maravillosos muchachos idealistas".

La Caja de Pandora

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