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Quiénes están detrás de las víctimas

25 de septiembre. Se cumplen 35 años del asesinato de José Ignacio Rucci, el líder metalúrgico secretario general de la CGT y fiel ladero de Juan Domingo Perón. Recién hace tres años que parte del sindicalismo comenzó a recordarlo tímidamente. CORREO DE BUENOS AIRES lo señaló en su oportunidad. Han aparecido unos pobres carteles en blanco y negro que dicen “Argentino y peronista”. Demasiada indigencia para tanta riqueza política y gremial extinta. Los anuncios los repiten años tras año. Habrán hecho en cantidad, pegado unos pocos y sobrado muchos. Fueron demasiados años de dolor para que los hijos se hayan acordado en estos días de presentarse ante la Justicia para esclarecer el crimen. Cada cual hace con su duelo lo que quiera, pero son tantos años…. ¿Por que todos ahora sí y antes no? Llama la atención. Los Montoneros se adjudicaron ese asesinato pero hay fuertes indicios que señalarían que ellos no lo hicieron. ¿Quiénes fueron y por qué? Es un pesado lastre que difícilmente puedan sacarse de encima.

Otra eterna víctima dice ser el gobierno argentino. Después de haber proclamado a los cuatro vientos un último supuesto complot para desestabilizarlo, esta vez a manos de los agropecuarios, en la actualidad se alucina con ser mártir del FBI, la CIA y la justicia estadounidense con sede en Miami, un territorio extraño, lo más parecido a los Estados Unidos que pueda encontrarse en Wilkipedia y donde un pueblito grande y distinguido con un nombre españolísimo, Cayo Hueso, transformado para el buen uso de hombres y mujeres de costumbres extrañas, fue rebautizado con el paquetísimo nombre de Key West (LLave del Oeste, ¿?). Más o menos como aquí, que al viejo barrio de Palermo, inundable en otros tiempos gracias al desborde del arroyo Maldonado y que al tango lo tenía “seco y enfermo”, ahora lo llaman Palermo Soho y Palermo Hollywood.

La Justicia de Estados Unidos (o de Miami, que es casi lo mismo) ha llamado a sus estrados a un venezolano que está siendo investigado porque parece que anda en cosas raras. De rebote, confesó que sabe (a un espía no es conveniente creerle) que el contenido de ciertas valijas cargadas en Venezuela en un avión contratado por funcionarios argentinos que venía para la nuevas pampas bolivarianas y en el que supo viajar, estaban forradas de dólares para la última campaña presidencial de los Kirchner. La Casa Rosada y sus correveidiles salieron pronto a desmentirlo y aseguran que es una jugada del propio Bush porque los jueces y fiscales de allá no son independientes como los de acá, un país avanzado donde se respetan las instituciones y todas esas cosas que son tan lindas.

También están otras víctimas como el testigo Julio López que desapareció en democracia y no aparece ni se asoman quienes los secuestraron, o los tres jóvenes empresarios que aparecieron muertos en un zanjón y que desarrollaban su actividad comercial vinculados al negocio de las drogas farmacéuticas. Asimismo se encuentran las víctimas del paco, de los accidentes de tránsito, del corralito y las víctimas del terrorismo de Estado de la década del 70. Igualmente, hoy batallan otras víctimas del terrorismo que fue causado por las organizaciones guerrilleras en la misma década y que hasta el momento no han merecido debida atención judicial.

En este último caso, el próximo 6 de octubre se conmemorará en Plaza San Martín, el día de las víctimas del terrorismo que involucra a civiles y militares muertos por atentados provocados por antiguos “jóvenes idealistas” y que hoy son enzalzados por el Gobierno y las organizaciones de derechos humanos. No obstante que esta es la tercera vez que se realiza el acto, no se sabe a ciencia cierta quién lo organiza y quién o quiénes hablarán en el mismo. Diversas organizaciones, lideradas todas ellas por mujeres, adhieren al acto vía mail, pero ninguna se hace cargo de la convocatoria. Sería prudente que alguien tome la iniciativa de aclarar el episodio. Por las víctimas, claro.
SALINAS BOHIL
CORREO DE BUENOS AIRES