El Arzobispo de Bs.As. Cardenal Jorge Bergoglio en la tradicional jornada anual de la Pastoral Social Porteña llamó esclavitud a la exclusión social. Dijo que a las conocidas categorías de "opresores y oprimidos", "excluidos e incluidos" hay que sumar "los que caben y los que sobran" que pasan a ser material descartable para una industria humana del descarte que se llama esclavitud. Antonio Cafiero, presente en la jornada expresó que el gran desafío es el combate a la desigualdad que, a su criterio, es peor que la pobreza. Todas estas palabras me llevan a una reflexión. Hay un grupo de personas, tres millones en todo el país que no seguimos el marco legal de la adopción y nos obligan a vivir en una nebulosa, a no saber cuándo ni dónde nacimos, a no conocer nuestra propia historia, esclavos de un Estado que está empecinado en no cambiar las cosas, en no reconocernos el Derecho a la Identidad, porque este derecho no se cumple de manera igualitaria para todos los seres humanos. Existe otra categoría que agregar: "casos de lesa humanidad y los que no son casos de lesa humanidad" porque en materia de DD.HH. esta diferencia es bien marcada. Quienes pertenecemos a este segundo grupo somos "los que sobran". El gobernador Scioli le reza a la Virgen de Luján por lluvias benignas mientras que su gobierno dejó sin efecto el Programa Provincial Reencuentros para la restitución de la verdadera identidad de origen creado por su antecesor; la Presidenta en cada viaje al exterior destaca la política de DD.HH. y la realidad es bien diferente. Teóricamente se dice mucho, hay escritos, libros, conferencias, palabras y palabras de destacados especialistas pero a la hora de hacerse cargo huyen por la tangente. El Derecho a la Identidad no es para todos, los DD.HH. están sectorizados, hay ciudadanos que "sobramos".
Graciela Palma (ciudadana sin identidad) DNI 16.496.527
palmagraciela@gmail.com
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