EMBALSAMAN A BALZA

ESTO ESCRIBIÓ ESE SACO DE PUS QUE SE LLAMA MARTÍN BALZA
La impunidad jurídica se implantó con los decretos del Poder Ejecutivo Nacional de octubre de 1989, cuando impidió continuar con la investigación de crímenes de lesa humanidad cometidos por los máximos responsables del terrorismo de Estado.

Ello se superó con la declaración de inconstitucionalidad de los citados decretos y el enjuiciamiento y condena por crímenes tales como la desaparición forzada de personas, la tortura, las violaciones y las ejecuciones clandestinas y extrajudiciales; delitos que trascienden lo jurídico, y marginan el campo de la ética y de los principios cristianos. La impunidad política vulnera la esencia de la forma democrática de gobierno. Conocidos represores, simpatizantes y funcionarios de dictaduras, sin ningún arrepentimiento ni cargo alguno de conciencia, han sido elegidos congresistas, gobernadores, ministros y asesores, mientras que otros pretenden ejercer docencia republicana.

Incomprensiblemente el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, en 1987, al plantear una cuestión de competencia ante la Cámara Federal de Córdoba, afirmó: "Existió una guerra revolucionaria, en la que el gobernante libera su energía política, la sujeta a su imperio y la libera del condicionamiento jurídico y en ocasiones del ético". Perversos conceptos. Otras mentiras menos elaboradas son: fue una guerra, fue un enfrentamiento, intentó fugarse, fue un ajuste de cuentas entre ellos. Con la impunidad histórica se busca el olvido, que puede llevar a la reiteración de hechos lamentables y a incrementar el dolor de las víctimas.
Clarín 18/09/08
Notas catapúlticas:
1) No hay que sorprenderse del prodigioso, pasmoso y perfectísimo hijoputismo de que hace gala este cínico, alfonsinista anteayer, menemista ayer y hoy embajador de La Gavilla K. ¿Por qué no pidió el retiro, enterado como estaba del terrorismo de Estado? Sin embargo, parece que gozaba de conciencia tranquila tanto que, años después fue designado jefe del Estado de Mayor del Ejército por el Presidente Menem, el mismo que firmó los decretos de octubre de 1989,que ahora le parecen consagratorios de la impunidad jurídica.
2) Cuando se refiere a conocidos represores ¿está hablando de los jefes que lo ascendieron durante toda su carrera? ¿Y él mismo, prestando servicios en la Escuela de Artillería de Campo de Mayo, ignoraba lo que sucedía en ese “centro clandestino de detención”? ¿Se olvida también de lo que hizo con los guerrilleros que capturó?
3) Pero el colmo de su canallería lo manifiesta cuando cuestiona la existencia de la guerra revolucionaria que su país-¿lo será todavía?-soportó desde los años 60,hecho reconocido además por la sentencia de la Cámara Federal que condenó a las Juntas Militares.
4) Perversos conceptos son los que salieron de la mano de este renegado, y lo son tanto como perversa es su alma.
5) Un solo dato, empero, debe consolarnos: Martín Balza no podrá ya recorrer solo las calles de la Argentina, porque sus fechorías no quedarán impunes. Porque somos muchos los que estamos esperando la ocasión, para darle su condigno y violento merecido. Desde el escupitajo hasta el tiro.
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