Mentiras, sexo y dinero: De Antonini Wilson-Bereziuk al negociado de los Kirchner con los acreedores (¿cuándo renuncia Redrado?)
Las mentiras ya no son inocultables en la Administración Kirchner, y la deteriora más. Mienten en el Valijagate y mienten en el rescate de deuda en default. Reivindican la soberanía cuando están ofreciendo un gran negocio a un grupo de acreedores y bancos que los representan. Notable texto editorial del programa Sin Saco y Sin corbata, por AM América.
POR CLAUDIO M. CHIARUTTINI | 28/09/2008 | 09:36
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata). ¡¡Por fin terminó la gira internacional de Cristina Fernández de Kirchner!! Sin duda fue la gira más autoreferencial, autocomplaciente, soberbia y repleta de autoelogios desde el regreso de la democracia ¡¡Im-pac-tan-te!! ¡¡La mediocridad que ha demostrado la misión argentina en Nueva York ha sido patética, sin paralelo en varios años!!
La decisión del gobierno de anunciar la reapertura del canje de deuda en Nueva York fue totalmente oportunista y publicitaria, para darle algo de contenido a un viaje sin agenda, vacío. Como explicó el ex Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, la propuesta comenzó a ser manejada por la Casa Rosada desde enero pasado y queda en claro que fue retomada luego de que se colocó el nefasto bono a Venezuela que despertó los temores del default.
Pero, tal como suele ocurrir con Cristina Fernández de Kirchner, en vez de aprovechar una noticia que podría ser inicialmente positiva para hacerle un bien a la Argentina, por su actitud de soberbia y discurso destilando despecho, transformó el hecho en otra maniobra publicitaria sobredimensionada por los voceros y amigos del gobierno.
Cuando la Presidente de la Nación dice que “los que cambiaron fueron los acreedores, no nosotros” miente, dado que había sido el kirchnerismo el que impuso la famosa “cláusula cerrojo” que impedía la reapertura del canje a través de una ley que se votó en el Congreso. Así, de nuevo, el matrimonio Kirchner borra con el codo lo escrito con la mano y el Congreso aprobará algo que rechazó hace menos de 5 años.
Cuando la Presidenta de la Nación dice que los Estados Unidos no tiene un Plan B, se vuelve a equivocar dado que Washington ha lanzado una docena de medidas para frenar el impacto de la crisis subprime y tener disponibles US$ 700.000 millones para apagar una crisis. Más que una crítica debería darnos admiración, en especial, cuando los Estados Unidos trata de salvar a sus ciudadanos de perder sus casas, mientras que en el 2001, en la Argentina, creamos, de un golpe, 40% de pobres y le perdonamos US$ 15.000 millones de deuda a decenas de grandes empresas.
Cuando la Presidenta de la Nación dice en forma displicente que los Estados Unidos tendrán como ventaja en esta crisis no tener al Fondo Monetario Internacional que le diga lo que tiene que hacer, no recuerda que los Estados Unidos puede salvarse por su fuerza y potencial político y económico, bastante distante de las distorsiones y debilidades que muestra la Argentina en la actualidad y a lo largo de su historia.
Pese a que Cristina Fernández de Kirchner estuvo una semana en Nueva York, la única vez que apareció en el The New York Times fue cuando se habló del caso de las valijas de Antonini Wilson.
Pese a que Cristina Fernández de Kirchner estuvo una semana en Nueva York, rodeada de otros 121 presidente, reyes, primeros ministros y mandatarios de naciones soberanas, la Presidente argentina sólo logró reunirse con dos primeros ministros (Austria y España), un grupo de mandatarios regionales, una funcionaria de 3ra. línea del Banco Mundial, se sacó una foto con Thomas Shanonn y estuvo al lado de Shakira.
Pese a que Cristina Fernández de Kirchner estuvo una semana en Nueva York ni una sola empresa de los Estados Unidos o del mundo se acercó al Four Seasons para anunciar una sola inversión. Es más, para que no fuera un papelón, el gobierno volvió a renegociar créditos ya otorgados por el Banco Mundial, pero lo vendieron como si fuera plata fresca. Más marketing político.
Pese a que en sus presentaciones transmitidas en vivo para la Argentina la Presidenta de la Nación mostró un país que parece vivir un milagro, FIEL nos dice que dos tercios de la población no logra mejorar su situación social, las inversiones extranjeras evitan la Argentina, Rusia dejó de comprarnos carnes y frutas, y el Banco Mundial reclamó certeza en los datos que ofrece el Indec.
En una semana en donde Cristina Fernández de Kirchner se trató de mostrar una gira triunfante en Nueva York,
> en Europa se terminó por caer el tren-bala (dado que el banco que iba a financiar las obras no obtuvo las garantías necesarias),
> el proyecto de Movilidad Jubilatoria no pudo pasar por el Senado controlado por el gobierno,
> los economistas advierten que la inflación baja por una fuerte caída del consumo, y
> el campo se prepara para volver a la protesta y piensa en una marcha sobre la capital federal.
Pese a que se pagaron extensas comunicaciones vía satélite desde Nueva York,
> nunca supimos la opinión del matrimonio Kirchner sobre la denuncia de que había US$ 6 millones en las valijas de Antonini Wilson,
> nunca se pudo confirmar oficialmente si la Argentina había prometido al Uruguay levantar el corte del paso fronterizo en Gualeguaychú, y
> nadie apoyó la férrea defensa de la Presidenta de la Nación al Indec y sus datos mentirosos.
Para colmo, la Iglesia le dio un cachetazo al gobierno al imponer un cambio de candidato para ser embajador de la Argentina ante el Vaticano y tuvo que soportar que Hugo Moyano use la reapertura de la investigación sobre el asesinato de José Ignacio Rucci como pieza de negociación con la Casa Rosada.
Pero es hora de dejar de analizar otro viaje intrascendente del matrimonio Kirchner a la capital financiera del mundo. Analicemos la apertura del canje de deuda que el gobierno terminó por vender como un triunfo que, en algunos rincones del poder, consideran que nunca se llevará a cabo.
Lo dicho con anterioridad: la reapertura del canje es un tema viejo, viene desde fines del año pasado y fue presentado al gobierno a comienzos de enero.
Según diversas fuentes, se aprovechó el cambio de gobierno para realizar la oferta basados en el discurso de cambio de estilo con el que se impuso Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones de octubre pasado, lo que confirma que fue diseñado para Néstor Kirchner, pero los bancos sabían que nunca sería aprobado.
La idea fue retomada luego del fracaso en la colocación de deuda a Venezuela al 16% anual y fue el ministro de Economía, Carlos Fernández, el encargado de retomar las negociaciones. En el Banco Central, no se enteraron del tema, por eso se habló de una posible renuncia de Martín Redrado a su cargo.
En el fondo, la operación es un negocio de estudios de abogados, fondos buitres y bancos que compraron los bonos en default a la mitad de lo que lo tomaría la Argentina. Así que, de arranque, bancos, abogados y fondos buitres tendrán una ganancia mínima de 100% sobre el capital invertido. Otra maniobra Hood Robin que acepta y lleva a cabo el gobierno argentino.
El secreto de la colocación es entregar bonos con cupones de crecimiento de PBI, un instrumento que el gobierno de Néstor Kirchner diseñó, que rechazó durante todo 2006 y 2007, culpando por su creación a Roberto Lavagna por el error del indicador seleccionado. Para los bancos de inversión es un gran negocio: si la Argentina va a seguir mintiendo sobre la inflación va a seguir inflando el aumento del Producto Bruto Interno, lo que asegura sobretasas más que aceptables en los próximos años.
Además, existen claras sospechas de que los bancos de inversión, los fondos buitres y estudios de abogados estuvieron comprando bonos en default a valores cercanos a US$ 14 por cada US$ 100 de valor nominal. ¿A cuánto lo tomará el gobierno?
En el canje del 2005 se tomó a un valor nominal de US$ 32, cuando muchos los habían comprado hasta a US$ 104 por cada US$ 100 de valor nominal. Ahora, mientras el gobierno dice que hará el canje a US$ 25 por cada US$ 100 de valor nominal, el banco de inversión Merrill Lynch estima que el precio será cercano a US$ 39 por cada US$ 100 de valor nominal, casi US$ 7 más que en 2005, y US$ 25 por cada US$ 100 de valor nominal sobre el precio de compra.
¿Dónde gana la Argentina con la operación?
La operación, además, aunque no se haga, ya es negocio para los bancos de inversión que hicieron la oferta dado que los bonos en default se cotizaron toda la semana cerca de US$ 30 por cada US$ 100 de valor nominal, con una ganancia de US$ 16 por cada bono de US$ 100 de valor nominal comprado hace 2 semanas.
Sin embargo, muchos consideran que la operación corre graves riesgos.
Por un lado, la Argentina reclama que la adhesión al canje debe ser lo más cercana a 100% cuando los bancos de inversión ofrecen 50% de piso. Además, en los Estados Unidos consideran que la operación debe ser autorizada por el juez Thomas Griesa, de Nueva York, dado que existen graves riesgos de que se produzcan embargos.
Pero el tema más grave no es borrar con el codo lo escrito con la mano al reabrir el canje de deuda, ni el mal negocio que hace la Argentina comprando deuda más cara que en 2005 ni las inmensas ganancias que tendrían y ya tienen los bancos de inversión.
Lo más grave pasó en Buenos Aires cuando se descubrió que por el Decreto de Necesidad y Urgencia que firmó hace 10 días Cristina Fernández de Kirchner autorizó al Tesoro a colocar deuda al Banco Central, después de arrasar con las utilidades de la entidad por 3 años y abusar de los Adelantos Transitorios que puede realizar la institución.
Según esta nueva norma, el Banco Central es un financista más del gobierno por 3 caminos, lo que sumado la reapertura de los mercados de crédito internacional si se realiza la negociación con los holdouts, más la autorización para cambiar la Carta Orgánica del Banco Nación para financiar al Tesoro y el canje de Préstamos Garantizados que realizará en forma compulsiva el gobierno tenemos una Casa Rosada que está desesperada por obtener financiación en una año electoral.
Desde que Néstor Kirchner asumió el gobierno, la única preocupación de la Casa Rosada ha sido tener caja suficiente para consolidar su poder político. En el camino, se les sacó casi 16 puntos de la recaudación a las provincias, se crearon 17 fondos fiduciarios que, junto con el Anses, la AFIP y la Lotería Nacional financian al Tesoro; además, el Banco Central ha sido ahogado por pedidos de fondos de la Quinta de Olivos. Ahora, se buscan más formas para aumentar el endeudamiento soberano. ¿Qué diferencia hay entre este gobierno y el menemismo? Al final, los dos viven desesperados por las emisiones de deuda....
> Pese a que la recaudación fiscal ha crecido 3 veces en 6 años, la plata al gobierno no le alcanza el dinero.
> Pese a que la presión fiscal ha crecido 5 puntos del PBI en 6 años, al gobierno no le alcanza el dinero.
> Pese a que los Adelantos del Banco Central y el retiro de utilidades suman más de $ 20.000 millones en 4 años, al gobierno no le alcanza el dinero.
> Pese a que ha emitido cerca de $ 15.000 millones de deuda sobre fondos del Anses, la AFIP, la Lotería Nacional y los fondos finduciarios, al gobierno no le alcanza el dinero.
> Pese a que los bonistas se la ha robado cerca de $ 15.000 millones al subestimar la inflación, al gobierno no le alcanza el dinero.
> Pese a que la Casa Rosada ha gastado cerca de $ 50.000 millones en forma discrecional que no formaron parte de los Presupuestos, al gobierno no le alcanza el dinero.
En ese marco: ¿qué significa poder endeudarse sobre el Banco Central y poder emitir deuda en el exterior para el gobierno? Más dinero para gastar que en el futuro, no le alcanzará.
Y mientras el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se convierte en una máquina aún más voraz de dinero que la de su marido ¿qué hace la oposición? Tal como dijo Elisa Carrió, la oposición juega a sacarse la foto....
En una semana, Mauricio Macri se fotografió con Hermes Binner y con Julio Cleto Cobos, el vicepresidente se reunió, además, con Eduardo Buzzi; Eduardo Duhalde lanza como candidato a Felipe Solá, Alberto Fernández volvió a la calle, Hugo Moyano presiona con el caso Rucci y Elisa Carrio sigue profetizando inminentes apocalipsis.
Pasa una semana que frustra en tres dimensiones.
> Por un lado, un gobierno que no tiene relaciones exteriores y hace interna desde Nueva York;
> por el otro, un gobierno que no tierra barreras para gastar más y que quiere sacar dinero desde debajo de las piedras para gastar aún más y,
> por fin, la oposición que cree que jugando a “Susanita tomando el Té” se crea una alternativa electoral.
Mientras los Kirchner tratan de asegurar su proyecto político –por eso exprimen la caja- la oposición sigue con su estrategia declarativa.
En el medio, a nadie le interesan los problemas reales. Nadie hace nada por frenar la inflación, nadie hace nada por frenar la ola de inseguridad, nadie hace nada por el número creciente de pobres que se ven en la calle, nadie hace nada por el poder adquisitivo que se evapora, nadie hace nada para combatir las drogas, nadie hace nada por mejorar nuestras vidas.
Mientras los problemas nos abruman, Cristina Fernández de Kirchner pelea por una foto con Thomas Shanonn y Shakira al tiempo que la oposición intercambia fotos de cortesía. Por culpa del marketing político y la falta de gestión hemos dejado de ser un país, un pueblo, una nación. Somos un inmenso y adolescente fotolog.
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