martes, 23 de septiembre de 2008

LOS GESTOS....

: LA FRENÉTICA MARATÓN DE LOS GESTOS
(Por el Lic Gustavo Adolfo Bunse) (23/9/2008)


No podía esperar ni media hora.

En su primer discurso público en Estados Unidos, en el Council of Foreign Relations, junto con el anuncio de una reexaminación de las condiciones de deuda a los bonistas estafados por el canje, con su mejor cara de cuarzo, dijo respecto de su propio gobierno :
“somos un ejemplo de transparencia” (sic).

Moliêre, se revolvió en su ataúd por dentro, queriendo salir de allí… a buscar un nuevo personaje para su libro. No pudo, pobre.

Acto seguido, la presidente, tal como ocurre con una expectoración, se puso a enumerar un catálogo de números macroeconómicos, todos los cuales son nada más y nada menos que la más flamante producción del último pan caliente que se ha sacado del horno del INDEC.

En la Argentina, los mercados reaccionaron para arriba.
Digámoslo sin ambages : Necesitados de creer en algo … le creyeron.

Los gritos de advertencia de Moliêre, aunque muy apagados, se perdieron como una letanía entre los vítores que sonaban en la Bolsa de Comercio.
Él, arañó de nuevo su ataúd por dentro… y volvió a su sueño eterno.

Pues así como se ven las cosas, y sin la menor elegancia, esta gente podría ganar tranquilamente las legislativas del año que viene. Por qué no ?
Y el sujeto que controla la comarca, podría volver cómodo, en el 2011.

Hay quienes piensan que ya se dejaron escapar las chances.

Craso error

Ni la multitud de actos de corrupción, ni los desastres que perpetraron en el poder, ni las promesas con fórceps que, según puede verse son bien aceptadas, van a impedirles ganar de nuevo.

Con este panorama, y sin gastar siquiera en peinarse, ganan 2009 y 2011


Tienen ahora las mejores excusas.
Las tienen aunque los tres Bancos que hicieron la propuesta (Barclays, Citi y Deustche) satisfagan sólo las expectativas de la mitad bonistas.
Y aunque exista el delito de filtrar “inside information” según se sabe, a la luz de los que compraron bonos a raudales… antes de este anuncio

Antes bien, todo esto no ha dejado de ser el más evidente mamarracho de reacciones histéricas, inconsultas, absolutamente improvisadas y sorpresivas de toda la historia. Una carrera de gestos en cuentagotas muy poco seria, sólo para volver desde la decimocuarta órbita solar y acercarse un poco al calor de la consideración mundial.

Hace unos días, sacaron de la galera el conejo de pagarle al Club de París.
Tan improvisado fue el anuncio que ni siquiera sabían cuanto le debían.
El Club de París, la vio en el aire : (y resolvieron enseguida…)
“Estos tipos son de cuarta… agarremos con un cuatro de copas que no saben ni de que rayos están hablando”

Como si fuera una travesura, ella se llevó en el bolsillo lo de la oferta que le llego desde los bancos. Algunos funcionarios y su propio hijo tenían el dato y actuaron ?.

Hace una semana fue categórica : “El canje de deuda no se reabre”
Ahora decidió cambiar : La carrera de gestos… no alcanzaba

Antes de viajar a EE UU, ella nos dijo a todos :
“la burbuja del primer mundo se desmoronó” (textual).
Sin tener en cuenta que las leyes de la física no parecen ser de su particular entendimiento, puede aceptarse, sin embargo, la confusión con el tema de las burbujas desbarrancadas. No necesita cuidarse al hablar. Está sola.

Pues sigue sin aparecer un solo vestigio de oposición. Ni va a existir

Jamás, en los últimos cinco años, ha ocurrido el menor atisbo de oposición, ni en lo formal ni en lo virtual. Ni parlamentaria ni extra parlamentaria.

La oposición ha sido y es un enorme desierto político en el que sólo hay arena, mezquindades y grandes inoperancias.

El único horizonte que deberían esquivar es el gran inepto estructural de Mauricio Macri (De la Rúa, a estas alturas, había avanzado en el triple de iniciativas con mucho mayor arrojo y con mejor visión autónoma) .

Y así, sin ningún escollo, lo único que les quedaría por hacer es alguna cosmética menor para la tribuna. El sentimiento general, es complaciente.

Veamos un pensamiento, emergido de una letrina, que flota por doquier:

“Deseo que le vaya bien a esta Presidente de la Nación, porque si le va bien a ella , entonces…nos va a ir bien a todos y le va a ir bien al país”.

Los empresarios de la UIA y muchos en la Bolsa, repiten eso… de rodillas

Y es algo así como una especie de piedad, tan farsante, que los pone a mitad de camino entre el disimulo y la justificación.

Entre la cobardía y la ridiculez…

Por este rumbo que va esta Presidente : si uno desea que le vaya bien
¿ Que es lo que está expresando en verdad con eso ?

Desear que le vaya bien, podría suponer, que esta señora va a cambiar drásticamente sus prácticas políticas e imaginar también que va a salir de su impenitente confusión ideológica.

Es sospechar que, acaso, que de carambola, con este evidente libreto de “la prueba y el error”, va a tener alguna posibilidad razonable de salir airosa y de levantar el país.

Si tal fuese el deseo, expresado de esa manera extraña, lo que se pondría de relieve, en verdad, es otra cosa más o menos así : “ojala le vaya mal en este rumbo que va… y que por eso, entonces, deba cambiarlo”.

Y además… “que sea muy pronto”, porque, puesta frente al susto de su ruina inminente, deberá mover el timón hacia otro lugar completamente diferente.
Digámoslo así : sólo podría irle bien al país si le va mal a esta mujer en lo que hace todos los días.

Capaz que un buen día se da cuenta del grave error que comete y decide mutar todo, sorpresivamente, hacia sus propias antípodas.

Si una persona, en su sano juicio, cree cabalmente que este rumbo lleva al país hacia la nada, entonces no puede desear que le vaya bien a quien lo conduce, sino, inversamente… que le vaya mal, para que cambie todo.


Y debe saber también que, cuanto más pronto le vaya mal, mejor le irá al país, bien sea por el milagro de una mutación estrepitosa, o bien sea porque deba dejar su cargo en el acto. Para que sea otro mandatario quien advierta enseguida la sombra de la calamidad y conduzca el cambio a tiempo .

Si una persona impugna… o no suscribe en lo más mínimo lo que está haciendo la que conduce, es decir, si se ve claramente que se ha emperrado en errores de los cuales hasta se siente orgullosa, entonces : desear que le vaya bien es hacer nada menos que el “elogio a la locura” de Erasmo de Rótterdam.

Le irá bien al país en caso de que, alguna vez, elijamos a un tipo con excelentes aptitudes y controlemos para siempre nuestra inveterada tendencia a propiciar que, en la puja por mandarnos, solo triunfen los mediocres.

Un tipo al que podamos desearle que le vaya bien… porque haciendo más de lo que hace, en el mismo sentido… , le irá mejor.

Un hombre a quien, sus obras lo sobrevivan y que permitan reconocer su huella… a través del tiempo.

Un clarividente de los ideales, con la fuerza de actuar en función del país y con la capacidad de terminar, de una vez por todas, con el mal, practicado por inercia, por imbéciles e improvisados, en un país que fue estupidizado por medio siglo de mutilaciones morales.

No basta ser multitud para ser pueblo, por cuanto no lo sería la unanimidad anestesiada de millones de serviles.

No le irá bien al país sosteniendo con lisonjas a los engendros, con la loca esperanza de que acierten el golpe en el clavo después de pegarse cien veces en los dedos.

No le irá bien si alentamos a los frágiles de criterio, huérfanos del menor equilibrio, estrábicos de hecho y de derecho, que no pueden mirar por encima de su propia familia o de su grupo de advenedizos.

Sería como refrendar que, un gobierno farsante, va a llegar a iluminar al mundo entero con su ejemplo.


Con el paradigma del engaño social, del gambito político de la sustitución y de la malversación de la voluntad popular para el acomodo de los tránsfugas surgidos de la nada entre los colgajos de cualquier boleta.

Que les vaya bien a esta manga de abigeos de la fé pública es, ni más ni menos, que esperar, con paciencia, que terminen de perpetrar esta aventura de defraudación, apuntada cada día a la división social y dirigida a un enfrentamiento civil.

Que les vaya bien a estos violadores seriales de la Constitución, es suponer un escenario en el que ellos puedan terminar de perfeccionar el burdel parlamentario. Esto es, y no otra cosa, “desear que les vaya bien”.

Y si tienen suerte, acaso les puede ir mejor, porque es muy simple extrapolar ese camino de indecencia pública, para adivinar hasta donde podrían llegar con su vocación de carcoma.

Al país le irá muy mal con estos sujetos.
Y acaso, según se ve, se lleven puesto el 2009 y el 2011 en una brochette.

Bastará con esta maratón de gestos en cuentagotas y con seguir pagándole con la caja al mismo batallón de felpudos humanos que entregaron su honra una y mil veces, jurando por los huesos de sus padres, cumplir y hacer cumplir la Carta Magna… para profanarla luego, durante 5 años seguidos.


Lic Gustavo Adolfo Bunse
gabunse@yahoo.com.ar

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