El castigo de Kirchner para De Vido
Julio De Vido estaba aliviado por salir de Buenos Aires unos días, como parte de la comitiva que viajó a Nueva York. Viene de pasar una de sus semanas más amargas en el poder: las revelaciones en el caso de la valija lo forzaron a presentarse ante el juez argentino, sufrió como una derrota personal la caída del general Bendini -un "pingüino" que sentía propio-; se topó con una dura batalla entre dos hombres cercanos a él como el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, y el jefe de la Oncca, Ricardo Echegaray; un fiscal avaló la apertura de una investigación en su contra por enriquecimiento ilícito, y, como cierre, tuvo que poner la cara para anunciar un aumento de tarifas de gas. Pero hubo algo peor: está convencido de que Kirchner le pasó una factura de las que duelen. Así interpretaron cerca del ministro la reunión de reconciliación de su gran rival histórico, Alberto Fernández, con el ex presidente. De Vido dice ahora a sus amigos que el bendito "equilibrio de poder" le deparará alguna revancha cercana.
El contraataque
De Vido tomó nota de los intentos de Alberto Fernández por regresar al círculo íntimo kirchnerista e inmediatamente buscó una respuesta política. Así, el viernes pasado aprobó un encuentro de kirchneristas no "albertistas" con el ex jefe de gobierno Jorge Telerman. Juan Pablo Schiavi, uno de los funcionarios nacionales que responden al ministro de Planificación, organizó el encuentro. La idea de que Telerman sea un candidato kirchnerista en las elecciones del año próximo molesta a Fernández y tiene un aliado incondicional en el ala "pingüina" del Gobierno.
¿Acto fallido?
A Sergio Massa le quedó girando en la cabeza su último acto con la Presidenta. Fue el viernes en Avellaneda, donde Cristina Kirchner inauguró obras cloacales y aprovechó para criticar en público a Mauricio Macri. En pleno discurso presidencial, se le enturbió la sonrisa al joven ministro coordinador: "Lo que me parece importante es por qué podemos estar haciendo esto hoy, porque éstas no son obras que se nos ocurrieron, o se le ocurrieron al intendente de Berazategui o al señor intendente de Tigre con licencia para la Jefatura de Gabinete ". La referencia de Cristina Kirchner al cargo municipal que dejó -pero que tanto cuida- Massa despertó suspicacias entre los dirigentes kirchneristas, siempre atentos a descubrir grandes operaciones detrás de cada gesto, incluso cuando se trata de una digresión en una presentación improvisada.
Vía Londres
La larga espera de Alberto Iribarne por convertirse en embajador parece más cerca de terminar. Fuentes del ámbito diplomático deslizaron que en las últimas horas se iniciaron los contactos informales con Londres para convertirlo en el futuro representante del Gobierno ante Gran Bretaña. Después del culebrón que le tocó protagonizar por el rechazo implícito del Vaticano, ahora los Kirchner lo consideran una pieza importante para cultivar el diálogo con el gobierno británico. Esa relación, siempre complicada por el diferendo de las Malvinas, se deterioró durante la era kirchnerista y el tibio intento de la Presidenta por recomponerla quedó trunco en lo peor de la crisis con el campo, cuando suspendió una visita a Londres promovida por el premier Gordon Brown. Cristina quiere aterrizar en Inglaterra el año que viene, indicaron las fuentes.
¡Juntos!
Hugo Moyano y Luis Barrionuevo encontraron un sorpresivo espacio para la tregua en su pelea por el poder sindical. La semana que pasó ambos sentaron una posición casi idéntica: el reclamo por la reapertura de la investigación judicial del asesinato de José Ignacio Rucci y su recalificación como delito de lesa humanidad, algo que podría poner en riesgo de prisión a ex integrantes de Montoneros. El operativo para reflotar el caso incluyó gestiones reservadas para reunir a los jefes de las dos CGT, la oficial y la minoritaria Celeste y Blanca. La idea era que estuvieran en la misa en homenaje a Rucci, el jueves. Por el momento, está confirmada la presencia de Barrionuevo y del jefe de las 62 Organizaciones, Gerónimo Venegas. Moyano duda: ¿le convendrá pagar el costo político de participar en un acto por una causa tan antipática para el kirchnerismo? (La Nación)
martes, 23 de septiembre de 2008
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