domingo, 1 de febrero de 2009

EL PATINADOR

Kirchner previsible resbala en un escenario 2009 imprevisibleNéstor Kirchner repite las tácticas electorales de 2005 y 2007: promesas de obra pública, mucho clientelismo y simulación de mayor apertura hacia adentro. Probablemente no conozca otras formas de articulación política. Pero el escenario está cambiando, y se modificará mucho más, desnudando las extraordinarias limitaciones de Kirchner y de los otros dirigentes del populismo demagógico.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). En el diálogo político incesante que mantiene Néstor Kirchner desde la Chacra de Olivos (así se llamaba antes de la bauticen como Quinta de Olivos), desaparecen en forma permanente algunas cuestiones esenciales:

> No hay referencias a una eventual recesión doméstica.

> No hay especulaciones acerca de la inflación, que otra vez es una realidad.

> No hay comentarios sobre la pérdida de poder adquisitivo de los asalariados.

> No hay menciones acerca de cómo pagarán los intendentes municipales y los gobernadores un ajuste salarial.

> No hay referencias a la crisis de la economía global.

> No hay menciones de cómo mejorar la relación con el campo.

Néstor Kirchner omite toda la realidad y se concentra en sus preocupaciones:

> Qué obras públicas ha recibido su interlocutor.

> La ejecución de esas obras.

> Qué obras públicas necesita.

> Cuál es la situación del Frente para la Victoria en ese distrito.

> Quiénes serían los candidatos rivales.

Néstor Kirchner encara el año electoral 2009 imitando los procedimientos de los años electorales 2005 y 2007.

Pareciera que él supone que, ignorando los cambios ocurridos en el interín, esos cambios desaparecerán.

Pero los cambios que se han sucedido son enormes, y los que aún ocurrirán.

De todos modos, hay que dejarlo en claro: no solamente Kirchner tiene una lectura desinformada de la realidad.

También cometen ese error la mayoría de los intendentes municipales, legisladores nacionales y provinciales, sindicalistas y gobernadores que visitan la Residencia Presidencial donde vive el ex Presidente.

La dirigencia política argentina es precaria. Bastante ignorante. Su cosmovisión es limitada. Los Kirchner son una consecuencia de esa dificultad que obstaculiza el presente y futuro de la sociedad argentina.

El despilfarro del 'viento de cola' quinquenal fue una demostración acabada de todo ello, y un sólido argumento para temer lo que vendrá.

Aqui algunos apuntes sobre los Berverly ya no tan ricos instalados en Olivos:

Victoriano San Martín en La Nueva Provincia, de Bahía Blanca:

"(...) El matrimonio, especialmente Néstor, tiene una verdadera y hasta comprensible obsesión: las elecciones legislativas de octubre. Él y nadie más que él se encarga de dar forma a la estrategia para esa fecha.

Porque es él quien reconoce que, cuando desde la oposición se dice que el tiempo K está por finalizar, es porque, esta vez, están dadas las condiciones para que así sea, por lo que pretende cambiar el rumbo de ese pronóstico, aun con las concesiones que crea necesarias.

En cada uno de los contactos que mantiene en la quinta o los que fluyen a través de los teléfonos celulares, con gobernadores, intendentes, sindicalistas y dirigentes del tipo de los punteros políticos peronistas, todos los temas derivan con insistencia sobre los comicios y dos de sus adicionales principales:

> el comportamiento del campo y

> las finanzas oficiales.

Por ese motivo siente, tal vez sin muchos escrúpulos políticos, que la sequía, por un lamentable giro del destino, se ha convertido en el vehículo para accionar sobre el sector agropecuario sin tener que confrontar en forma abierta y así no aportarle más categoría de oposición. (...)".


Eduardo van der Kooy en el diario Clarín:

"(...) Probablemente los Kirchner comuniquen una cosa y en la intimidad crean otra. No fue esa la impresión que se llevaron de Olivos la hilera de gobernadores peronistas que vio la semana pasada al ex presidente. "Está confiado. Pensando en las elecciones", comentó uno de ellos.

Que está pensando en las elecciones es una obviedad y una certeza. Descuenta el triunfo en 15 provincias aunque se desvela con Capital, Córdoba y Santa Fe. Buenos Aires es un capítulo aparte de esa historia.

Su ansiedad electoral se refleja en dos gestos. Lee cada día la evolución de la crisis económica internacional y sigue al detalle los números de la Argentina. Fue un impulsor de la renegociación de los vencimientos que nuestro país debe afrontar este año. Y lo dejó en manos de Sergio Massa, con quien tiene una relación política ondulante. Massa es el jefe de Gabinete de Cristina. Todo dicho.

Kirchner quedó sorprendido por la dimensión del canje que llegó al 97% y que le permitirá a la Argentina diferir pagos por $13.000 millones. Hubo alguna demora de los bancos en participar y esa demora provocó fricciones entre Massa y Martín Redrado, el titular del Banco Central. Queda algo de humo pero ha desaparecido el fuego entre ellos.

El Gobierno se dispone ahora a repetir la operación con los inversores extranjeros. Esa maniobra no resultará sencilla. (...) "Con un canje que alcance el 50% nos damos por hechos", graficó un ministro.

(...) El otro gesto visible de la ansiedad electoral en el Kirchner de estos días es su repentina inclinación al diálogo y a la consulta con dirigentes con los cuales casi no hablaba. También, su paciencia para tolerar desafíos que en otras épocas se hubieran convertido en explosión.

Volvió a reunirse con Alberto Fernández, como la semana anterior. Le sugirió un acercamiento con Cristina. El ex jefe de Gabinete no habla con la Presidenta desde que renunció. "Me dejó sola en la trinchera", suele quejarse la mujer. "Sigo creyendo que Cristina es mi amiga. Hablamos cuando quiera", le contestó Alberto Fernández a Kirchner.

El ex presidente escuchó también a Rafael Bielsa. (...) "En Capital puede ser un desastre electoral", vaticinó. Kirchner oyó calmo, sin réplicas.

Ese Kirchner es otro. Es el de los tiempos adversos que le toca vivir. Carlos Reutemann criticó al matrimonio y, de paso, le tiró un mandoble a Moreno. El senador no quiere ir rezagado con Binner, que también vapuleó al secretario de Comercio. Reutemann le está imponiendo condiciones a Kirchner para octubre. Hubiera sido impensado un año atrás. El ex gobernador no quiere a Agustín Rossi en la lista de diputados. El jefe del bloque de Diputados del PJ se plantó: "Habrá interna", amenaza.

Reutemann no parece el único insolente. Schiaretti le dijo a Kirchner que seguirá manteniendo autonomía del Gobierno y que aspira a armar las listas para octubre. El sanjuanino José Luis Gioja, que siempre acompañó al ex presidente, cantó lo mismo: "Cada provincia tendrá su estrategia electoral", pronunció. (...)".


Daniel Miguez en el diario oficialista Página/12:

"Néstor Kirchner está entusiasmado con las encuestas que llegan a la quinta de Olivos. Quienes lo frecuentan, dicen que es la contracara del hombre enojado del invierno pasado, cuando el conflicto de las cámaras agropecuarias complicaba la gestión de su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, y el vicepresidente Julio Cobos se pasaba a la oposición sin renunciar a su cargo. Confiado en números que le auguran al oficialismo la victoria electoral en al menos 15 de los 24 distritos, Kirchner recibe a diario a los que saldrán a la cancha en octubre, desde gobernadores o intendentes del conurbano, que por demografía y presupuesto manejan verdaderas “provincias”, hasta jefes comunales de pequeñas ciudades del interior del país.

(...) Los intendentes peronistas del Gran Buenos Aires, absolutamente todos, pasaron por Olivos entre la segunda y la tercera semana de enero. Como informó Página/12 también todos se llevaron respuestas positivas a los pedidos de obras públicas para sus distritos.

(...) Cuando hablaron de política y de las chances electorales en cada distrito, los intendentes quisieron saber si Kirchner sería candidato y no consiguieron ni un sí ni un no. Se fueron con la idea de que el ex presidente se postulará sólo si es estrictamente necesario para asegurarse un triunfo amplio.

Una de las primeras delegaciones del interior que pasó por Olivos fue la de Río Negro. El jefe del bloque de senadores del kirchnerismo, Miguel Angel Pichetto, fue con la mayoría de los referentes de las ciudades más importantes de la provincia y los ítems de la reunión luego se repetirían con los otros grupos de visitantes: un repaso de las obras públicas que se están realizando en cada distrito de la provincia y de las que hacen falta como prioridad, cómo está golpeando la crisis económica en cada pueblo en particular y las medidas que se tomaron y las que se tomarán para enfrentarla y el panorama electoral para octubre. (...)

El segundo grupo que esperaba Kirchner era el de los santafesinos que vendrían acompañados por Reutemann. Pero el senador no fue, en lo que se interpreta como un juego de movidas y presiones para que Kirchner le dé la libertad de armar las listas en Santa Fe, marginando al jefe del bloque kirchnerista en Diputados, Agustín Rossi. Rápido de reflejos, Kirchner transformó la reunión con los intendentes en una cuestión de gobierno en vez de en una reunión partidaria. (...)

Después fue el turno de los peronistas cordobeses. El gobernador Juan Schiaretti llegó a Olivos acompañado por casi cuatro decenas de dirigentes. Y se fue conforme porque Kirchner le dio el visto bueno a su propuesta de provincializar la campaña y de tener prioridad en el armado de las listas. (...)

También los intendentes y diputados provinciales catamarqueños fueron a Olivos el jueves pasado de la mano de la vicegobernadora Lucía Corpacci, enfrentada con el gobernador Eduardo Brizuela Del Moral, un ex radical K, que ahora es opositor al gobierno nacional. Kirchner los instó a unirse para hacerle frente al radicalismo en las elecciones de octubre, ya que el kirchnerismo solo está muy lejos de esa hazaña. Claro que una unión total no sólo implicaría sumar a Ramón Saadi, sino también a Luis Barrionuevo. Nadie en el Gobierno quiso contar hasta dónde pueden estirarse las fronteras de ese continente.

El viernes visitó a Kirchner el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, uno de los más cercanos al gobierno nacional. Acompañado por 20 dirigentes, le dejó al presidente del PJ su convicción de que sólo una hecatombe puede hacer peligrar el triunfo oficialista en su provincia. (...)".


Joaquín Morales Solá en el diario La Nación:

"(...) La obra pública no es una metáfora. Con sus viejos reflejos de intendente (los únicos que mostró hasta ahora), Kirchner está seguro de que cualquier economía resucita con un buen plan de obras públicas. Es posible que ni siquiera le sirva para las elecciones. Aun cuando se cumplieran todos los anuncios y los plazos (lo cual sería una novedad), el movimiento económico y laboral de las obras públicas comenzará a percibirse sólo en julio, muy cerca de los comicios. Por ahora, es la construcción privada lo que se ha frenado en seco, porque nadie compra nada.

Una de las principales empresas constructoras le pidió al Gobierno que abriera créditos hipotecarios para sus eventuales compradores de viviendas. No habrá créditos hipotecarios, pero podemos abrir créditos para que se construyan edificios, respondió un alto funcionario económico. ¿Y para qué vamos a construir edificios si nadie va a comprar viviendas?, le respondió un empresario. Elemental, en un mundo al revés.

(...) Voceros del ex ministro aclararon que Fernández no está dispuesto a volver al redil kirchnerista a cualquier precio. Trabaja ahora junto a Felipe Solá y al proyecto presidencial de éste. ¿Trabaja para el poskirchnerismo? Tal vez en noviembre habrá que pensar en un candidato presidencial que no sea Kirchner , dijeron sus voceros. No habrá ningún Kirchner en 2011. Kirchner lo intuye. Hombre de rencores largos, jamás hubiera llamado a Alberto Fernández si no sintiera que sus cosas andan mal.

Hay que reconstruir la presidencia de Cristina, le dijo Fernández a Kirchner en esos diálogos que no carecieron de tensiones y reproches mutuos. ¿Por qué la reconstrucción? Los empresarios me preguntan qué pensás vos y quieren verte a vos. Eso no está bien, le señaló el ex hombre fuerte del kirchnerismo.

¿Tarde? Quizá. Pero es la propia Cristina la que parece sentirse cómoda sólo viviendo un universo sesentayochista, como definió al matrimonio presidencial un embajador europeo que debió pagar por eso. La Presidenta tiene un problema: el tiempo de mayo del 68 y de todos sus íconos personales y conceptuales se ha terminado. El mundo de hace seis meses ya es viejo. (...)".

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