POLICÍA INDEFENSA

¿ Y SI LES QUITAMOS LAS ARMAS A LA POLICÍA ? Puede parecer absurdo, lo cual en nuestro país no alcanza para descartarlo. Como practicamente no pueden usarlas, ya que de hacerlo pasan inmediatamente a ser sospechosos, sería más práctico que no las tuvieran. El caso del suboficial Garrido es patético; se encuentra ante un hecho evidentemente delictivo pero no puede tener la certeza absoluta de que lo sea, mientras intenta averiguarlo, un asesino desde atrás le quita el arma que aún tenía enfundada y lo asesina con la mayor impunidad. La función de la policía es prevenir y reprimir, para eso son entrenados los policías. Son ellos quienes saben cuándo y cómo utilizar las herramientas de que los ha provisto la sociedad y si se exceden deberán ser juzgados sin perder de vista las circunstancias en que debieron resolver en décimas de segundo y en absoluta soledad qué hacer. Con el diario del lunes y en la comodidad de un escritorio todos sabemos lo que debiera haber sido hecho. Lo verdaderamente triste es que los asesinos saben que se encuentran ante una policía maniatada por estúpidos reglamentos, lo que les da ventajas que saben aprovechar. Si los Edictos eran obsoletos, había que actualizarlos, pero jamás reemplazarlos por el Monumento a la Estupidez de un tragicómico Código de Convivencia. CON LA DELINCUENCIA NO SE CONVIVE PORQUE LA DELINCUENCIA MATA.
Argentino Díaz de Souza