viernes, 4 de septiembre de 2009

COMPRANDO VOTOS


COMPRANDO EL VOTO OPOSITOR
KIRCHNERISMO, DINERO Y LEY DE RADIODIFUSIÓN
Por Christian Sanz


No hay historia más apasionante en los últimos días que la puja que llevan adelante el grupo Clarín y el kirchnerismo en torno al polémico proyecto oficial de ley de radiodifusión, disfrazado bajo la inocente leyenda de "Servicios de Comunicación Audiovisual".
Es todo un culebrón, donde no pueden diferenciarse buenos y malos, ya que cada uno busca su propio interés y no hay intenciones inocentes ni altruistas. Es evidente que el oficialismo no está interesado en la diversificación de medios, sino en el control de la prensa independiente, tal cual lo ha demostrado -con creces- hasta ahora.
Clarín, por su parte, ha trivializado y desjerarquizado al periodismo a extremos impensados y se ha convertido en un grupo de poder que utiliza métodos cuasi mafiosos a la hora de lograr sus objetivos.
Por caso, a través de uno de sus lobbistas más eficientes, Jorge "Tenaza" Rendo, el Grupo intenta convencer en estas horas a legisladores de la oposición y el oficialismo para que voten contra el proyecto de marras. A su vez, el kirchnerismo presiona a sus propios "soldados" e intenta cooptar a algunos de los legisladores díscolos para lograr lo contrario, prometiendo no sólo dinero contante y sonante, sino también importantes cargos a futuro.
Mientras el presente artículo es escrito, dos de las espadas más importantes del gobierno, los diputados todoterreno Dante Dovena y Carlos Kunkel, negocian con Enrique Coti Nosiglia el voto positivo de cinco diputados radicales, uno de ellos de Mar del Plata.
Los llamados y correos electrónicos van y vienen desenfrenadamente entre legisladores K y la Casa Rosada, todo en pos de ganarle en los tiempos a Clarín. La pelea recién empieza y, aunque parezca sencillo, no lo será en absoluto para el oficialismo.
Clarín nunca pierde, propone e impone políticas que beneficien sus propios intereses, al punto de hacer nombrar o echar a funcionarios a su antojo -recuérdese el caso Jorge Rémes Lenicov-, e incluso impone diariamente la agenda Setting a otros medios de comunicación. No hay que engañarse: aún el Grupo no ha jugado sus cartas más importantes y el kirchnerismo lo sabe.
¿Resistiría el gobierno diez tapas negativas seguidas de Clarín? Probablemente, no, y ello explica los apuros de estas horas para sancionar la ley de radiodifusión.
Por su parte, la sociedad toda asiste absorta a una pelea que aún no termina de entender, desconfiando tanto de un contendiente como del otro. No le cree al un gobierno que siempre ha mentido para salirse con la suya, ni a un medio que históricamente ha hecho vergonzosas operaciones de prensa.
Como se dijo al principio de la presente nota, no hay buenos y malos en esta historia, sólo malos. Muy malos.

Christian Sanz



Buenos Aires - Argentina
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