ANIBAL - EL BAULERO- SEÑALADO

TRIPLE CRIMEN, MAFIA DE LOS MEDICAMENTOS, ESCUCHAS ILEGALES, BARRAS BRAVAS A SUDÁFRICA

Las pruebas señalan a Aníbal Fernández

Por Guillermo Cherashny (*)

Dos noticias impactan sobre el curso de dos de las causas de mayor impacto político: las que investigan el Triple Crimen de General Rodríguez, las escuchas telefónicas ilegales que involucran, entre otros, a Mauricio Macri y el ex Jefe de la Policía Metropolitana Jorge Fino Palacios y también la llamada causa de la mafia de los medicamentos.

Lenin enseñaba que todo tiene que ver con todo y, en este caso en particular, todos los caminos parecen conducir a Quilmes.

El "Fino” Palacios, unos meses antes del triple crimen, investigó con su empresa de seguridad -Strategic Security Consultancy- el autorrobo de camiones de medicamentos del laboratorio norteamericano Abbott. Allí se desempeñaba como gerente desde largo tiempo atrás el padre de Sebastián Forza. Una serie de sospechas llevaron a la casa central de Abbott a ordenar la investigación interna referida. La investigación interna habría determinado que, en complicidad con gerentes de la filial local, se autorobaban camiones que transportaban cajas de Erbitux, un medicamento anticancerígeno producido por ese laboratorio. Otro medicamento que desaparecía a través de autorobos era Mabthera, otro anticancerígeno producido por Roche. Ambos productos, de gran valor, se retroquelaban y eran consignados a droguerías vinculadas con sindicatos, con el objeto de cobrar reintegros en la APE (Administración de Programas Especiales), un organismo controlado desde el año 2005 por personajes vinculados a Hugo Moyano.

APARECE FORZA

Según Perfil, Palacios "fue recomendado a Abbott por el FBI, donde era conocido de cuando era jefe de la División Unidad de Investigaciones Antiterroristas de la Policía Federal (DUIA), y también por los abogados del laboratorio, los doctores Eamon Mullen y José Barbacia, ex fiscales de la causa AMIA y hoy abogados de Abbott, hoy acusados, al igual que Palacios, de ser encubridores del atentado a la AMIA. Esta historia habría sido inventada por un grupo de víctimas de la AMIA y el entonces tesorero de la entidad, el rabino mediático Sergio Szpolski. Éste se convirtió al kirchnerismo, demonizando a Carlos Menem, Hugo Anzorreguy, Palacios, el ex juez federal Juan José Galeano y los citados Barbacia y Mullen.

Pero siguiendo con la investigación de Palacios en Abbott, ante éste se presentó Forza un mes antes de su asesinato, pidiendo entrar como testigo protegido y cobrar 50.000 dólares que le daría Abbott por contar cómo se autorobaba Erbitux, para después retroquelarlo a través de una red que incluía los piratas del asfalto y contactos con la línea gerencial del ANMAT, organismo que controla y aprueba los medicamentos.

Finalizada la investigación interna en Abbott, Palacios le habría recomendado a Forza que denunciara los autorobos a la policía y también que se cuidara, porque el laboratorio ya había solucionado su problema y no quería meterse en complicaciones con la justicia.

QUILMES EN LA MIRA

Después de estos hechos, Forza habría entrado en tiempo de descuento y un mes después se produjo el triple crimen.

Esta causa tiene como principal imputado al quilmeño Martín Lanatta, instructor de tiro y gestor de permisos de armas en el RENAR, cuyo titular, Roberto Meiszner, es el hijo de José Luis Meiszner, Secretario General de la AFA, mano derecha de Julio Grondona y estrechamente vinculado a Aníbal Fernández. Martín Lanatta, el principal acusado, es también puntero de la agrupación quilmeña del Jefe de Gabinete. Es aquí donde aparece el que todo tiene que ver.

Palacios tenía entonces una idea clara de que cómo se robaban medicamentos y se retroquelaban por parte de una mafia vinculada a sindicatos importantes y altos funcionarios con poder político, como serían Alberto y Aníbal Fernández. El primero está vinculado al lavado de dinero en la financiación de la campaña presidencial del 2007 y el segundo a los culpables del triple crimen. Tanto la DEA como el GAFI monitorean ahora de cerca la evolución de estos casos.

Por su parte, el "Clarín" de hoy cita otra conexión de Lanatta. Se trata del senador provincial K Pablo Goycochea, del interior de la provincia, cuya hija, contadora, asistió a Lanatta para importar efedrina y otros precursores químicos para la fabricación ilegal de metanfetaminas, más precisamente de la pastilla de éxtasis.

El mercado del éxtasis era enorme, ya que se vendía en casi todas las discos de la Capital y el conurbano y también se exportaba a México con una gran ganancia.

LA GRAN CAMA

Lo señalado refuerza la idea de que, desde la cima del poder político, se instrumentó una "gran cama política" contra Macri y su jefe de policía Palacios. Éste sabía de dónde salió la orden del triple crimen y, estando al frente de una nueva fuerza policial, podía llegar a complicar en este grave delito al kirchnerismo. Así es que se instrumentó una acción coordinada de la SIDE y la Policía Federal con el fin de "destrozar políticamente" a Palacios y Macri.

A tal fin se fueron involucrando en el caso funcionarios judiciales como el Fiscal Alberto Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado y activistas como Sergio Burstein. Pero la conducción del operativo estuvo a cargo de la SIDE y la Policía Federal, en una operación de inteligencia de alto vuelo con la que le habrían hecho pisar el pisar el palito a Palacios para que pinchara el teléfono de Burstein. A su vez, ya contratado Ciro James por el gobierno de la Ciudad, Macri se dejó tentar rápidamente por la idea de que aquél se ocupara de pinchar los teléfonos de su cuñado Néstor Leonardo. En torno de estas ingenuidades de Macri es que se arma la trama de escuchas ilegales de la Ciudad.

MARCELO MALLO Y LOS BARRAS BRAVAS

El año pasado, el ex jefe de la SIDE Miguel Ángel Toma denunció que fue asaltada su casa en dos oportunidades, una de ellas mientras su hija estaba dentro de la misma, donde fue amenazada directamente. En ese momento, Toma denunció por estos hechos a un tal Marcelo Mallo, militante político de PJ quilmeño y vinculado a Aníbal Fernández quien, como se ve, es el hilo que une las causas del triple crimen, la mafia de los medicamentos y las escuchas telefónicas. Y también las coincidencias alcanzan al caso de los barras bravas que viajaron al Mundial de Sudáfrica. Mallo, uno de los fundadores de la ONG Hinchadas Unidas Argentinas (HUA), es el mismo que estuvo involucrado en las operaciones clandestinas contra Toma.

Días atrás, el asunto estalló cuando Sudáfrica deportó a una veintena de barras bravas, entre ellos Carlos Roldán, acusado por un homicidio cometido en Tucumán, que se desempeña como puntero político del diputado nacional de esa provincia Gerónimo Vargas Aignasse, presidente de la Comisión de Poderes y Reglamentos de la cámara baja y comisario político del kirchnerato.

Esta nueva coincidencia demuestra finalmente que las causas del triple crimen, mafia de los medicamentos, escuchas telefónicas y barras bravas conducen a los mismos despachos del poder y, en particular, al populoso distrito quilmeño, la nueva "Chicago" argentina -como se llamó a la ciudad de Rosario en los años 30-. Cuando secuestraron al joven Luis Ayerza y luego lo asesinaron, este hecho conmocionante motivó que el entonces presidente Agustín P. Justo, tomara la decisión de combatir a la mafia. ¿Tomará esta decisión Néstor Kirchner?