viernes, 11 de junio de 2010

BARRAS DE COPAS


COPA MUNDIAL DE FUTBOL, “BARRAS BRAVAS” Y LAS AMENAZAS CONTRA LA SEGURIDAD EN SUDAFRICA

Por Horacio Calderón (*)

Los recientes y vergonzosos episodios protagonizados por algunos de los activistas más peligrosos relacionados a los clubes de fútbol argentinos, quienes viajaron recientemente a Sudáfrica para la Copa Mundial 2010 de este deporte, han colocado a nuestro país en la primera plana de muchos medios audiovisuales y de prensa a nivel mundial.

Muy pocos de los integrantes de esas pandillas podrían haber realizado tan costoso viaje y sostenerse durante el tiempo previsto de estadía, sin el respaldo de dirigentes cuya participación en estas acciones debería investigarse más a fondo.

Al margen de las actitudes violentas que signan históricamente su accionar en nuestro país, debe advertirse sobre el peligro potencial que tales sujetos representan en este momento, si llegaran a enfrentarse en los estadios, pero especialmente en las calles sudafricanas, con miembros de los grupos criminales que abundan en el país y se calcula podrían accionar fuera del marco de contención que se ha planificado. Especialmente, contra blancos “blandos” como hoteles, restaurantes, paseos de compra, etc.

Los medios de comunicación argentinos no han abordado al menos detenidamente la cuestión de las medidas de seguridad adoptadas por los organizadores del evento, que incluyen la prevención de ataques terroristas, pero también el intento de contener o al menos reducir los riesgos y amenazas que representan grupos criminales sumamente violentos procedentes del interior del país y de Estados limítrofes.

Los controles de personas con antecedentes violentos en espectáculos deportivos u otros que se encuentren bajo sospecha de ser vendedores, consumidores o “transportadores sociales para terceros” de drogas ilegales, identificados por las embajadas de Sudáfrica y las organizaciones antinarcóticos internacionales, están sujetos a chequeos exhaustivos, tanto en pasos fronterizos como en puertos y aeropuertos.

Dichas medidas de seguridad no deben de manera alguna interpretarse como que están dirigidas exclusivas contra fanáticos del fútbol, o personas vinculadas al capítulo narcóticos ilegales de origen argentino, sino que incluyen una gran cantidad de países, como Gran Bretaña, estén o no representados con equipos en esta copa mundial.

Uno de los problemas más molestos que deben afrontarse durante los chequeos en las aduanas de muchos países, se debe a la enorme cantidad de homónimos que existen en los principales bancos de datos de personas prófugas de la justicia, sospechosos de actividades terroristas y/o criminales, etc. Sobre todo, porque los principales cuadros de dichas organizaciones podrían en el caso de la copa mundial mimetizarse dentro de los numerosos contingentes de turistas que ingresan al país.

Con referencia a las medidas adoptadas, no constituye un indicio positivo el hurto de equipos, documentos y otros elementos de valor pertenecientes a periodistas en un hotel de Johannesburgo. Quienes pudieron ingresar a dicho establecimiento o estaban infiltrados dentro de él, podrían sin duda convertirse en un peligro mayor que la desaparición de valores.

Las Fuerzas de Defensa Nacional y los servicios de seguridad e inteligencia sudafricanos, como asimismo varios especialistas del exterior, coinciden en advertir, por ejemplo, sobre la actividad de grupos criminales procedentes de países vecinos como Botswana, Lesotho, Mozambique, Namibia, Swazilandia y Zimbabwe, cuentan con acceso al armamento necesario para utilizar en asaltos a mano armada.

Pero también existe un especial estado de prevención que apunta a grupos criminales nigerianos, llegados por distintos medios de su lejano país. Estos delincuentes -siempre según informaciones debidamente confirmadas por diversos especialistas, como Mark Schroeder de Stratfor-, desplegarían a sus miembros en los distintos lugares donde habrá de desarrollarse el campeonato mundial de fútbol.

Las fuerzas de seguridad y policiales de Sudáfrica han secuestrado numerosa cantidad de armas, incluyendo fusiles de asalto Ak-47, ametralladoras, pistolas y armas blancas, incluyendo los temibles machetes.

Pero, nuevamente, los riesgos son menores dentro de los estadios y sus cercanías, por las medidas de seguridad adoptadas para prevenir incluso amenazas terroristas, que parecen ser de baja probabilidad de ocurrencia, más allá de que la potencial concreción de ataques depende en estos casos de la capacidad o no por parte de ciertas células en penetrar los perímetros establecidos para proteger blancos potenciales. Esto ha sido demostrado recientemente en casos como el asesinato de varios miembros de la CIA dentro de una unidad especial por parte de un agente triple al servicio del Taliban; el intento de volar un avión sobre Detroit del terrorista nigeriano Omar Abdulmutallab; también, el de asesinar al príncipe saudita Mohammed bin Nayef, hecho que intentó cometer un militante que llevaba un explosivo de alto poder injertado en el recto.

Las medidas de seguridad desplegadas en Sudáfrica son sin duda impresionantes, e incluyen unidades terrestres, aéreas y navales de superficie y submarinas. También, fuerzas de tareas especiales contraterroristas de la Policía Sudafricana (SAPS, siglas de “South African Police Service”) y de los más conocidos equipos SWAT (“Special Weapons and Tactics”), para nombrar solamente algunos de los principales componentes que protegerán los centros más neurálgicos.

Para finalizar y a título de conclusión, que los “padrinos” de aquellos fanáticos argentinos deberían conocer e informar a sus protegidos, a efectos de evitar hechos de violencia que perjudiquen aún más la azotada imagen de nuestro país en los diferentes escenarios de la Copa Mundial, hay medidas complementarias y muy específicas a señalar:

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Serán severamente reprimidas todo tipo de manifestaciones violentas y muy especialmente aquellas que intenten realizarse en las cercanías de los eventos.
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Tampoco se admitirán demostraciones de ningún tipo en cualquier otro lado del país; por otra parte, el Gobierno sudafricano tampoco ha habilitado o permitido la habilitación de lugares para que estas se realicen, bajo ningún concepto.
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Los sectores para personalidades importantes (VIP) cuentan con puestos de control, que incluyen escáneres de impresiones digitales, entre otros equipos sofisticados de última generación.
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Los perímetros de seguridad establecidos en torno a los estadios impedirán que nadie sin entradas pueda traspasar sus límites.
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Las infracciones a la ley serán severamente castigadas y los infractores detenidos y procesados según las leyes del país.

Las autoridades argentinas deberían adoptar por su parte y con urgencia las medidas necesarias, tal como lo hacen en países con serios antecedentes criminales en la materia como Gran Bretaña, para que ningún ciudadano argentino se involucre en actos de violencia o sea víctima de estos durante el desarrollo de la Copa Mundial.

(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo por gentileza de su autor: Horacio Calderón: Analista Internacional - Experto en Asuntos del Medio Oriente - Especialista en Contraterrorismo.

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