miércoles, 9 de junio de 2010

LA COLIMBA


Sobre el Servicio Militar Obligatorio

http://www.elmartillojudicial.com.ar/2010/04/11/bienvenido-el-servicio-militar-obligatorio/

por Gabriel Cabrera



Este texto lo escribió un Ingeniero del Conicet, Ex Liceista del Liceo Militar General Espejo de Mendoza.
Habla sobre el Servicio Militar Obligatorio.
No tiene desperdicio.

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“Acá hay un error de concepto. Eso de que “elegir” ser militar es cosa de cada uno, es falso. El Artículo 21 de la Constitución OBLIGA a todos los ciudadanos (”todos y todas”, como se dice ahora...) a armarse en defensa de la Nación.

Eso va para todos: hombres, mujeres, instruidos militarmente o no. Entonces es razonable que, así como estamos obligados a ir a la escuela para aprender a escribir y a sumar para algún día ser ciudadanos, en algún momento debemos prepararnos para algún día ser soldados, ya que ser ciudadanos OBLIGA a ser eventualmente soldados.

El que hasta este punto NO ESTÉ de acuerdo, debería plantearse cambiar la Constitución. No hay discusión hasta este punto.

La ley que reglamenta cómo se hace para defender a la Patria (es decir para cumplir el Art. 21) es la Ley de Servicio Militar. (17 mil y pico, no me acuerdo el número) y la 19101 que es la Ley del Personal Militar para el Ejército (y otras similares para las otras dos Fuerzas). La Ley del Servicio Militar está vigente. Lo único que se “suspendió” (no se “derogó”) es el servicio de Conscripción.

OK, esta ley vigente dice que todo ciudadano de 18 a 35 años de edad FORMA PARTE de las reservas de las Fuerzas Armadas. Es decir NADIE TE VA A PREGUNTAR si querés incorporarte si el Congreso de la Nación decide llamarte, ya sea para la guerra, para una inundación en Santa Fe o un terremoto en Mendoza.

Entonces, señores, dejémonos de decir boludeces: que a mí no me van a obligar, que uno quiere o no ir a los cuarteles en su plan de vida, etc.

Repito, al que no le guste, que proponga a los legisladores que se cambie la ley.

A mí no me gusta pagar impuestos, y sin embargo debo hacerlo. A mí no me gusta levantarme temprano, sin embargo lo hago. Al empleado bancario tal vez no le guste andar siempre de traje y corbata, y no lo elegiría “como plan de vida”, pero lo acepta social y cívicamente porque ese es su trabajo.

Dejemos de darle vuelta los argentinos a todo y discutir todo. Seamos más dispuestos y altruistas.

Bienvenido el servicio militar obligatorio. Y no sólo es para enderezar “negritos de la villa”, como se queja alguno por ahí, sino para socializar tanto a ellos como a los nenes de papá y a los ciudadanos laburantes o estudiantes. A TODOS, señores, como lo ha hecho durante casi un siglo la colimba. Todos comiendo la misma comida y con las mismas ocupaciones, codo a codo en la trinchera o barriendo el patio o jurando la bandera.

Ese concepto es el punto medio de la cosa. No es que el Servicio Militar Obligatorio “castigue” a los jóvenes descarriados y por ello eliminamos la seguridad. NOOOO!!! ERROR! El concepto es que en algún momento nos saca de la realidad particular (la villa, la mansión, la pala, el arado, el aula o la oficina) y nos mete en la misma bolsa donde sólo sos un ARGENTINO, un CIUDADANO. Y allí a muchos les “cae la ficha” de cómo es eso del “deber ser”: ni pibe chorro, ni nene garca, ni plebeyo ni burgués. ¿Es tan difícil de entender???

Y ahora me presento, para que no me digan facho. Soy un ingeniero, laburo todo el día como científico del CONICET (es decir, soy un intelectual).

Tras muchos años de laburar en la montaña (soy guía de montaña) me pude comprar mi casa y una pequeña finca donde crío niños, podo mi viña y cosecho mis aceitunas (es decir, me ensucio con tierra también). Y considero haber cumplido con la preparación del Artículo 21, porque fui al Liceo Militar y soy un oficial de reserva.

En el '78 me tocó la guerra con Chile (estaba en 4° año de ingeniería, ya tenía una hija de meses, y sin embargo nadie me preguntó cuál era mi “plan de vida”).

Como había movido un poco el culo en los primeros años de facultad, ya no era un subteniente raso, sino un Teniente Primero, y me tocó la responsabilidad (y el honor) de ser jefe de Compañía y tener a mi mando casi 200 soldados, TODOS RESERVISTAS IGUAL QUE YO.

Así, señores, se vive en una República, donde los ciudadanos comunes sabemos leer, escribir, criar hijos y defender la Patria con el fusil.

Saludos a todos desde Mendoza.

Gabriel Cabrera

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