martes, 15 de junio de 2010

LA UNIÓN HACE LA FUERZA

por Elena Valero Narváez
evaleronarváez@hotmail.com

A medida que se acerca la campaña electoral, los diarios muestran en líderes opositores actitudes típicas de canibalismo político, tan habituales, por otra parte, en el matrimonio Kirchner.

No es la trayectoria ni el esfuerzo que implica toda carrera política lo que a veces cuenta, sino una lucha sin cuartel por llegar a ocupar puestos políticos de importancia en el menor tiempo posible. Se entiende que los partidos son empresas políticas que compiten por llegar al poder pero no, que se utilicen armas que no condicen con reglas elementales de ética política.

Un sistema de partidos sólo funciona si se responde a normas estrictas de convivencia, mas allá de que se discutan con fuerza y a veces con agresividad programas e ideas durante la campaña electoral. Todo tiene un límite dado por la idea democrática de tolerancia.

La sociedad argentina mira azorada a políticos que zahieren, hasta llegar al insulto, a quienes poco tiempo atrás compartían formulas partidarias afines.

No solo ello es escandaloso sino que, también, lo es denostar agresivamente a los contrincantes que tienen un lugar destacado en las encuestas por haberse ganado la consideración de la gente.

Últimamente sorprendieron declaraciones de De Narváez hacia la figura de Macri como también, días antes, las de Felipe Solá. . De estar unidos al Jefe de la Ciudad para lograr ganar en elecciones anteriores, ahora se lo pretende degradar diciendo que es "bipolar" y además que es "derechoso". Por supuesto que este proceder tiene el lógico interés político de atraer los votos desfavorables al jefe de gobierno, pero es peligroso criticarlo por ideas que a la corta o a la larga deberán implementar ellos mismos si llegan al gobierno.

No es otra cosa que un reconocimiento a lo hecho por los Kirchner estar en contra de políticas liberales, mal calificadas como "derechosas", único camino que nos queda para salir, con sacrificio, del infierno hacia el cual estamos marchando.

El estado paternalista, el socialismo democrático, con el que ahora parece soñar casi todo el espectro político, es el que ha llevado a Europa a tener que hacer un ajuste obligado. Creo, o espero, sin embargo, que los discursos de este tenor sean únicamente una estrategia para halagar lo más íntimo del corazón de los argentinos quienes en su mayoría adhieren al canto de sirena socialista y nacionalista.

El pensamiento de la gente pertenece al peronismo original pero no, por suerte, al de varios radicales y peronistas que han aprendido a partir de las experiencias políticas anteriores diferenciándose bastante de los Kirchner. Aunque líderes de ambas corrientes tengan un tinte socialista no dejarán de abrir e integrar a la Argentina al mundo y a respetar las instituciones.. Por ello, lo prioritario es, derrotar a Kirchner en las próximas elecciones. Si no lo logran, los tendremos de vuelta y predicando equidad, solidaridad y subsidios generalizados, nos llevarán a ser mellizos de Venezuela. Allí, a la inseguridad, la inflación y al deterioro de los servicios públicos se le suma, como en nuestro país,, una oposición dividida y sin liderazgos que al llegar siempre desunida a las elecciones le regala a Chávez, una y otra vez, la posibilidad de seguir como presidente.

Nos guste o no, la democracia se gana con votos: si, como dicen las encuestas, Kirchner tiene cerca del 40 por ciento y, la oposición, llega dividida en varios partidos, lo tendremos otra vez en el sillón de Rivadavia.

Debemos darnos cuenta que hay dos opciones: o se unen todos contra Kirchner o aceptamos una dictadura. El ejemplo de Alemania donde al rechazar unirse los comunistas y socialdemócratas dieron el triunfo a Hitler y el muy cercano de Venezuela debiera ponernos en estado de alerta.

Kirchner tiene cerca del 40 % de intención de voto, por lo tanto, le gana a la oposición si es que se divide en varios partidos. En cambio, si algún candidato pasa el 30 %, en la segunda vuelta recibirá los votos de la mayoría de los opositores. Esto es lo que no deben olvidar los líderes opuestos al gobierno y trabajar en consecuencia en vez de insultarse. ¿Se han olvidado de que la unión hace la fuerza?

Elena Valero Narváez. Autora de "El Crepúsculo Argentino".Lumiere. 2006.

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