sábado, 19 de junio de 2010
LO PRIMERO ES LA FAMILIA
por Ricardo Medrano
ricardo.g.medrano@hotmail.com
En estos años de gobierno, el kirchnerismo ha tomado decisiones que para muchos iban en directo desmedro de la institución social por excelencia, la familia, con medidas tales como el matrimonio homosexual, pero la verdad es que no se trata más que de una maniobra de distracción, ya que los hechos demuestran con una claridad total que para ellos, lo primero es la familia.
La primera y más clara demostración de esta afirmación sería la forma más que extraña en la que se decidió la candidatura de la hoy presidente, Cristina Fernández, ya que sus meritos para asumir su primer cargo ejecutivo tuvo más que ver con su matrimonio con el entonces presidente, que su currículo vital.
Luego vendría el uso discrecional que el matrimonio ha hecho de los bienes estatales desde que se desempeñan en la actividad pública, desde los viajes personales utilizando la flotilla presidencial con el solo propósito de permitir que Florencia Kirchner asistiera a un cumpleaños hasta la incorporación de la nueva novia de Máximo al exclusivo círculo interno de los asesores de la primera mandataria.
Moyano es otro ejemplo paradigmático de este accionar, ya que su numerosa prole está directamente empleada bajo su tutela, ya sea en gremios afines, dirigiendo su imperio privado o colaborando directamente con él en la CGT.
Siguiendo la estela se encuentran personajes de la calaña de Mario Ishii, quien desde la poltrona de la intendencia de José C. Paz, a la que parece estar atornillado hace años, ha repartido con absoluta facilidad las viviendas construidas con los fondos del plan federal entre muchos de sus familiares más directos, otorgando casas destinada a necesitados personas que claramente no lo son tanto.
La última demostración de esta defensa a ultranza de los lazos familiares viene de la mano de un gobernador, de esos que pueden ser catalogados como ultra kirchneristas, Maurice Closs, acaba de firmar un decreto que ordena la compra directa de 70.000 litros de gasoil y 20.000 litros de nafta súper a la empresa Petrovalle S.A., empresa que casualmente, o quizás no tanto, es propiedad de la familia Closs. Ahorrando así a la provincia de Misiones, si bien no dinero, si el engorroso trámite de licitar la compra.
Si bien para muchos este interés supremo por la defensa de los intereses familiares podría ser catalogado como positivo, la verdad es que la defensa sólo se hace notar en todos los aspectos negativos de la misma, ya que todos los ejemplos hasta aquí enumerados se encuadran fácilmente en lo que podría ser denominado como corrupción política.
Sin duda alguna, sería muchísimo más productivo para la sociedad argentina, que la defensa de la unidad familiar tan claramente demostrada por esta administración se hiciera patente en política que fomentaran su unión y no solamente en estas mezquindades que si bien benefician a unos pocos, perjudican a muchos.
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