miércoles, 16 de junio de 2010
NEGOCIOS DEL ESTANCIERO
Salud y negocios: la APE paralela de Hugo Moyano
Por Christian Sanz
Especial para MDZ On line
EL PADRINO DE LOS NEGOCIOS CON LAS OBRAS SOCIALES
No han sido aún esclarecidos del todo los negociados vinculados a la Superintendencia de Servicios de Salud —muchos de los cuales, han trascendido luego de ocurrido el tristemente célebre Triple Crimen de Gral. Rodríguez—, operaciones “permitidas” por lo más granado del oficialismo. Esas operaciones, la mayoría ilícitas, han sido parte de una fuerte interna entre dos pesos pesados que compitieron para ver quién se quedaba con una caja de las más importantes de kirchnerismo: la de la Administración de Programas Especiales (APE).
Por un lado, se encuentra la figura de Néstor Vázquez, hoy imputado en el marco del expediente por la denominada “mafia de los medicamentos”. Por el otro, puede divisarse la silueta de Hugo Moyano. Teniendo en cuenta que este último casi no tiene relevancia en las crónicas de los diarios en torno a esa causa judicial —salvo en las últimas semanas, cuando el kirchnerismo decidió “sacrificarlo”—, puede deducirse que el titular del sindicato de camioneros ha sido el gran vencedor en esta contienda.
En realidad, es dable mencionarlo, Moyano ha sido —y aún es— el real “mandamás” detrás de todos esos negocios, siempre con la protección de lo más elevado del oficialismo.
Para entender la trama, debe mencionarse en primer lugar a quien supo ocupar uno de los lugares clave de este entramado, la Gerencia General de la Superintendencia. Se trata de Juan Rinaldi, quien, cuando asumió en ese cargo, fue acompañado al APE por todos los popes de la CGT: Hugo Moyano, José Luis Lingeri, Omar Viviani y Omar “el caballo” Suárez. Toda una postal de quiénes manejan parte del poder de esa entidad.
En esos días a Rinaldi se lo presentó como “un hombre de la CGT que reportaba directamente a Moyano”. Poco después, ese puesto pasó a manos de otro ladero del camionero, Ricardo Bellagio, quien ocupa hoy el lugar dejado por Rinaldi.
Bellagio, es dable mencionarlo, había sido echado en 2007 por la ex ministra de Salud, Graciela Ocaña, por irregularidades cometidas en su anterior cargo, el de gerente de Control Económico Financiero de la Superintendencia.
Operación desmantelamiento
Rinaldi llegó a la Superintendencia de Servicios de Salud en noviembre de 2008 y lo hizo de manera avasallante. A los dos días de ocupar su sillón, echó a uno de sus asesores, un tal Castro, del riñón de Lingeri, y se hizo cargo del millonario fondo de la APE con un equipo compuesto por gente de su propia confianza.
En el área de informática, una de las más importantes a la hora de hacer “negocios”, puso al joven yerno de Moyano, Christian Asorey, un ingeniero en sistemas de unos 25 años, novio de la hija de Liliana Zulet, su esposa. En Asuntos Jurídicos, Rinaldi colocó al abogado Abel Beroiz (h) homónimo de su padre, oportunamente asesinado en un hecho aún no esclarecido; y en la parte de Prestaciones insertó a Hugo Sola, hombre de extrema confianza de su cónyuge. Como puede verse, Moyano tiene copados todos los puestos clave para hacer los negociados en esa dependencia.
“En charlas privadas, (Moyano) siempre confesaba que quería desbaratarle el quiosco a Néstor Vázquez y se veía que iba por todo”, admitió un capitoste de la Superintendencia a este cronista.
Para hacerlo, echó a dos analistas de Rendición de Cuentas con la excusa de que le habían "soplado” que trabajaban para la Obra Social del Personal del Automóvil Club Argentino. En sentido similar, a dos empleados de planta que eran cercanos a Vázquez los mandó a la Superintendencia, al igual que a un coordinador del área Finanzas que tenía cercanía con Luis Barrionuevo. Luego de meses de hostigarla, también licenció a Cristina Salomón, gerente de Finanzas y nombrada en su momento por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
Así permaneció Rinaldi en su cargo, a fuerza de cumplir los incesantes caprichos de Moyano. Hasta que no le sirvió más y lo reemplazó por Bellagio.
Entrevista con un vampiro
A la hora de encontrar fuentes directas que hablen del tema, la cuestión se vuelve espinosa. Nadie quiere testimoniar, y menos aún en primera persona. Uno de los pocos funcionarios que se atrevió a dar información, lo hizo en estricto off the record. Se trata de un ex secretario que supo manejar archivos millonarios de la APE. Sus confesiones son reveladoras:
-¿Por qué no aparece directamente involucrado Moyano en este tema?
-No lo sé, pero sí entiendo que entre las causas que tiene Claudio Bonadío, había una que lo implicaba, referente a expedientes “truchos” de la Obra Social del Ministerio de Economía (OSME). Era vox populi que en un momento gente de él había cerrado con BASA-UTE para sacarle adelante todo lo referente a sus obras sociales gerenciadas, primero la UOM y más tarde OSME, y se daba preponderancia al tránsito más rápido de carátulas de estas obras sociales.
-Pero eso se enmarca más que nada en el tema de la mafia de los medicamentos.
-Es verdad, de hecho las dos causas más “calientes” hoy son las de San Javier/Osba y la de Droguería Urbana/Oschoca. Esta última lo involucra a Moyano. Ya que está te cuento que justamente esas dos líneas son las que siempre compitieron en la Superintendencia. Una era la línea Capaccioli/Vazquez por San Javier. La otra la línea de Rinaldi y sus colaboradores por Camioneros.
-Pero yo sólo veo que avanza la causa contra Capacciolli, la de Moyano, no.
-Yo creo que se quiere cargar todo el “fardo” a Capacciolli e ir por esa línea. Igualmente es muy raro que la ex ministra Ocaña se quedara muda cuando en TN con Nelson Castro, el abogado de Brito dijo que "el APE lo manejaba Capaccioli”. A la ministra le consta que Capaccioli giraba la plata que iba al APE y la distribución la manejaba Rinaldi en forma directa. O sea, Moyano.
-¿Usted dice que Ocaña omite mencionar a Moyano en esta denuncia?
-Es un hecho. Yo la escuché hablar de "la mafia de los medicamentos" en general, y aparte de Capaccioli sólo apuntó a Rubén Romano, su enemigo desde PAMI. Moyano nunca aparece y te aseguro que es el instrumento más importante del fraude.
-¿Es verdad que Rinaldi fue presentado en un principio como “hombre de Moyano”?
-¡Él mismo se definía así! En esa época (2006/2007) Rinaldi se definía como hombre de “Moyano” o del “SOMU” según conviniera.
-¿Cómo ayudó Rinaldi a aceitar los negocios ilícitos de esta gente?
-A partir de su llegada, crecieron en modo exponencial los llamados "reintegros por vía de excepción", o sea gastos que se reconocían a las obras sociales solicitantes, pero que no estaban nomencladas en ninguna norma. Este mecanismo se ponía en marcha con un detalle de la obra social sobre la prestación "excepcional" brindada y la potestad de dar curso o no eran del Gerente de prestaciones o del Gerente general.
-¿Cómo puede comprobarse el fraude?
-Las cifras se obtienen fácilmente, de lo abonado por el APE en esos años. En esa época, se multiplico muchísimo el volumen de expedientes ingresados. Y creció la incidencia de las “vías de excepción” en el total del presupuesto.
-Si el sistema estaba tan aceitado, ¿por qué lo sacan a Rinaldi?
-Porque empezó a responder cada vez menos a Moyano y más a Ocaña, especialmente para “garcar” a Rubén Romano. Rinaldi fue el que armó el tema de enviar expedientes de medicación a verificar troqueles en ANMAT. De esas muestras, resultó que un 10 % de troqueles eran “truchos” y un 10 % no podía asegurarse que lo fueran pero tampoco que no.
-¿Qué pasó luego de que se descubriera esto?
-A partir de esto, Ocaña empezó una campaña contra Capaccioli y Moyano. Y Rinaldi aprovechó a acercarse a ella, llegando a Superintendente y quedando definitivamente en la otra vereda de Moyano. Por eso, me llama la atención que hoy no se nombre más a Rinaldi, quien en su mandato multiplicó los ingresos de las obras sociales vinculadas a su jefe (Moyano) de ese momento.
La situación hoy
A pesar de los escándalos referidos y los expedientes judiciales iniciados en su momento por diversos desaguisados, la situación de la APE no se ha modificado en lo absoluto. Por caso, quien maneja esa “caja” en la actualidad es otro abogado de Moyano: Daniel Colombo Rusell.
En el mismo sentido, Asorey y Beroiz siguen firmes en sus cargos y el titular de prestaciones, Hugo Sola, es asesor personal del nuevo titular del APE. Como puede verse, nada ha cambiado en lo sustancial.
Por si fuera poco, hace unas semanas apareció un improvisado afiche pegado en diversos lugares de la APE, donde se decía que Colombo Rusell había dado la orden de recibir todos los expediente que presentan las obras sociales, pero que sólo debían “moverse” los de determinadas entidades, como las de Camioneros —Choferes y Conductores—, Ospecon de la UOCRA, y algunas municipales como 3 de Febrero, Matanza y Municipales de Avellaneda.
Como resultado de esto, OSUOMRA —obra social de los metalúrgicos— cobró en marzo expedientes ingresados… ¡en el mismo mes de marzo! Mientras esto ocurre, varias docenas de otras obras sociales duermen el sueño de los justos a la espera de cobrar el dinero que les adeuda la APE.
Lo que pocos saben es que se ha creado una entidad paralela, donde los expedientes de ciertas obras sociales se mueven con una rapidez nunca antes vista. “La Gerencia General contrató pasantes e instaló en su piso mesas de entrada de documentación por donde se ingresan expedientes del circulo áulico creado por ellos”, admitió el ex funcionario entrevistado por este periódico.
El dato no es desconocido para los funcionarios del oficialismo, ya que existe media docena de denuncias al respecto. Ergo, el silencio oficial tal vez sea la demostración más cabal de la protección que estos dan a Moyano para que haga sus negocios
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