viernes, 11 de junio de 2010

PARA EL LADO DE LA JUSTICIA




por Alfredo Leuco

Es verdad: ayer sonó un tiro para el lado de la justicia. Los diputados opositores, tal como nos anticipó Ricardo Gil Lavedra, lograron consensuar un proyecto para que el Consejo de la Magistratura vuelva a tener equilibrio y se saque la camiseta kirchnerista. La estructura actual le permite al gobierno nacional ejercer la discrecionalidad a la hora de premiar o castigar jueces de la Nación. Y eso limita las posibilidades de tener una justicia realmente independiente que investigue y castigue la corrupción en el poder. ¿Se imagina que libertad puede tener un juez en avanzar a fondo en algunas causas que involucran a funcionarios cuando el oficialismo le puede frenar un ascenso o sancionarlo incluso hasta la destitución? Ese condicionamiento a los jueces se va a terminar si el proyecto acordado ayer finalmente se convierte en ley y la presidenta Cristina Fernández no lo veta. Un veto presidencial contra tantos votos sería grave porque esa ley sería producto del acuerdo de los sectores más diversos que conviven en el Congreso de la Nación y que representan al pueblo y a las provincias. Este también es un mérito. Había mas de 20 proyectos presentados con los más diversos colores políticos. Por eso los diputados tuvieron que hacer un fino y arduo trabajo de coexistencia pacífica y de búsqueda de denominadores comunes hasta que finalmente llegaron a un acuerdo total. No es fácil que sectores tan diferentes ideológicamente como los que responden a Pino Solanas por un lado y a Mauricio Macri por el otro coincidan en un tema tan importante. Para el kirchnerismo esta es la prueba del contubernio de la oposición que quiere poner palos en la rueda del gobierno para no dejarlo trabajar. Para los opositores es la demostración que cuando hay ánimo dialoguista, sentido común y el interés superior de mejorar la justicia por encima de las mezquindades partidarias o sectoriales se puede avanzar en el fortalecimiento de las instituciones. Tal vez el ciudadano común que no tiene demasiado interés en las cuestiones políticas piense que este Consejo no afecta su vida cotidiana y que sus problemas están en otro lado, más cerca de la inseguridad, la inflación, la falta de trabajo. Pero la verdad es que un país sin una justicia absolutamente creíble genera una cantidad de problemas graves que finalmente boicotean la solución de los otros reclamos del día a día. Con jueces independientes habrá menos corrupción, menos arbitrariedades y la división de poderes será una realidad. La nueva integración del Consejo de la Magistratura que se propuso lleva mas transparencia y luz a la señora de los ojos vendados que habita en los Tribunales como decía la canción de Zupay. La democracia crece si la ley es pareja para todos. Si se impone ese concepto autoritario de "a los enemigos ni justicia" estaremos cada vez peor.

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