martes, 1 de junio de 2010

POR AFUERA O POR ADENTRO


Ir por fuera o por dentro del PJ, la nueva interna del peronismo opositor

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Por Carlos Tórtora

Luego de largos meses de confusas discusiones, el peronismo opositor encontró la divisoria de aguas que define su futuro: ir por fuera o por dentro de la interna del PJ en el 2011. Felipe Solá fue el primero en definir un mes atrás que la única opción viable es crear un polo opositor y vaciar de votos al PJ realizando una primaria con participación masiva. Es sabido que Eduardo Duhalde, aunque mantiene la retórica de participar en el PJ, está preparando varios partidos para ir por fuera. Ramón Puerta, Juan Carlos Romero y Jorge Busti piensan lo mismo. Mario Das Neves, por su parte, es una incógnita que difícilmente se revele rápidamente. Pero la sorpresa la dio Francisco De Narváez, respondiendo favorablemente a la convocatoria de Néstor Kirchner para que los peronistas diriman sus diferencias en una sola primaria. Paradojas de la política: el único peronista disidente que tiene interés por la interna del PJ es el que no tiene ninguna trayectoria en el mismo. La mayor parte de los dirigentes entienden, por el contrario, que el convite de Kirchner es un auténtico abrazo de oso, porque el oficialismo está en condiciones -y acostumbrado- a manipular las internas a su antojo. Además, es casi seguro que se montará otra vez el escenario jurídico del Frente para la Victoria. Así es que, si se presentan en la primaria del oficialismo, los candidatos antikirchneristas a diputados y senadores pueden terminar -muy incómodos- compartiendo la misma boleta con Luis D’Elía, Carlos Kunkel, Carlos Heller y Diana Conti. Esto haría realidad a la fuerza aquello de que “todos unidos triunfaremos”.

Ahora, con el paso al frente de De Narváez, el PJ disidente queda dividido en pejotistas -dispuestos a ir por dentro- y frentistas, esto es, decididos a armar una alianza fuera del oficialismo. Lo más probable es que, a partir de ahora, los dos bandos avancen y retrocedan según marche la economía y la imagen del gobierno. Si el gobierno repunta en las encuestas y las variables económicas no se descontrolan, crecería el pejotismo, porque muchos dirigentes apostarán a entrar en las listas de candidatos por la minoría, sin pagar los costos de hacerle la guerra a Kirchner desde afuera del PJ. Por el contrario, si la inflación se descontrola y el kirchnerismo se hunde, habría una estampida de dirigentes que escaparían a toda velocidad hacia las filas frentistas, quedando el gobierno rodeado sólo por incondicionales. Sparrings se buscan.

Hoy por hoy, la ansiada salida para buena parte de la dirigencia no kirchnerista pasa por negociar su participación en la interna del PJ como lista opositora. Por ejemplo en Buenos Aires, con un 25% de votos en la interna, la oposición se quedaría con un cuarto de las candidaturas a legisladores provinciales. Así es que, por ejemplo, el intendente de La Plata, Pablo Bruera, enfrentado con Kirchner -y ahora también acosado por denuncias penales-, estaría reconsiderando ir por dentro en el marco de un acuerdo. El ex gobernador de Santa Fe Jorge Obeid también podría cumplir el rol de opositor controlable, al igual que el ex vicegobernador de Tucumán, Fernando Juri, enemistado con José Alperovich. Hasta José Manuel de la Sota aceptaría en Córdoba presentarse dentro del PJ, debilitando así al duhaldista Eduardo Mondino, que iría por fuera. En otras palabras, en Olivos serían benévolos con los sparrings que acepten competir para perder y legitimar así el triunfo kirchnerista. Pero, por el contrario, serían implacables con los que intenten derrotar a los Kirchner desde fuera del PJ.

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