martes, 1 de junio de 2010

CERCA DE GANAR ?


R.A., cerca de ganar la interna de la UCR bonaerense

Kirchner lo apoya para deteriorar a Cobos, pero después quedaría mal parado ante la alianza Radicalismo-Coalición Cívica-Socialismo.

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Por Guillermo Cherashny

El próximo domingo, la UCR de la Provincia de Buenos Aires renueva sus autoridades en una interna donde se juega el destino de esa centenaria fuerza política. El resultado va más allá de la conducción del distrito más importante y tendrá incidencia directa sobre las candidaturas del Acuerdo Cívico y Social para el 2011.

Si gana la alianza Leopoldo Moreau-Federico Storani con cobistas que los apoyan, se consolidaría la candidatura presidencial del mendocino. Por el contrario, si Ricardo Alfonsín gana el domingo, o pierde por poco, igualmente sería ganador para los medios de comunicación.

En caso de ganar, se demostraría una vez más que la popularidad les puede ganar a los aparatos, cuando éstos son conducidos por dirigentes desgastados. Así fue el 28 de junio pasado, cuando la alianza De Narváez-Solá-Macri, con apoyo de un importante apoyo sindical de las 62 y de la CGT Azul y Blanca, le ganó al poderoso aparato del PJ-Frente para la Victoria. Es que, cuando viene la ola, no hay aparato que resista.

Una vieja interna

Ricardo Alfonsín desde 1999 viene combatiendo a la alianza de Federico Storani-Leopoldo Moreau sin contar con posibilidades de vencer a ese aparato. Pero ahora su imagen pública ha crecido mucho y su apellido convoca dentro del radicalismo provincial. Un sondeo confiable le otorga el 59% a Alfonsín contra el 41% de sus oponentes. Cabe aclarar que en esta elección votan solamente los afiliados -que son 800.000- y se espera que voten 150.000 o más. Cuantos más voten, más cerca estaría del triunfo Alfonsín. Por otra parte, la justicia electoral le dio una mano luego de varias apelaciones y no votarán más de 50.000 mil ciudadanos con doble afiliación, la mayoría pertenecientes al partido vecinal de Gustavo Posse, con lo cual éste vería seriamente mermado su caudal en la interna desde el distrito de San Isidro. La alianza Moreau-Storani-cobismo pierde así un aporte importante.

El kirchnerismo mira con atención esta interna por dos motivos. Por un lado, porque se puede producir la derrota de otro aparato electoral importante como el de la actual conducción del radicalismo provincial. Por otro lado, Kirchner tiene una lógica simpatía por Alfonsín por su capacidad de dañar la imagen de Cobos. Pero, a mediano plazo, el tiro le puede salir por la culata, ya que, si gana, Alfonsín se aliaría con el socialismo y Elisa Carrió y podría sacar de la cancha al kirchnerismo, quedando mano a mano el Acuerdo Cívico y Social contra el Peronismo Federal.

Kirchner tiene hacia Alfonsín el mismo sentimiento que frente a los aumentos salariales últimos. Es decir, no condena los pedidos del 35% de aumento para que los asalariados gasten plata, pero, por el otro lado, aumenta así la espiral inflacionaria. En este caso le puede pasar lo mismo que justamente, al padre de Alfonsín, cuando lo infló a Carlos Menem para debilitarlo a Antonio Cafiero. Luego Menem ganó y se convirtió en un rival dificilísimo.

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