martes, 13 de julio de 2010

DÍA DE MIERCOLES


Castellanos - 13-Jul-10 - Opinión

El de mañana parece plantearse así, como el decir popular suele aludir a aquellos que traen aparejados problemas. Lo que los augures romanos indicaban como nefastos, aunque no se sabe para quiénes lo será.

Dos temas cargados de peso político serán debatidos por Senadores y Diputados. Los primeros tratarán el proyecto de "matrimonio" entre homosexuales. Los segundos intentarán el miércoles aprobar un proyecto de ley de protección de glaciares en medio de denuncias de la oposición contra el Gobierno por aparentes favores a una empresa minera y nuevas normas de conservación que aprobaron tres provincias en los últimos días.

Esto es - según muchos analistas - un plan B a la pérdida del mundial y pareciera que los hechos lo demuestran. Tras el último gol alemán del 4 a 0 en Sudáfrica cayó el telón sobre los festejos que no serían. Se suspendió la fabricación de las vuvuzelas "made in argentina", se lo conservó en formol al Diego - por las dudas sirva para algo más tarde -y se cambió el escenario. Si no existía la posibilidad de una obra convocante y con aires de fraternidad entre los amigos, lo mejor era otra de confrontación y choque con quienes ya no lo son y quienes nunca lo serán. Y nada mejor para comenzar a chocar que hacerlo contra la Iglesia, aunque estuviera respaldada por otras confesiones cristianas, algunas judías y otras meramente laicas.

Lo que no se esperaba - cuando ya se consideraba un hecho la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo - era que la Comisión de Legislación General del Senado se pronunciara en contra del proyecto, adhiriendo a otro dictamen que acepta sólo la unión civil, sin derecho de adopción. El hecho redobló las reacciones oficiales contra las diferentes declaraciones de miembros de la iglesia Católica, en especial contra el Cardenal Jorge Bergoglio S.J. y las presiones sobre legisladores han sido extremadas hasta el apremio.

Pero como un boxeador que deja libre su flanco, el Gobierno no previó la embestida de opositores y de quienes en otro tiempo consideraba amigos, como Miguel Bonasso, que aliado en la denuncia a Elisa Carrió, arremetieron contra la presidente y los hermanos Gioja por posible "tráfico de influencias" para con la empresa minera Barrick Gold en su proyecto de Pascua Lama, al que nos refiriéramos días atrás.

Los diputados tienen previsto tratar en la sesión del 14 de julio el dictamen de mayoría, firmado por Miguel Bonasso, que busca ratificar la ley de protección de glaciares que vetó en 2008 la presidente Cristina Fernández. El duro enfrentamiento entre el kirchnerismo y la oposición ha tenido sus remezones en las provincias de Salta, Jujuy, La Rioja y San Juan, cuyos gobiernos enviaron a sus legislaturas proyectos de conservación propios, que en las tres últimas fueron aprobados esta semana.

Con independencia de lo que pueda suceder en cada una de las cámaras legislativas, es preocupante la actitud de confrontación del gobierno, nadie sabe tratando de justificar qué. A un año de las elecciones parecería que la paranoia y la necedad son las directrices de las decisiones oficiales y sería más que imposible mantener dicho nivel de contienda hasta los comicios. Pero, aunque el gobierno no haya caracterizado nunca por su mesura, la realidad es diferente. El matrimonio homosexual (una antinomia) sólo es en parte una acción punitiva contra la iglesia católica. No le quita el sueño al gobierno, que gays y lesbianas se casen, "amichen", junten o concubinen, lo que realmente le interesa es que el histeriquismo de las organizaciones pueda desdibujar la figura de la embajada paralela en Venezuela y este tema de Pascua Lama que no esperaban que tuviera una inmediata respuesta como ha sucedido.

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