COLIMBA

EL REMEDIO DEL GARANTISMO CONVIRTIÓ EN PANDEMIA UNA ENFERMEDAD FÁCIL DE CONTROLAR.



En el año 1995 es derogado el servicio militar obligatorio. En el año 1996, apenas un año más tarde, son derogados los edictos policiales, reemplazándoseles por un mamarracho denominado Código de Convivencia Urbana, de imposible práctica aplicación.

Los argumentos para el primero de los casos, la muerte del soldado Carrasco, a manos de un psicópata que termina encarcelado. Para el segundo, el “abuso de autoridad” por parte de algunos funcionarios policiales. Ninguno de ellos justificaba tamaña decisión. El primero un hecho aislado, con sus responsables enjuiciados y condenados. El segundo ítem se resolvía desde la misma Institución Policial sumariando administrativamente a los responsables del abuso y sobre todo prohibiendo y nunca estimulando las denominadas razzias de las detenciones indiscriminadas y “al boleo”. Lo único que justificaba tamaña decisión, era la incursión en el terreno de la política de la corriente garantista/abolicionista, impulsada por un hoy miembro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. De hecho y en estas condiciones, estamos en el horno como vulgarmente se dice.

El resultado para el primero de los casos, cientos de miles de jóvenes a la deriva, desconocimiento y desacreditación del concepto de autoridad, deberes y obligaciones convertidos en prácticas del imbecilismo y la nostalgia, auge vertiginoso de la permisividad y el libertinaje, proliferación de los oficios callejeros y desapego al trabajo efectivo, etc., etc., etc. El resultado para el segundo, ausencia de la tarea de prevención delictual, incremento sistemático del delito criminal en todas sus manifestaciones, transferencia del control de la vía pública a manos de grupos desestabilizadores y perturbadores del orden, etc., etc., etc.

Lo que se debe escuchar: voces proponiendo se restablezca el servicio militar obligatorio. El resultado en las actuales condiciones, sostenido en un ejemplo: el soldado Néstor K le dice a su mamá que el Capitán Mongo Aurelio le hizo hacer flexiones de brazos durante quince minutos y bajo el sol. La mamá del soldado Néstor K, a través de los medios, hace pública esa circunstancia y acto seguido, el Capitán Mongo Aurelio es pasado a retiro, dado de baja, exonerado o cesanteado…¡mejor cesanteado, de modo que siquiera tenga derecho al cobro de sus magros haberes!. A muchos la idea les fascina, el objetivo parece encaminado a integrarnos al reducido grupo de países sin Fuerzas Armadas. ¡No se sorprenda!; tengo a mano una lista de 25 países que carecen de Fuerzas Armadas, gran parte de ellos con la preservación de su soberanía delegada en otros países. Y si delegamos la nuestra en los EE.UU de Norteamérica, ¿quién nos toca el culo?. Ud. me dice que será justamente EE.UU. de Norteamérica quien nos toque el culo. ¡No le voy a responder!.

El día martes 17, tuve oportunidad de ver a través de las pantallas del televisor, la Parada Militar realizada con motivo de cumplirse un nuevo aniversario del fallecimiento del General San Martín. Me conmovió ver a los Infantes…¿los Infantes de Marina?...¡no!; los niños de los Jardines de Infantes de la localidad Correntina de Yapeyú. ¡Viva la Patria!...¡descanse General!

Ricardo Jorge Pareja, parejaricardo@hotmail.com