sábado, 20 de noviembre de 2010

ENLACE.............


¿ENLACE O DESENLACE?

Por Susana Merlo (*)

No es el primer caso en el que la desaparición del adversario provoca la ruptura de los frentes que se habían armado para enfrentarlo.

Pasó en la Guerra fría cuando cayó el Muro de Berlín. Sin ir más lejos, casi está ocurriendo ahora con la inesperada desaparición del ex presidente Néstor Kirchner.

Sin embargo, la Mesa de Enlace, aquella que se formó de la noche a la mañana en marzo de 2008, cuando irrumpió la Resolución 125 con la que el Gobierno intentaba imponer las retenciones móviles, tiene otros condimentos.

Es cierto que las 4 entidades del campo (CRA, la Rural, Coninagro y la Federación Agraria) son bastante distintas. Es real también que su reunión de entonces casi fue forzada por los propios asociados que les exigían trabajar en forma conjunta “para que no los devoren los de afuera”. Es verdad, además, que tampoco entonces, ni después, hubo un plan estratégico más allá de impedir que se sancionara “la 125”.

Pero eso se logró el 17 de julio de hace 2 años. En rigor de verdad, hace 28 meses y desde entonces casi no hubo cambios.

El “frente” siguió en las formas, pero el contenido se fue diluyendo sin que nadie hiciera algo para impedir el drenaje. Muy por el contrario, era difícil, y por momentos hasta imposible, contener las actitudes individualistas de algunos de los miembros.

Ahora, desde hace meses, la “ruptura” de la Mesa de Enlace vuelve periódicamente a ser noticia. El hecho, sin embargo, nunca termina de concretarse y esto se debe, básicamente, a dos cuestiones estrechamente relacionadas: a) porque a pesar del debilitamiento progresivo, mantener el frente común sectorial, sigue siendo la mejor estrategia, y b) porque “las bases” no aprobarían la separación. Ir en contra, tendría un costo político variable según la entidad. Y esto es así porque, aunque las cúpulas aparezcan “desagregadas”, en el interior, las segundas y terceras líneas siguen trabajando en forma conjunta.

Y, como si no fuera suficiente, a nadie escapa que una resolución como esta sería inmediatamente tomada por el Gobierno, y mostrada al público, como un gran triunfo. No se puede olvidar que más de un funcionario y legislador K quedó marcado por lo que consideran “el primer gran fracaso” de la Administración Kirchner, como fue el no poder imponer la Resolución 125, lo que inició una seguidilla de retrocesos políticos, incluyendo la renuncia de dos ministros: el Jefe de Gabinete Alberto Fernández, y el de Economía, Martín Lousteau; además del Secretario de Agricultura de aquel momento. Esto, para muchos tuvo como corolario el mal resultado que alcanzó el oficialismo en las elecciones legislativas de 2009.

Poder “quebrar” la Mesa de Enlace es un objetivo desde entonces, aunque hasta ahora, todos los intentos habían resultado fallidos, y la agrupación subsistió, aunque casi agónicamente, y a pesar de los embates y los vaticinios negativos, más acentuados en los últimos meses.

Ahora la situación es crítica, pero el Gobierno parece tener una sola bala de plata para liquidarla, y el nombre del proyectil sería Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria, quién ya en su momento y hasta 2007 se había mostrado muy cercano a los Kirchner y que ahora, tras el fallido intento por convertirse en candidato a gobernador de Santa Fe por el peronismo Federal, vuelve a aparecer muy inquieto, agresivo y poco claro en sus posturas, que van y vienen.

De todos modos, también el margen de acción del federado es muy reducido y si no logra una respuesta rápida del oficialismo que le justifique el costo de la jugada, se le va a complicar su frente interno ya que, como se mencionó, en el interior del país la Mesa de Enlace funciona de hecho, y no todos los dirigentes federados acompañarían a Buzzi en una nueva aventura personal. De hecho, alguno ya comienza a capitalizar las veleidades de su presidente.

A su vez, si el Gobierno equivoca el tiro y se ganan un par de meses, en ese caso, existe la posibilidad de que las entidades puedan reacomodarse un poco y elaboren alguna estrategia que, al menos, permita sobrevivir a esta organización que, más allá de la política coyuntural (clave en años de elecciones como el próximo), está llamada a objetivos mucho más amplios respecto a la producción agroindustrial, los que podrían consolidarse tras un nuevo cambio de autoridades (en 2011, otras dos tienen también elecciones).

Por ahora, compás de espera y, tal vez, una “foto” de los 4 presidentes antes de fin de año. Aunque, si no se diera, tampoco representaría el fin pues todavía siguen recaudando juntas y “las bases”, por ahora, continúan unidas.

(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo de la Ingeniera Agrónoma Susana Merlo por gentileza de su autora y Campo 2.0.

No hay comentarios: