viernes, 19 de noviembre de 2010

LA VUELTA DE OBLIGADO



La Argentina que yo quiero - 19-Nov-10 - Opinión

http://laargentinaqueyoquiero.blogspot.com/2010/11/la-vuelta-de-obligado.html

LA VUELTA DE OBLIGADO, ¿UN FERIADO FEDERAL?

por Raquel E. Consigli y Horacio Martínez Paz

A pocas horas del nuevo feriado instituido por el Gobierno nacional, nos preguntamos, como provincianos, cuál fue la incidencia del combate de la Vuelta de Obligado en la historia de la República Argentina.

Ese episodio, ahora reivindicado, aparece en los libros de historia fechado tanto el 18 como el 20 de noviembre de 1845 y se lo recuerda como una victoria “pírrica”; es decir, que el vencedor fue más dañado que el vencido. Esto es así porque, si bien trajo como consecuencia la renuncia de las pretensiones comerciales europeas sobre la región, la escuadra argentina fue ampliamente derrotada por la flota anglo-francesa –superior en número y con armamento de avanzada para la época–, la que logró abrirse paso y remontar el río Paraná, infligiendo numerosas víctimas y grandes daños al bando argentino.

Según se deduce de los documentos de la época, Juan Manuel de Rosas, exitoso y acaudalado empresario rural dedicado a los saladeros de carne y al procesamiento del cuero vacuno, era en aquel momento el gobernador de la provincia de Buenos Aires, en alianza con las provincias del Litoral y enfrentado con las del interior.

Rosas se oponía a que las provincias argentinas comerciaran directamente con países extranjeros y mantenía un duro monopolio comercial y aduanero del puerto hacia el interior, no reconocía la independencia de los vecinos Uruguay y Paraguay y se declaraba enemigo de Brasil.

En el complejo trasfondo que rodea este período poco feliz de nuestra historia, donde el interior permanecía sometido a la hegemonía rosista y la libertad de expresión era prácticamente inexistente, el país se desangraba entre unitarios (liberales) y federales (conservadores), que conformaban posturas políticas irreconciliables.

La derrota del combate de la Vuelta de Obligado inicia el debilitamiento del autoritarismo rosista y el surgimiento del caudillo que habría de señalar al país el camino hacia la libertad y la organización nacional: Justo José de Urquiza. La caída de Rosas y el posterior Congreso Constituyente de 1852, que nos lega nuestra Carta Magna, implican el consenso de la mayoría de las provincias hacia la paz y la unión nacionales.

Considerar el combate de la Vuelta de Obligado como el Día de la Soberanía Nacional parece algo caprichoso, circunscripto exclusivamente a los intereses políticos y económicos de la única provincia –Buenos Aires– que demoró hasta 1862 en aceptar la Constitución Nacional y que, además, en tiempos de la Confederación rosista (1835-1852) había rechazado la bandera celeste y blanca de Manuel Belgrano, adoptada por el Congreso de Tucumán en 1816, sustituyéndola por una propia, muy diferente de aquella.

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