martes, 7 de diciembre de 2010
ALGUNAS COSAS
ALGUNAS COSAS DE LA VIDA QUE OCURREN MÁS ACÁ
Por Juan Salinas Bohil
La estudiada filtración de WikiLeaks sirvió para aumentar la distracción general por unos pocos días, los suficientes para que el emporio gubernamental y semiprivado de los medios de comunicación atosigaran las 24 horas del día a sus escuchas-televidentes con innegables verdades manifiestas. Y eso que se asegura que los hay rabiosamente oficialistas y tibiamente opositores: igual que los políticos. Así le llegó el turno de la amnesia total al brutal asalto a un camión blindado en la avenida Panamericana del que debieron participar en su confección y ejecución no menos de 30 personas, tal es la calidad y cantidad del delito que se mueve hoy en Argentina.
Pero a no preocuparse porque de acuerdo a las voces ministeriales la inseguridad es solo una sensación o una actitud destituyente. Y como detrás de cada necesidad existe un derecho y un negocio, algunos gobernadores coinciden en que la instalación de 50 millones de cámaras de video y cabinas blindadas para los colectiveros mejorará en algo el problema. En algo y solo en algo, no es cuestión de exagerar ni de poner constantemente palos en la rueda.
También atrás quedaron nuevos asaltos a bancos y los asesinatos de varios policías de quienes manifestáramos en más de una oportunidad, "no tienen derechos ni son humanos". Más a la zaga comienza a decolorar la idea de colocar al fallecido Presidente como nuevo mártir de la democracia sureña bolivariana con la siempre presente ayuda de su otrora colega Lula que, a un mes de abandonar el poder, recordó que los narcos manejan a gusto algo más que las favelas de Río de Janeiro y se atrevió a mandarles algunos uniformados para que acaben con ellos.
Si es que el gobierno brasileño llegara a triunfar, no se nos ocurre en qué nueva ciudad se asentarían los huidos, porque por aquí, gracias a Dios y a la Virgen, desconocemos a esa clase de gente debido que al habernos convertido en "progresistas", la Corte Suprema dictaminó que todo es legal. Como dijo su juez Zaffaroni: "Es lo mismo que tener un porro, una macetita podés tener", ¿viste?
Es tiempo de candidaturas y nadie desea quedarse afuera. Una pretensión presidencial retirada a tiempo puede significar un ministerio, una embajada o una secretaría para más adelante. El tiempo vuela y el hijo de Alfonsín se prueba a toda velocidad los trajes políticos del padre mientras que en el peronismo nadie sabe con certeza quién es quién, ni quién se encargará ahora de distribuir el dinero por lo que el liberalismo de izquierda es dueño y señor de los bienes y las vidas de los habitantes del planeta Argentina, y muerto uno de los presidentes Kirchner, todo parece girar en derredor de. la nada. Hacia ahí debe haber partido el terrorista Kunkel después del tortazo que le propinó la Caamaño en pleno recinto de la Cámara de Diputados.
Sin embargo, si hay algo en que oficialistas y opositores parecen concordar es en la archiconocida cuestión de la distribución. De hecho, el Gobierno hace lo que sus rivales exigen, a lo "nacional y popular", pero lo hace. Asignación universal por hijo y aumentos a los jubilados es una muestra, del mismo modo que la financiación del deporte profesional y semiprofesional a través del impuesto del 1% en las boletas de los teléfonos celulares, o el sepulcral silencio de los opositores ante el decreto presidencial que estableció cinco nuevos feriados nacionales. Si están tan de acuerdo, ¿por qué se pelean?
Tanta velocidad para la distribución de parte de todo el arco político hace olvidar a sus partes que la repartija debe tener como fundamento una anterior producción acorde porque de lo contrario, tarde o temprano, el dinero suele acabarse. Claro que por el momento se encuentran a merced de la voracidad gubernamental los fondos de los jubilados y lo recaudado por el campo. Con eso se puede durar un buen tiempo. Después, algún organismo internacional o gobierno amigo proveerá, así lo entendieron España y Venezuela en su momento. ¡Y esa gente sí que sabe de negocios! Si dos por tres los tenemos por aquí vigilando sus préstamos e inversiones.
Cada vez menos privados sostienen a los casi 900 mil nuevos empleados públicos que se han incorporado desde 2001 a la fecha; cada vez son más las personas e instituciones (como los clubes de fútbol) que deben ser mantenidas por los privados a pesar de un publicitado "crecimiento" de la economía (ecuación en que los economistas y periodistas del ramo no suelen contabilizar a personas de carne y hueso); y cada vez es más alto el número de delincuentes. No son pocos logros. Hay que reconocerlo.
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