martes, 7 de diciembre de 2010

TODOS UNIDOS CURRAREMOS


BALDOMERO ÁLVAREZ, EL NUEVO EJE DEL PJ BONAERENSE

Con la ayuda de Wikileaks, Scioli frenó la ofensiva de Aníbal Fernández y Massa

Por el Dr. Carlos Tórtora

El cónclave de anoche del PJ bonaerense fue un test sobre el realineamiento de fuerzas en el oficialismo. Aparte de lo obvio, que es el fortalecimiento de la alianza CFK-Daniel Scioli para contener a Hugo Moyano, entre los intendentes presentes se analizó cómo está quedando parado cada sector. Al gobernador le va bien en su nueva entente con los intendentes, que es administrada por el trío que componen los ministros de Gobierno y Acción Social, Eduardo Camaño y Baldomero Cacho Álvarez y el presidente del Senado y ex intendente de Quilmes Federico Scarabino. Éstos lograron encolumnar a algunos intendentes claves por su peso electoral, como Hugo Curto (Tres de Febrero) y Fernando Espinoza (La Matanza), seguidos de Fernando Grey (Esteban Echeverría) y Darío Giustozzi (Almirante Brown). Además, una veintena de intendentes del PJ se alinean detrás de los nombrados en dirección a la fórmula Scioli-Álvarez. Este último pasó a ser, según definió un caudillo de la Tercera Sección, el “nuevo Balestrini”, es decir, el armador del aparato político provincial con pretensiones de ser gobernador en el 2015.

El apoyo de Scioli a Álvarez es tan importante que, para asegurarle la concentración de la caja política en sus manos, acaba de traspasar a Acción Social los fondos que administraba su amigo Daniel Arroyo, a cargo de una fundación subvencionada por el Estado. La paz con Moyano también rima con la palabra caja. En las últimas semanas una empresa del grupo que controla el camionero habría quedado a cargo de la distribución de la comida y demás prestaciones de los planes asistenciales provinciales. No obstante los esfuerzos realizados, el líder cegestista está dando en los últimos días muestras de disgusto por el acoso judicial y amenaza con boicotear el pacto social. Tal vez molesta por esto último, la presidente les envió otro mensaje subliminal a los sindicalistas, recibiendo ayer en su despacho a los familiares de Mariano Ferreyra, el activista del Partido Obrero aparentemente asesinado por una patota de la Unión Ferroviaria.

El efecto Wikileaks

El acuerdo con la Presidente, la presión sobre Moyano para que reduzca sus pretensiones -operación realizada por Álvarez- y el creciente apoyo de los intendentes, son los tres factores que le están permitiendo a Scioli salir airoso de la primera operación en su contra desde la muerte de Néstor Kirchner, organizada por la alianza que componen Aníbal Fernández, Florencio Randazzo y Sergio Massa. La misma consiste en levantar la candidatura a gobernador del tigrense para luego convencerla a la presidente de que Scioli la debe acompañar como Vice y Massa hacerse cargo de la gobernación. Pero CFK no aprobaría estos planes. Según algunos, estaría mucho más inclinada de que su compañero de fórmula sea su amigo Jorge Capitanich, sobre todo después de la experiencia sufrida con Julio Cobos. Pero sobre todo, las pretensiones de Aníbal F. de ser el cerebro político del gobierno no caen bien en Olivos. El Jefe de Gabinete se estaría tomando atribuciones inimaginables en vida de Kirchner y la presidente empezaría a mostrar desconfianza. No es casual que Carlos Kunkel, un vocero presidencial, haya aclarado ayer que Massa es un empleado de la embajada de los EEUU, en alusión al cable del Departamento de Estado en el que aquél define a Kirchner como un monstruo y un psicópata. El tiro fue por elevación contra el Jefe de Gabinete, definido en otros cables como el funcionario argentino más próximo a la embajada del norte, aunque con la salvedad de que es poco confiable y de que estaría vinculado al narcotráfico. En las filas de La Cámpora, por ejemplo, se menciona a Aníbal F. y Massa como “la agrupación Embajada”.

En este realineamiento, entonces, el ultrakirchnerismo de Kunkel, Roberto Chino Navarro, Emilio Pérsico y Edgardo De Petris está quedando más cerca de Scioli que de Aníbal F., lo que demuestra que aquél habría logrado convencer a la cúpula kirchnerista de que no sólo no es un peligro para la reelección de Cristina, sino que la apoyará para asegurarse cuatro años más en la gobernación.

Maniobras de fin de año

Con las acciones en baja y con Massa golpeado por el cablegate, Aníbal F., con el auxilio de Alicia Kirchner, su operador Carlos Castagneto y el ex intendente de Quilmes, Sergio Villordo, programan una reunión para reorganizarse la semana que viene, que tiene el apoyo del intendente platense Pablo Bruera. Deberían apurarse, porque el sciolismo, envalentonado, está empezando a abrir las puertas para sectores que están en la vereda de enfrente, como la línea del Peronismo Federal que encabezan Mauricio Silva y Hugo Melgar y varios grupos cercanos a Felipe Solá y Mario Das Neves. Por su parte, Francisco de Narváez negocia su vuelta al PJ en los niveles nacionales, dada su enemistad con Scioli. Pero corre un riesgo: las segundas y terceras líneas del Peronismo Federal empiezan a conversar con el sciolismo por su propia cuenta y los generales corren entonces el riesgo de que sus filas se reduzcan significativamente. La pax sciolista promete perdurar entonces durante el verano, a menos que las encuestas muestren una baja de CFK. Entonces, aun sin quererlo, el ex motonauta se vería envuelto en serias turbulencias, porque muchos gobernadores e intendentes le reclamarían que dé el paso al frente.

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