miércoles, 25 de mayo de 2011

HACIA EL TRICENTENARIO


HACIA EL TRICENTENARIO
25 de Mayo de 1810, un repaso del origen argentino

En la jornada del 25/05/1810 todo estaba ya precipitado para el desplazamiento del marino y administrador colornial español Baltasar Hidalgo de Cisneros. Los grupos civiles contrarios al régimen virreinal elevaron la presión en las calles y las milicias (organizaciones militares locales) se rebelaron.
Al alba del viernes 25/05/1810, algunos grupos esperaban en la Plaza Mayor. Dicen que hacía frío y llovía. Se distinguían por sus brazaletes y cintas blancas, cuyo uso era impulsado por los entusiastas Domingo French y Antonio Luis Beruti.

Fue un día de grandes decisiones, aunque no declaración de la independencia. También el origen de muchas antinomias argentinas porque la junta elegida para gobernar (Junta Conservadora de los Reales Derechos de Fernando VII, hoy día llamada Junta de Mayo o 1ra. Junta) tenía una imposible convivencia entre su presidente, Cornelio Saavedra, y el secretario Mariano Moreno.

Es curioso: nunca se ha planteado el 25/05/1810 como una jornada de reflexión acerca de cómo evitar las recurrentes antinomias que sufre la sociedad argentina.

La junta gobernante estaba integrada por Cornelio Saavedra, Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Manuel Alberti, Juan Larrea, Miguel de Azcuénaga, Domingo Matheu, Juan José Paso y Mariano Moreno.

El profesor de Historia, Alejandro Gómez, recuerda:

"(...) el nombre que tomará la primera junta de gobierno es el de Junta Conservadora de los Reales Derechos de Fernando VII. Mucho se ha escrito y dicho sobre este período de la historia nacional, algunos confunden la patria y la argentinidad con esta fecha. En realidad se trata de un período de transición entre lo que dio en llamarse el Antiguo Régimen y la Modernidad.

Estimo que es más apropiado en este caso hablar de un camino que llevará después de muchos años a la formación de la Nación argentina. Hechos similares se replicaron en toda Hispanoamérica en aquellos años. Lo que se dio fue una lucha entre las elites criollas y españolas por los espacios de poder.

Ambos grupos, a la luz de lo que estaba aconteciendo en España, querían tomar el control del vacío político dejado por la ausencia del monarca. Y si bien la puesta en práctica de las ideas ilustradas era una novedad para la región, éstas no implicaban la incorporación masiva de las masas populares al juego político.

La experiencia de lo que había sucedido con la Revolución Francesa y los excesos cometidos en nombre de la libertad y la igualdad actuaban como un toque de atención ante la movilización de los sectores bajos.

En realidad, se trata de un momento de cambios pero sin saber exactamente cuál será el resultado final de los mismos. Inclusive, esto se aprecia en la reacción que tuvieron las provincias ante la decisión inconsulta tomada por la gente de Buenos Aires. Tradicionalmente, se nos ha enseñando que el 25 de mayo todo el mundo sabía perfectamente qué hacer y hacia dónde íbamos, tachando de traidores o antipatriotas a aquellos que se opusieron a lo decidido por el Cabildo.

Pero lo que subyacía detrás de todos los debates que se dan entre 1810 y 1820 es qué forma de gobierno se iba a adoptar y quién iba a ejercer ese nuevo gobierno. Y en este sentido, las posiciones pasaban desde una monarquía constitucional hasta la forma republicana, organizadas bajo la forma unitaria o federal.

La falta de consensos en este aspecto demoró la organización nacional por cerca de 40 años. Fue recién en 1853 que se pudo sancionar una constitución que fuera aceptada por todas las provincias (excepto la de Buenos Aires, que lo haría en 1860). Luego, tomaría unos 20 años más hasta que todo el país se encontrara definitivamente organizado como lo vemos hoy.

Sin duda que el 25 de mayo es una fecha importante en nuestra historia, pero hay que tomarlo como punto de partida hacia la formación de la identidad nacional. Suponer que los que lideraron la revolución en 1810 sabían que lo estaban haciendo en nombre de la Nación argentina es caer en un anacronismo demagógico. Como en todo proceso histórico, el trayecto es mucho más largo y complicado de lo que muchos creen (o nos quieren hacer creer): el mundo estaba cambiando y nuestros líderes se encaramaron detrás de ese cambio. Las nuevas ideas que propiciaban una mayor participación política y una apertura económica fueron las que motivaron su accionar.

Quizás el error de las autoridades peninsulares fue el de no querer aceptar ese cambio y abrir el juego político en sus colonias, por este motivo la corona española vio cómo cada uno de sus territorios se le fue independizando en esos años. (...)".

Contexto internacional

No se puede comprender en el Río de la Plata ysin tener en cuenta los conflictos internacionales de la época y su repercusión en América.

En mayo de 1804, se estableció el Imperio Francés y Napoleón Bonaparte se convirtió en Napoleón I. Y él continuó su expansión por la Europa continental.

Su principal rival fue una isla: Gran Bretaña, que se encontraba, en este momento, en la 1ra. Revolución Industrial, un obstáculo para los intereses comerciales de Francia, ya que Inglaterra saturaba los mercados con su producción y su desarrollada marina mercante.

Napoleón estableció en 1806 un bloqueo continental al comercio inglés.

Portugal, país aliado de Gran Bretaña, no pudo sostener el bloqueo de sus puertos. Napoleón invadió y sometió al territorio portugués.

Las tropas francesas, para llegar a Portugal, debieron atravesar España, previa autorización del gobierno español, representado por su ministro Manuel Godoy.

La llegada del ejército francés fue rechazada por los españoles. El rey de España, Carlos IV, abdicó en favor de su hijo Fernando, quien asumió el trono como Fernando VII.

Pero Carlos IV se arrepintió de su acción, y reclamó nuevamente su reino.

Napoleón, aprovechando esa situación de inestabilidad política, decidió actuar como mediador e invitó a la familia real española a reunirse en la ciudad francesa de Bayona para solucionar el conflicto.

Napoleón logró que Fernando VII devolviese la corona a su padre, quien se la entregó a Napoleón.

Femando VII fue tomado prisionero y José Bonaparte, hermano del Emperador francés, asumió el trono de España como José I.

Esos sucesos se conocen como “La Farsa de Bayona”.

Desaparecida la autoridad legítima, los españoles sostenían que la soberanía volvía al pueblo, quien debía elegir un gobierno provisorio.

Así surgieron juntas de gobierno en cada ciudad española, coordinadas por una Junta Central, establecida en Sevilla.

En enero de 1810, el ejército francés logró disolver la Junta Central.

En las colonias americanas, los criollos desconocieron al monarca francés como autoridad legítima.

Una paradoja porque desde Francia, la Revolución francesa habla difundido principios de libertad, fraternidad e igualdad de todos los hombres ante la ley que se extendieron con vitalidad tanto en países europeos como en países americanos.

En las principales ciudades de la América Española, ocurrieron movimientos revolucionarios que remplazaron a las autoridades virreinales por juntas de gobierno.

Inglaterra, aprovechó esta debilidad del Imperio Español para desprestigiar el monopolio comercial y alentar los movimientos revolucionarios americanos.

Sin embargo, Inglaterra también tuvo sus inconvenientes: unos años antes, las colonias inglesas de América del Norte, habían logrado la independencia de Gran Bretaña, naciendo los Estados Unidos de Norte América, con división de poderes, organización federal, y libertad de expresión, de prensa y de reunión.

Local

En el Río de la Plata había un descontento criollo porque la mayoría de los cargos de gobierno era desempeñados por funcionarios españoles quienes no conocían en profundidad las problemáticas locales.

Había una rivalidad entre criollos y peninsulares, que se acentuó con la llegada de nuevos españoles con cargos prominentes al territorio americano.

Durantes las invasiones inglesas se habían creado milicias para la defensa de la ciudad de Buenos Aires que se encontraba muy mal protegida.

Esa situación originó una nueva elite urbana no española: los criollos con mando militar.

Al recibirse las noticias de la caída de la Junta Central de Sevilla, los criollos vieron la oportunidad de cuestionar la autoridad del virrey del Río de la Plata, Baltasar Hidalgo de Cisneros, quien había sido nombrado por la Junta Central de Sevilla en 1809.

Entonces se decidió pedir al virrey la convocatoria a un Cabildo Abierto, con el propósito de discutir la posición a asumir ante los sucesos desencadenados en España.

El virrey concedió su aprobación, y el 21 de mayo se enviaron 450 invitaciones a los vecinos más importantes para la reunión de un Cabildo Abierto, que se llevarla a cabo al día siguiente.

El 22 de mayo de 1810, se realizó la Asamblea con la presencia de los comandantes de los cuerpos militares, y de los vecinos más importantes de la ciudad.

En esa oportunidad se debatió la continuidad o no de la autoridad virreinal. Existieron 3 posturas en el debate:

a) Posición española, representada por el obispo Lué y Riega, quien sostenía que el virrey debía continuar en su cargo.

b) Posición del Cabildo, sostenida por el general Pascual Ruiz Huidobro, quien propuso que el Cabildo era la institución que debía asumir la conducción del gobierno y defender los derechos de Femando VII.

c) Posición de los criollos, representada por Juan José Paso, Juan José Castelli, y Cornelio Saavedra, entre otros, quienes propusieron que el pueblo debía elegir un nuevo gobierno, facultad que podía asumir Buenos Aires en caso de urgencia.

Realizada la votación, se decidió que la soberanía pasaría al Cabildo con la finalidad de constituir una Junta de Gobierno.

El 23 de mayo se le comunicó al pueblo el cese del virrey.

El 24 de mayo, quedó constituida la Junta Provisional Gubernativa cuyo presidente era Baltasar Hidalgo de Cisneros. Los criollos no aceptaron al virrey en la Junta y renunciaron a sus cargos.

El 25 de mayo de 1810, reunido nuevamente el Cabildo, los “vecinos, comandantes y oficiales” eligieron una Junta Conservadora de los Reales Derechos de Fernando VII.

Las antinomias

En la Junta existió desde el inicio un choque entre

> Saavedra, un rico hacendado y líder militar nacido en Potosí, de ideología conservadora; y

> Moreno, joven abogado que reivindicaba los ideales de la Revolución Francesa, pensaba que los enemigos del movimiento de mayo de 1810 debían ser eliminados.

Ocurrió que otros cabildos virreinales se sienten en igualdad de condiciones con el de Buenos Aires y desconocen la autoridad del Cabildo de Buenos Aires.

Moreno cree que es legítimo construir una república independiente de España, fundada en una Constitución, con los principios de igualdad y libertades públicas de la Revolución Francesa (era lector de Jacques Rousseau, autor del concepto de soberanía popular).

La 1ra. Junta anuncia el 26/05/1810 la convocatoria a representantes del interior del Virreinato para un Congreso Constituyente que decidirá la forma de gobierno.

Pero esos diputados elegidos por los cabildos entre la "parte principal y más sana de la población" ¿debían representar a sus ciudades o a un poder centralizado, único dueño de la soberanía?

Saavedra creía que las ciudades eran soberanas y sus diputados, delegados de sus cabildos. No se oponía al ideal de independencia, pero seguía la tradición hispanocolonial: hay tantas soberanías como ciudades en el Virreinato.

El 08/12/1810, Moreno publica su "decreto de supresión de honores" que le quita a Saavedra el mando de las acciones militares y se lo devuelve a la 1ra. Junta, pero es la aceptación de los diputados del interior en la Junta Grande lo que derriba a Moreno, ese mismo diciembre.

Moreno y los vocales de la Junta creen que los diputados del interior —aliados de Saavedra— deben integrar un Congreso Constituyente, pero no gobernar.

"Considero la incorporación de los diputados contraria al derecho y al bien general del Estado", escribe Moreno, quien acepta una misión diplomática en Inglaterra y muere en marzo de 1811.

Los morenistas se agrupan en un club —antecedente de la Sociedad Patriótica creada por Bernardo de Monteagudo en 1812— que presionará a Saavedra.

En abril de 1811 los alcaldes de barrio dirigen un levantamiento en apoyo de Saavedra. Los morenistas que aún quedaban en la Junta Grande son expulsados.

Todo esto ocurría mientras había serios problemas para legitimar la autoridad de la Junta y preservar la unidad territorial del virreinato.

Varías ciudades del interior aprobaron y reconocieron al nuevo gobierno, sin embargo Asunción, Córdoba y Montevideo no estuvieron de acuerdo, a pesar que el gobierno se presentó como heredero de la administración virreinal y leal a Fernando VII.

Esta oposición significó la guerra, que se abrió en distintos frentes.

Ese 1er. capítulo guerrero ocurrió entre 1810 y 1814 (cuando ocurrió la restauración de Fernando VII en España y entonces el conflicto escaló a otro contexto porque la Corona envió hombres y elementos de guerra a América para sofocar los focos de revolución).

Los revolucionarios de mayo de 1810, sabían que era necesario ganar la guerra para que el nuevo gobierno pudiese sobrevivir y desarrollarse. Entonces los cuerpos de milicias, creadas en Buenos Aires durante invasiones inglesas, fueron transformados en cuerpos militares permanentes, decir un ejército semiprofesional.

La guerra fue difícil de sostener económicamente, se necesitaban recursos para armamentos, uniformes, cabalgaduras, municiones, textiles, objetos talabartería, ganado.

La forma corriente de obtener fondos fue las contribuciones voluntarias y mayor medida las contribuciones forzosas. La obtención de estos recursos fue una preocupación constante de la 1ra. Junta y de los sucesivos gobiernos porteños.

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