domingo, 1 de mayo de 2011

QUEMAR EL CAJÓN


Mientras la oposición avanza hacia la
consolidación de acuerdos programáticos,
Moyano quema el “cajón del kirchnerato”

por Humberto Bonanata

Diversos escenarios bifurcaron la atención ciudadana durante la pasada semana.

Con la cuenta regresiva hacia el 10 de mayo, fecha de presentación de listas de candidatos para la elección porteña, avanzaron las reuniones entre representantes del la UCR y el PRO con miras a amalgamar el apoyo a la reelección de Mauricio Macri como jefe de Gobierno porteño y de Ricardo Alfonsín como cabeza del conjunto opositor que, bajo acuerdos programáticos sustentables, logre recuperar el 23 de octubre la institucionalidad perdida durante los ocho años del kirchnerismo.

Así las cosas pudimos confirmar de uno de los asistentes a las amigables reuniones entre radicales y machistas, que existe amplia voluntad de llegar a un acuerdo que garantice “el territorio” en las elecciones porteñas bajo una fórmula compartida entre Mauricio Macri y Silvana Giúdici que contemple además una lista de unidad de candidatos a diputados porteños y a diputados nacionales. Ambos sectores ven que ese acuerdo debería contemplar el acompañamiento de Gabriela Michetti como candidata a vicepresidenta de Ricardo Alfonsín.

“Nosotros no podríamos justificar ante nuestra gente que Mauricio “se baje”, comparta listas y un futuro co-gobierno si Binner fuera el vice de Ricardo”, agregó.

“Aunque nuestro ideal hubiera sido una fórmula Sanz-Michetti, estamos dispuestos a acompañar a Ricardo pero sin abandonar la presencia de Gaby en la fórmula” supo decirnos un amigo de la niñez de Mauricio.

“Coincidimos en que “sin julio no hay octubre” y que el primer camino a transitar juntos es la consolidación territorial con la reelección de Mauricio con una mayoría superadora en le legislatura porteña para que pueda afianzar proyectos varias veces trabados por el kirchnerismo en la actual gestión” dijeron desde el riñón machista.

A esto puede agregarse una encuesta (ya vieja) de dos semanas atrás de la prestigiosa consultora Management & Feet que lo ubica a Macri con un 30% de intención de voto seguido de cerca por Filmus (22%) y Solanas con el 10%. Claro que en el momento de realizarse esa encuestas ninguno de los tres habían aún definido su candidatura.

Y esas reuniones enmarcadas en la buena fe y la amplitud de criterios, muy por encima de rellenos electoralistas, fueron logrando sus frutos.

Macri viajó a Córdoba y se sacó “la foto” con Oscar Aguad en lugar de hacerlo con su actual candidato Giacomino. Alfonsín destruyó los límites ideológicos al aplicar el histórico “teorema de Baglini” (por el ex diputado radical) que afirmaba que cuanto más cerca se estaba del poder más lejanas quedaban las utopías).

Y desde el radicalismo comienzan a cansarse de las indefiniciones y coqueteos con Solanas por parte de Hermes Binner. No piden que logre ser simpático porque difícilmente lo será pero tampoco ven con agrado sus largos silencios. Saben los “ricardistas” que una victoria de Rubén Giustiniani sobre Bonfatti (candidato de Binner) en la interna socialista del 22 de mayo acabaría el poder de negociación del actual gobernador.

La dinámica de la política de la oposición, si bien nunca superará a la ideología, los obliga a madurar ante la prontitud de los tiempos electorales. Y de la misma forma que tantas veces criticamos su inacción opositora, hoy debemos resaltar sus desprendimientos para ser partícipes en su conjunto de las necesidades de la hora.

Más aún cuando desde el régimen las señales en búsqueda del equilibrio que busquen garantizar una eventual reelección con una país abierto al mundo, se ciernen en la oscuridad.

La “ley de destrucción de la medicina prepaga”; “el voluntarista y demagógico proyecto del ejecutivo para limitar la adquisición de tierras por parte de extranjeros” (luego de permitir el saqueo liso y llano de nuestros recursos naturales por parte de las empresas mineras durante estos ocho años) y “el fifty-fifty” planteado por Moyano a modo de extorsión hacia el empresariado sobre la participación obrera en las ganancias de las empresas (hecho que Perón prometió y sagazmente nunca cumplió), demuestran qué sería de la Argentina si el “cristinismo-chavista” triunfara en octubre.

La pulseada Moyano-gobierno generó la última discusión de Néstor Kirchner con el oscuro representante sindical un día antes de la muerte del ex presidente. Esa fuerte discusión y el asesinato de mariano Ferreyra por parte de la patota ferroviaria de Pedraza habrían sido causas gravitantes en el colapso cardíaco de Kirchner.

La preocupación ante una eventual reelección de la viuda se la acercaron los miembros del “Club del Petróleo” al presidente del bloque de diputados nacionales de la UCR, Ricardo Gil Lavedra al finalizar el almuerzo en el Marriot Plaza. La respuesta del constitucionalista no se hizo esperar: debemos consolidar un proyecto alternativo al hegemonismo gobernante que le garantice a la sociedad argentina en su conjunto las libertades alberdianas que esta gente (por el régimen) degradó.

Nadie podrá solo: en el futuro co-gobierno deben confluir los mejores dirigentes bajo una única lógica: la libertad y la democracia como forma de vida civilizada entre los argentinos.

Caso contrario, podremos caer a los demoníacos desvalores de “Argen-zuela”.

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